Familiares y amigos de la doctora asesinada en Valencia exigen justicia: “Ella no tenía enemigos”

Andreína Barreto Jové
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  • Allegados de Nardy Carolina Mora Rubios, de 46 años de edad, aseguraron que la especialista se dedicaba a ayudar a los miembros de su comunidad. Foto: El Pitazo

Familiares y amistades de Nardy Carolina Mora Rubios, doctora hallada muerta en un liceo en Valencia (Carabobo), protestaron este lunes 29 de agosto frente a un módulo del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC).

Los manifestantes, en su mayoría mujeres, se presentaron vestidas con los colores blanco y negro y utilizaron pancartas para hacer visible su protesta.

Durante la protesta, los efectivos de seguridad no dieron declaraciones a los medios de comunicación que estaban presentes.

La médico era madre de un un niño y una joven de 20 años, quien recientemente se graduó de bachiller y aspira estudiar medicina.

“Su mamá estaba muy feliz y orgullosa. Siempre decía que había que ayudarla y apoyarla. Es lamentable lo que pasó. Apagaron la luz de una heroína”, comentó Jesús Díaz, presidente de la Fundación Dejando Sonrisas, en una entrevista a El Pitazo.

Detalles del crimen

El cuerpo de Nardy Carolina Mora Rubios fue encontrado el 27 de agosto en la unidad educativa Rafael Guerra Méndez en Santa Rosa, Valencia (Carabobo), lugar donde trabajaba, luego de que se reportara su desaparición tres días antes.

Los funcionarios confirmaron que el antisocial tenía antecedentes penales y fue descrito por otros trabajadores del centro educativo como una persona con “conductas violentas”.

Doctora de Barrio Adentro

La médica Nardy Carolina Mora Rubios trabajaba en el consultorio de Barrio Adentro que estaba dentro de la unidad educativa Rafael Guerra Méndez, en Santa Rosa, Valencia (Carabobo),donde también ejercía su título de Enfermería.

La dirección de la institución no ha ofrecido declaraciones sobre el asesinato hasta el momento, a pesar que Mora Rubios habría expresado a sus compañeros, dos meses atrás, su inmocodidad con las miradas del vigilante del liceo.

Andreína Barreto Jové
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