- Los venezolanos serían ingresados a territorio chileno en dos autobuses
Durante un operativo de Carabineros capturaron a cuatro sujetos vinculados presuntamente al tráfico de personas en la localidad de Pisiga Choque, ubicada en la frontera norte entre Chile y Bolivia. Las autoridades no revelaron las identidades de los detenidos.
Con los implicados viajaban 29 personas de nacionalidad venezolana, quienes habían pagado 10 mil pesos chilenos (12 dólares aproximadamente) cada uno por trasladarlos hasta un punto no especificado dentro del país, reseñó Chvnoticias.
De acuerdo con la reseña oficial, el procedimiento se llevó a cabo con funcionarios de diferentes disciplinas quienes se percataron que desconocidos subían a los migrantes en dos camiones.
Según el relato de los venezolanos, para hacer un segundo recorrido hasta la ciudad de Iquique cada migrante debía entregar otros 25 mil pesos chilenos a cuatro individuos de nacionalidad boliviana para que los trasladaran de forma irregular. Las autoridades se encuentran tras el paradero de los otros sujetos involucrados en el hecho.
A los detenidos los llevaron hasta la subcomisaría de Colchane para iniciar el procedimiento judicial. Por su parte, los 29 ciudadanos venezolanos fueron dispuestos al Departamento de Extranjería de la policía civil chilena.
Tráfico de migrantes continúa en aumento
A pesar de que el gobierno chileno continúa restringiendo sus políticas migratorias para evitar la llegada masiva de extranjeros no ha evitado que haya aumentado la llegada de migrantes por la frontera norte.
Entre enero y abril de 2022 ya se registraban 72 delitos de tráfico de extranjeros en el país. De ese número, 57 casos se habían reportado en la región de Tarapacá, 10 en Arica y Parinacota, y tres en la Región de Antofagasta, según los datos de la policía, reseñados por el diario El Mercurio.
Recientemente, las autoridades chilenas desmantelaron a una organización criminal dedicada al tráfico de inmigrantes que en solo tres meses ingresó a casi 1.800 extranjeros a través de pasos fronterizos no habilitados.
Los afectados revelaron que a cada uno le cobraban por el servicio entre 160.000 (180 dólares) y 650.000 (734 dólares) pesos chilenos.
La red criminal se encargaba del traslado, alojamiento y su posterior viaje vía aérea o terrestre a distintas regiones del país.
Los datos de la policía revelaron que utilizaron de fachada a las agencias de turismo virtuales. De esa forma ofrecen paquetes promocionales a través de redes sociales dentro de una aparente legalidad.
Por su parte, el Servicio Jesuita de Migrantes (SJM) advirtió que las denuncias ante el Ministerio Público se han elevado a casi 1.000 víctimas de estos abusos.