• Una audición con maracas venezolanas le dio la oportunidad un joven caraqueño de empezar su carrera en la industria musical en Estados Unidos

La confianza que le ha dado la Fundación Cultural Latin Grammy al venezolano Alexis Soto habla de su talento y dedicación. El ingeniero de sonido recibió el apoyo económico de esta institución para cursar sus estudios universitarios y ahora participan activa y conjuntamente en varios proyectos. 

En sus perfiles de redes sociales se identifica como embajador de la Fundación Cultural Latin Grammy, pero también como director de marketing del estudio de grabación Il Paradiso y representante de relaciones de artistas latinoamericanos de iZotope, una empresa que ofrece productos y software de producción musical. 

Alexis confiesa que la cantidad de trabajo que demanda la industria musical es “absurda”, por lo que tiene poco tiempo que tiene de ocio o descanso. Sin embargo, insiste en que el esfuerzo es necesario en su objetivo de innovar y lograr inclusión en la música desde la tecnología. 

Un sueño de la infancia

El venezolano estudió en el Colegio Emil Friedman de Caracas, allí el mismo profesor Friedman, fundador de la institución, le sugirió estudiar piano cuando tenía 5 años de edad. Su formación estuvo a cargo de una profesora de Rusia, pero años más tarde entró en un taller de percusión afrovenezolana. 

Comencé a estudiar con José Granado, un profesor al que le tengo mucho aprecio y creo que él fue quien de verdad me hizo amar la música. No es que antes no amara el piano y la música clásica porque me ayuda con todo lo que hago ahora, pero el amor que José le entregaba al instrumento despertó interés en mí”, relató Alexis en entrevista para El Diario. 

Desde niño, Alexis también se apasionó por la tecnología y la programación. Por su cuenta aprendió herramientas como lenguaje Python y HTML. Fue por esto que esperaba involucrarse con carreras tecnológicas al crecer. 

Con el tiempo dejó de tocar el piano para desarrollarse como portero en equipos de fútbol juveniles y se dedicó de lleno a la percusión y a aprender sobre programación. Su visión de incursionar en ambas áreas estaba presente durante su adolescencia y al terminar el bachillerato aplicó en varias universidades de Estados Unidos con la esperanza de complir su objetivo. 

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“Un profesor que se llama Alfonso López de la Sinfónica de Venezuela me dijo ‘¿no has probado con Berklee?’.  le dije que no sabía qué universidad era esa y me comentó que era una institución de música  y que varias personas del Friedman se habían ido para allá. Yo  me metí en Berklee, vi una carrera que se llamaba music production and engineering y dije esto suena como lo que yo quiero hacer, suena como música y tecnología”, contó. 

“You play maracas really good”

En Berklee College of Music, ubicada en Boston (EE UU), le pidieron hacer una audición on line que consistía en tocar una canción. Sus profesores le sugirieron utilizar un instrumento que fuera inusual para los jurados. Ese día tocó “Jazzabe a Pajari” de Carlos Orozco. 

La audición fue con maracas venezolanas. Fue muy chistoso porque me acuerdo que estaba  un profesor que se llama Mikael Ringquist de Suecia y un profesor que se llama John Ramsey de Estado Unidos y el estadounidense me preguntó qué había sido eso que acababa de hacer, pero Mikael si me dijo ‘you play maracas really good’ (Tocas muy bien las maracas). Me dijo que su esposa es venezolana  y conocía el instrumento, creo que de cierta manera eso fue lo que me ayudó”, recuerda Alexis. 
El ingeniero venezolano Alexis Soto y su sueño de innovar en la música desde la tecnología 
Alexis Soto. Foto: María Alejandra Mata

El día de su cumpleaños recibió una carta de Berklee, en la que le informaban que había sido aceptado con una beca. Con tan solo 17 años de edad se fue de Venezuela para comenzar su carrera universitaria. 

Pese a que contaba con un documento que lo acreditaba para estudiar en Estado Unidos, su inglés era deficiente. Indicó que desde que llegó al campus tuvo que tomar clases de inglés en el nivel más básico.  Él no era el único en esa situación, muchos estudiantes latinoamericanos atravesaban lo mismo, ya que habían sido aceptados en la universidad por su talento musical, no por sus habilidades con el idioma. 

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“En Berklee te ayudan mucho a sentirte en casa como que están pendientes de que te adaptes, pero si soy sincero en los primeros años solo entendía el 30 % del contenido, porque mi inglés era pésimo”, comentó.

En busca de un sentido 

Alexis reveló que durante los primeros años de la carrera no estaba seguro de si había hecho lo correcto. En determinado momento sintió que estaba estudiando porque era su deber y no porque era lo que quería. 

“No le agarraba el gustico y creo que parte de eso fue porque era muy joven cuando entré en la universidad y me faltaba cierta madurez”, añadió. 

Casi finalizando la carrera se involucró en varios proyectos con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) y esa colaboración fue la que lo ayudó a encontrar sentido a lo que estudiaba. 

Trabajé en varios proyectos del MIT Media Lab en un departamento que básicamente se encargaba de construir avances tecnológicos que por medio de la música pudieran mejorar al ser humano. Uno de esos fue una guitarra inteligente para personas a las que les faltaba una mano”, detalló. 

En esa experiencia puso en práctica varios de los aprendizajes de la carrera como grabar, editar y crear contenido para que el usuario entendiera el proceso para usar el instrumento. Admite que ahí entendió la importancia de su oficio y que hacia esa dirección quería ir profesionalmente. 

Los cambios y la pandemia 

Alexis se graduó en Berklee en el año 2019 y decidió quedarse en Boston, pese a que en esa ciudad no había una escena musical fuerte. 

El ingeniero venezolano Alexis Soto y su sueño de innovar en la música desde la tecnología 
Alexis Soto. Foto: María Alejandra Mata

“Pensaba que era mi ciudad ideal y no me daba cuenta de que no porque estaba trabajando, tocando como a pequeña escala y además tenía a mi novia allí. Empecé a afinar voces, mucha producción vocal que es algo que no hace mucha gente, porque no les gusta”, explicó.

En septiembre de 2019 tuvo su primer contacto con iZotope, pero en el departamento de apoyo al consumidor. Sin embargo, al poco tiempo le llegó una oferta para salir de gira con el cantante venezolano Danny Ocean, lo que significó un dilema para la empresa en la que acababa de entrar. 

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“Hay un departamento de relaciones de artistas en iZotope. Yo hablé ahí sobre la posibilidad de crear relaciones mientras me iba de gira. Me dijeron ‘vamos a hacerlos, pero no te vamos a pagar porque te vas de gira’ y así se hizo. Pero después de los conciertos seguí en Boston y cayó la pandemia (de covid-19) y me quedé sin trabajo como por seis o siete meses. Fue una época muy difícil”, confesó.

Alexis narra que tuvo que aceptar cualquier trabajo o proyecto que llegara aunque la paga fuera minima: hizo videos, dio clases, grabó y editó, pero siempre fueron más los gastos que las ganancias. 

Una vida nueva en Miami 

En septiembre del año 2020, Alexis decidió vender casi todo lo que tenía para irse de Boston y probar suerte en Miami. Una prima aceptó recibirlo en su casa mientras encontraba un sitio para vivir. 

Llegué solo con una maleta a casa de mi prima y no sé qué sucedió pero ya en diciembre tenía trabajo en un estudio de grabación que se llama Master House Studios en Doral. En febrero de 2021 me llamaron de iZotope para decirme que les gustaba mi trabajo y que ahora querían contratarme oficialmente. Fue chévere, porque en tan solo unos meses ya tenía dos trabajos que me gustaban mucho después de todo lo que había pasado”, relató.

Su trabajo en Master House le abrió muchas puertas y tiempo después se asoció con uno de sus compañeros de universidad para fundar una compañía llamada Lab Acoustics, encargada de hacer diseño acústico y arquitectónico para estudios, teatros y estadios. 

“Construimos un estudio aquí en Miami bajo la misma compañía que se llama Il Paradiso, básicamente es una casa de contenido para la música y desde entonces nos ha ido muy bien”, indicó.

Trabajando con iZotope ha hecho relaciones con productores como Tainy, productor de Bad Bunny. Como ingeniero de mezcla ha colaborado con Lewis Picket con contenido para Carlos Vives, Justin Quiles, Chino y Nacho y María Becerra. En paralelo, Alexis realiza proyectos con la Fundación Cultural Grammy. 

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“Tenemos varios eventos juntos con la Fundación Cultural Latin Grammy. Ahorita estamos haciendo algo bien cool en los premios de los Latin Grammy y así fue como pasé recibir apoyo económico para mi estudios a retribuirlos y ahora me consideran como su embajador”, aclaró 

El ingeniero venezolano Alexis Soto y su sueño de innovar en la música desde la tecnología 
Alexis Soto. Foto: Natalia Santander

Una relación de admiración con la música venezolana 

El ingeniero de sonido explicó que la dinámica de su trabajo es tan acelerada y cantante que lleva al menos cinco años sin viajar a Venezuela. Admitió que la relaciones que tienes con quienes se quedaron en su país es buena aunque la comunicación esporádica. 

“Yo no sé cómo son otras industrias, pero la verdad es que en la de la música hay una cantidad de trabajo absurdo que casi no puedo hablar con nadie. Aunque mis mejores amigos que están en Venezuela saben que eso es así y si hablamos una vez al mes nada cambia en nuestra amistad”, expresó.

Sin embargo, Alexis sí se siente más cercano a la música que se hace en el país. confesó que guarda una lista de reproducción exclusivamente de artistas venezolanos. 

Me gusta una artista que vi hace un tiempo y está explotando mucho que es Irepelusa, esa chama me encanta. Lo que hace lo que hace C4 Trío siempre me ha fascinado, lo que hace Luis Jiménez con Lagos está bien cool y Nella, con la que he trabajado mucho, también me gusta bastante”, dijo.

El productor dijo ser fanáticos de los músicos nuevos, con sonidos diferenciadores, lo que él calificó como “artistas de nichos”. 

Ese gusto musical va de la mano con lo que siempre ha sido su norte: la innovación. Por lo pronto Alexis espera seguir aprovechando las oportunidades que ofrece la industria para hacer  avances enfocados en la inclusión en el mundo artístico. 

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