• En entrevista para El Diario, el youtuber mexicano habló sobre su vida y las decisiones que lo llevaron de formarse como músico y piloto, a terminar recorriendo el mundo haciendo videos. También sobre los riesgos de viajar en la actualidad y sus impresiones al volver tras un año y medio a Venezuela

La vida le pudo deparar muchos caminos diferentes a José Alejandro Tienda Ramírez. El mexicano, de 36 años de edad, pudo ser publicista, productor musical, rockero, o incluso piloto en alguna aerolínea. Sin embargo, esos mismos caminos lo llevaron a decidir que su destino estaba en ser creador de contenido, recorriendo el mundo con una cámara en la mano. Así nació el fenómeno de Alex Tienda, nombre con el que ya lo conocían sus seres cercanos desde pequeño, y que ahora se globalizó en Internet gracias a su canal de YouTube.

Su carrera como vlogger de viajes lo ha llevado a tener una agenda bastante particular. Un día puede estar volando por el Caribe en Belice, y a las pocas semanas alojarse en un antiguo búnker nuclear de República Checa o viajar por el tren más lujoso de México. Esta vez su itinerario lo trajo hasta Caracas, ciudad que visita por tercera vez. Llega a un lujoso hotel del municipio Baruta acompañado por su equipo, tras eludir un fuerte aguacero. La lluvia parece ser una constante cada vez que viene a Venezuela, aunque el sol siempre emerge en el momento preciso para comenzar a grabar.

Desde una sala con vista al Ávila y el este caraqueño, el youtuber mexicano conversó en exclusiva para El Diario. Como en muchas otras entrevistas hechas a lo largo de esa semana y de su carrera, Alex Tienda demuestra sus habilidades para la comunicación al hilar ideas sin hacer ninguna pausa, rápido y con su característico tono de voz. Algo propio de un oficio donde no hay lugar para el silencio, hablando sin descanso con la gente en la calle, los periodistas o ante el público desde sus monitores. Un Alex diferente al que se muestra fuera de cámara, de palabras más cortas y retraídas, que asoman una personalidad introvertida dentro de su performance de animador. 

“Me siento como si estuviera regresando a casa. Ahora me siento más venezolano que nada”, declara. Desde su primera visita al país en febrero de 2021, ha repetido varias veces que desarrolló una conexión especial con Venezuela que no había tenido en ninguna de sus aventuras anteriores. Algo que para esta ocasión intenta exhibir en su cabello, cuyo copete tiñó con el amarillo, azul y rojo de la bandera nacional. 

Este afecto lo llevó a vincularse con proyectos para ayudar a algunas de las personas que conoció en aquella ocasión, pero que también le hizo destapar la caja de Pandora del lado más tóxico y polemista de las redes sociales.

Una casa en Petare

Alex Tienda Petare Unos Venezolanos niños las casitas chancha nueva la casa chamitos El Diario Jose Daniel Ramos
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Con 3,9 millones de suscriptores en su canal de YouTube y 2,4 millones de seguidores en Instagram, quizás se puede decir que Alex Tienda goza de una fama moderada para los estándares actuales de la industria. Aun así, en Venezuela se convirtió en toda una celebridad tras publicar hace más de un año su serie documental sobre el país.

Allí, el mexicano intentó descifrar la compleja (y a veces contradictoria) realidad venezolana. Esa donde la emergencia humanitaria y la burbuja de privilegios coexisten lejos de aquellos reportajes que recorrieron el mundo en 2017. Ahora la situación puede ser mejor o peor, dependiendo de la esquina que se camine.

Aunque reconoce que al principio tenía miedo por lo que le pudiera pasar en uno de los países con mayor índice de inseguridad en el mundo, eso no le impidió caminar por el centro de Caracas, e incluso adentrarse en Petare. Como otros extranjeros sedientos de aventura, quería comprobar hasta qué punto era cierta su reputación como barrio peligroso. A través de un amigo contactó con la organización Unos Venezolanos, que se encarga de hacer labor social y ayudar a las comunidades petareñas. Ellos sirvieron como sus guías en ese laberinto de casas y escaleras, donde Tienda conoció la humanidad de la gente que vive allí.

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Alex Tienda Petare Unos Venezolanos niños las casitas chancha nueva la casa chamitos El Diario Jose Daniel Ramos
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Por eso al terminar su viaje decidió aliarse con Unos Venezolanos, y junto a la agencia Media Travelers, organizó la campaña Gracias Venezuela. Su propósito era recaudar fondos para ayudar a los vecinos del sector Las Casitas de Petare, logrando reunir más de 100.000 dólares en pocos días. El proyecto recibió severas críticas en redes sociales, sobre todo cuando se supo meses después que apenas se había hecho un par de canchas deportivas. Pero lo que no se sabía públicamente era que el plan iba mucho más allá de eso. Y a principios de septiembre vino por segunda vez, en una visita relámpago, para mostrar todo en lo que se había invertido el dinero recibido.

Las obras que abarcó la campaña Gracias Venezuela consistieron en la remodelación de una escuela local y varias viviendas en condiciones precarias. También se construyó un parque infantil con cancha de bolas criollas, un sistema de iluminación para la zona, además del controversial complejo deportivo. Haciendo uso del clickbait, promocionó su regreso diciendo que había comprado una casa en Venezuela para usar la polémica a su favor. Quienes entraron al video se encontraron con la Casa Chamitos, un espacio que adquirió con el fin de hacer un centro de capacitación para los niños de la comunidad, con consultorios médicos y un salón para recibir clases a distancia. Allí estaba su respuesta a los meses de acusaciones y comentarios negativos recibidos.

“Fue un año y medio lo que me tomó regresar. Durante ese tiempo hubo muchas situaciones que me hicieron preguntarme si era bueno que volviera o no, sobre todo porque por ahí hubo polémica. Afortunadamente ya con el tiempo las cosas se calmaron en cuanto a la gente que creía que habían malas intenciones detrás de lo que se hizo con la campaña”, afirma.

Siempre en movimiento

Entrevista a Alex Tienda Caracas Venezuela El Diario Jose Daniel Ramos
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Pero la controversia no lo es todo en la vida de Alex Tienda. Más que México (o Venezuela), podría decirse que su hogar está en los aeropuertos del mundo. Y no solo en la actualidad por la naturaleza de su trabajo. De hecho, en retrospectiva aprecia que buena parte de su vida ha transcurrido a bordo de un avión.

José Alejandro nació el 25 de mayo de 1986 en la ciudad de Coatzacoalcos, en Veracruz (México). Fue algo enteramente circunstancial, ya que solo estaban allí de paso por el trabajo de su padre, quien como ingeniero supervisaba la construcción de una autopista. “Ya solo estaban esperando que dieran de alta a mi mamá para irnos”, cuenta. Durante su primer año de vida viajó con su familia por varias ciudades hasta que finalmente decidieron instalarse en Tijuana, en la frontera con Estados Unidos. Allí vivió durante toda su infancia y adolescencia. Actualmente vive en Guadalajara, en el estado de Jalisco.

En otras oportunidades ha reconocido que era un niño hiperactivo. Todavía, en medio de la entrevista, sigue mostrando señales de ser bastante inquieto. En su regreso a Petare, parecía un niño más corriendo de aquí para allá, lanzándose por los toboganes o en una carrucha por la calle empinada. Y ahora, sentado para la entrevista, constantemente juega con sus manos o cambia de posición. Un rasgo que ha resultado bastante útil en su papel como entretenedor. 

“Desde niño siempre me gustó hacer el comentario chistoso en el salón para que todos mis compañeros se rieran. Me gustaba participar para que la gente se entretuviera o aprendiera”, completa.

También asegura que desde temprana edad generó un gusto por trabajar. Aunque reconoce que nunca le faltó nada y sus padres siempre cubrieron sus necesidades y le compraron los juguetes que quería, igual por diversión emprendió desde los 7 años de edad con negocios como vender dibujos o dulces en su escuela y vecindad. A los 16 años de edad también trabajó en un call center. “Cuando yo quería un Nintendo o un videojuego que no tenían para darme, pues yo veía la forma de conseguirlo por mi propio trabajo”, asevera.

En las nubes

Alex Tienda: “Voy a seguir diciendo que soy tan venezolano como la arepa”
Foto: Cortesía

A pesar de haberse asentado en Tijuana, la familia de Alex siguió viajando con frecuencia. Explica que tanto sus abuelos como sus tíos vivían en Ciudad de México, y se volvió un hábito ir a visitarlos en cada festividad y vacaciones. Era un trayecto largo, desde el norte hasta el centro-sur del país, por lo que normalmente viajaban en avión. La experiencia siempre le resultaba impresionante.

“Ahí fue donde adquirí ese gusto por la aviación y por viajar. Tenía yo 3 o 4 años y recuerdo que veía los aviones como algo espectacular, la vida en los aeropuertos. Veía a los pilotos y a todos los tripulantes de cabina como algo muy glamuroso”, evoca.

Por eso, al terminar la preparatoria (equivalente en México al bachillerato) decidió que quería estudiar aviación. En 2004, a los 18 años de edad, comenzó los cursos hasta obtener su licencia como piloto privado en Estados Unidos. “Es una carrera un poco distinta a lo que vemos en las universidades porque no estás en un aula. Ahí más bien se estudia toda la teoría por tu cuenta y hacer las horas de vuelo con tu instructor. Entonces fue una etapa en la que no disfruté tanto como carrera universitaria como mis compañeros que todavía estaban en un ambiente escolar, pero sí mucho como algo que me apasionaba”, comenta.

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Alex Tienda: “Voy a seguir diciendo que soy tan venezolano como la arepa”
Foto: Cortesía

—¿Llegaste a trabajar con alguna aerolínea?

—Trabajar no, pero sí volé durante varios años como piloto privado independiente, también haciendo vuelos para amigos y familiares. Yo estudié en California, entonces de pronto rentaba un avión y nos íbamos mi mamá, mi papá y yo a hacer vuelos por Los Ángeles o Las Vegas. En el tema de trabajo, no llegué a esa etapa ya de entrar a una aerolínea, porque para ese punto en el que podría haber seguido ese camino, ya me comenzaban a salir muchos proyectos en el mundo del entretenimiento. Entonces digamos que la vida me fue llevando por otro camino y tuve que tomar la decisión también. No llegué a trabajar como piloto, pero ahora lo estoy incorporando a mis contenidos.

Se refiere a Capi Tienda, uno de sus canales secundarios donde sube videos especializados en hablar sobre sus experiencias en los vuelos, reseñar aeropuertos y dar información técnica para los aficionados en la materia. También da consejos a los viajeros y les enseña la ciencia detrás de fenómenos como los aterrizajes de emergencia o el uso de teléfonos en el avión. “Eso también ayuda a que la gente que también tiene miedo de volar se sienta como más tranquila”, agrega.

Aunque sus licencias solo le autorizan a usar aviones con matrícula estadounidense, afirma que una de sus metas en el futuro es poder comprar una avioneta pequeña. Así podría unir dos de sus grandes pasiones al crear más contenidos pilotando, además de usarla para transportarse a sus destinos cercanos.

Siguiendo el ritmo

Entrevista a Alex Tienda Caracas Venezuela El Diario Jose Daniel Ramos
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Otra de las grandes pasiones de Alex Tienda es la música. Afirma que al principio su mayor interés estaba en el deporte, practicando ciclismo de montaña desde los 11 años de edad, y luego ciclismo de ruta. Sin embargo, al igual que muchos adolescentes de la época, a los 15 años emprendió el sueño de formar con sus amigos una banda de rock. Quizás la diferencia estaba en que no quiso aprender a tocar guitarra o cantar como sus demás compañeros. Él prefería el frenesí de la batería.

“Donde yo vivía en Tijuana habían muchos maestros de piano y de guitarra, pero de batería nunca encontraba. Y cuando por fin encontré uno, me gustó tanto el instrumento que cuando ya me empecé a dedicar más a practicarlo que a entrenar en el ciclismo, vendí mi bicicleta y con ese dinero me compré una batería”, cuenta.

Formó una agrupación con sus compañeros de la escuela, aunque el proyecto no prosperó. Desde entonces, entendió que para lo que quería hacer era mejor emprender una carrera como solista. “Tener una banda es como encontrar a tres o cuatro novias, porque tus compañeros de grupo son gente con la que, además de llevarte bien y tener buena química, deben tener las mismas metas y gustos musicales”, reflexiona.

Por ese motivo, a los 23 años se mudó a Ciudad de México para estudiar Producción Musical. En paralelo, aprendió a cantar, además de tocar el piano y la guitarra. Reconoce que no terminó la carrera, aunque estuvo cerca. “Me dediqué a otras cosas como ahora que soy documentalista y estoy en el mundo del entretenimiento. Afortunadamente gracias a que ahora la gente me conoce por este trabajo pues ya tengo la posibilidad de ahora desarrollar algunos proyectos que también me apasionan como la música o la aviación”, dice.

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—¿Cuáles dirías que son tus géneros y bandas favoritas?

—Son muy variados. En un inicio, cuando yo empezaba con la batería, mis grandes ídolos eran Travis Baker (baterista de Blink-182) y Alex González de Maná. Me gustaba mucho el pop-rock tipo Blink-182 o Green Day. Después me gustó mucho el rock y he pasado por muchas etapas. De pronto puedo estar escuchando Foo Fighters, que me encanta, o Dave Matthews Band. Ahora, con esta conexión que tuve con Venezuela, también me dio la oportunidad de conocer a grandes artistas que me empezaron a gustar mucho y que admiro. Todo el tiempo estoy escuchando Danny Ocean, Lagos, Lasso, Los Amigos Invisibles o Rawayana. 

Comienzo en YouTube

YouTube apenas tenía un año existiendo cuando Alex Tienda abrió su canal en marzo de 2006. Señala que para ese entonces aún no veía el potencial de la plataforma, que comenzaba a popularizarse por videos de bloppers o de animales graciosos, pero donde todavía no existía la figura del youtuber como se conoce actualmente. Aunque cuenta que su propósito al crear su cuenta era simplemente darle like a los videos que le divertían, pronto comenzó a subir videos suyos tocando la batería, compartiendo su día a día o sus viajes, principalmente para luego postearlos en sus cuentas de MySpace o Hi5.

En esa etapa de su vida, Alex todavía se debatía entre la música y la aviación, ambas carreras que, a pesar de contar con el apoyo económico de sus padres, seguían siendo muy difíciles de pagar. “Trabajé vendiendo aspiradoras, poniendo puestos en un supermercado. Mucho de lo que ganaba con esos trabajos lo utilizaba para invertirlo en comprar cámaras o pagar mis horas de vuelo. Me tomó mucho tiempo, pero así fue como costeé la carrera de piloto”, relata.

Alex Tienda: “Voy a seguir diciendo que soy tan venezolano como la arepa”
Foto: Cortesía

Por esa fecha también aprendió a utilizar herramientas digitales como Photoshop, Adobe Flash y After Effects. Los utilizaba en encargos como diseñador gráfico, haciendo tarjetas de presentación o animaciones para diferentes empresas. Sin embargo, todo esto también le resultaría útil cuando decidió incursionar más a fondo en YouTube, sumándose a esa primera ola de creadores de contenido en español, principalmente con sketches de comedia.

A pesar de que en 2008 ganó un concurso (el primero en su vida, resalta) para promocionar la llegada oficial de YouTube a México, aún lo veía más como un pasatiempo que como una profesión. Aunque este tercer camino que comenzaba a abrir en su futuro pronto comenzaría a tomar cada vez más relevancia.

El despegue

En 2009, Tienda ganó el segundo concurso de su vida. Este fue organizado por la aerolínea Volaris, y consistía en escribir una historia. El premio fue que le pusieran su nombre a uno de los aviones, además de un año de vuelos gratis con esa compañía. Ciertamente supo sacar provecho de este regalo, pues estima que hizo alrededor de 250 viajes por todo México.  Puede decirse que allí comenzó su nueva faceta como vlogger nómada.

En esos primeros videos, se puede ver a un Alex mucho más despreocupado, con el cabello largo peinado hacia arriba y vestido como todo un rockero de mediados de los años 2000. Sin la toxicidad de las redes sociales, se trataba simplemente de un joven compartiendo un video diario de sus aventuras, acompañado de un peluche de mono con el que recorría el desierto en automóvil, o dormía en alguna banca de la calle.

Sus videos (más los de viajes que los de comedia) causaron gran interés e hicieron que entre 2010 y 2011 trabajara con Volaris en un seriado corto de videos titulado “Vive viajando”. Ya para ese momento había congelado su carrera como músico, y aunque aún aspiraba a ser piloto, sentía que su destino estaba en el mundo del entretenimiento.

—¿Cuál fue el punto de inflexión donde decidiste quedarte irreversiblemente con YouTube?

—El punto exacto cuando me invitaron a grabar en el Super Bowl (de  2014) para una marca de cerveza. Ese fue mi primer proyecto por el cual me pagaron. Porque antes de eso pasé por varias etapas hasta llegar al punto donde ya podía ganar dinero con mis videos, y aun así, cuando empecé todavía no era suficiente para poder vivir de esto o que no tuviera que trabajar de otras cosas para solventar. Pero sí, fue el primer proyecto que me pagó y en ese momento fue cuando dije a ver, esto es algo a lo que si yo me dedico al 100 %, me enfoco en esto, me puede ir incluso mejor que si me metiera de piloto en una aerolínea.

La gran decisión

Entrevista a Alex Tienda Caracas Venezuela El Diario Jose Daniel Ramos
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

A partir de 2013 el canal de Alex Tienda comenzaría a crecer, en gran parte con el apoyo de Mitú Network, una agencia para creadores de contenido popular en ese momento en México. Allí logró importantes hitos como asistir a la entrega de los Premios Grammy Latino en 2016 y en diferentes eventos. Uno de los que más lo marcó fue el Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions, en Francia, considerado como la gala más importante del mundo en el campo del marketing, diseño publicitario y relaciones públicas.

“En ese proyecto sí dije ok, están saliendo muchas oportunidades muy buenas, veo que estoy teniendo mucho potencial y que si me enfoco al 100 % en este trabajo, pues va a ser algo que me guste y que tiene mucho futuro. Y ahí fue que decidí lo de aviación dejarlo como en stand by, y posteriormente ya como algo secundario”, afirma.

Sin embargo, señala que sus viajes todavía eran algo mucho menos lujosos de lo que son ahora. En ellos se le podía ver pidiendo la cola a lo largo de una carretera desolada o aseándose en el baño de alguna estación. Narra que se trataban de excursiones simples, pagadas por él mismo, y en las que muchas veces se quedaba a la deriva y sin dinero para volver. Todavía recuerda con mucha alegría esa etapa de su vida como mochilero.

Ese tipo de experiencias me dieron fue la capacidad de sortear los problemas, de aprender a darme cuenta de que por mucho que en un momento tienes miedo de lo que te pueda pasar, o si te van robar, o te vas a quedar varado al otro lado del mundo, al final cuando logras resolver esos problemas te das cuenta no era tan grande como tú lo imaginabas y vas adquiriendo mucha confianza en ti mismo”, reflexiona.

Destinos peligrosos

Alex Tienda: “Voy a seguir diciendo que soy tan venezolano como la arepa”
Alex Tienda en Afganistán. Foto: Cortesía

En su carrera, Alex Tienda ha visitado países exóticos que suelen aparecer en las guías turísticas. Desde un crucero en Alaska, cerca del Polo Norte, hasta un recorrido por lo más raro e insólito de China. También se ha adentrado en lugares considerados como extremadamente peligrosos. Por ejemplo, ha sido el único youtuber hispanohablante en entrar a la hermética Corea del Norte, y salió de Afganistán apenas unas semanas antes de que milicias talibanes retomaran el poder para restaurar su régimen fundamentalista islámico.

A principios de año, visitó Ucrania para documentar la amenaza de guerra que se cocinaba por parte de Rusia. La invasión finalmente llegó cuando se encontraba en un pueblo llamado Kramatorsk, en plena región separatista de Donetsk. Allí el mexicano quedó atrapado en medio del asedio militar, debiendo dormir en refugios o apoyarse en las familias locales para mantenerse a salvo. 

—¿Cuál es el destino en el que has sentido que tu vida peligraba?

—Hay tres, y cada uno fue diferente. No hay uno que sea más que el otro, en cualquiera de esos tres yo sentía, o que me iba a morir, o que iba a terminar encarcelado. En Corea del Norte mi miedo era no que me fueran a robar, porque ahí no existe eso, no hay delincuentes porque los matan. Pero ahí mi miedo era que yo hiciera algo que estaba prohibido, como por ejemplo faltar el respeto a alguno de sus líderes sin que fuera mi intención.

En Afganistán yo tenía mucho miedo por el tema de los talibanes. Ellos tienen una idea de que todo lo que es Occidente es malo, entonces por el simple hecho de ser mexicano, de ser alguien occidental, ya es motivo suficiente para que me puedan secuestrar o matar. Y en Ucrania entré a dos días de que empezara la guerra, y allí mi miedo era que cayera un bomba de Rusia, o de la misma Ucrania por ser territorio en conflicto. En cualquier momento sabes que podrías morir y no sabes ni por dónde escapar ni por dónde te puede caer una bomba.

Alex Tienda: “Voy a seguir diciendo que soy tan venezolano como la arepa”
Alex Tienda en Corea del Norte. Foto: Cortesía

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—Viendo que el mundo parece estar en un momento de tensión geopolítica y conflictos entre naciones, ¿crees que en el futuro podría volverse más peligroso viajar?

—Creo que sí. Por darte un ejemplo, yo hoy en día no creo que pueda volver a Corea del Norte. Y así vaya como turista, me da miedo. Tampoco te puedo afirmar que me van a hacer algo o que me van a meter preso, porque entonces también estaría juzgando mal si es que no es el caso, pero siempre está el riesgo. Te empieza a dar miedo hacer ciertas cosas, porque ya has tenido advertencias. En mi caso he tenido ciertas advertencias que me hacen pensar dos veces al momento de viajar a ciertos lugares.

Puede que sea paranoia, pero si estuvieran en mis zapatos, ¿hasta qué punto saben cuáles son las advertencias que debes tomar en serio y cuáles solo son de gente que está amenazando a lo loco?. Pero si alguien se quiere dedicar a esto, igual lo pueden hacer y va a llegar un momento en el que van a saber cuándo es demasiado arriesgado el hablar de ciertos temas o de ciertos lugares.
Alex Tienda: “Voy a seguir diciendo que soy tan venezolano como la arepa”
Alex Tienda en Ucrania, en plena invasión rusa. Foto: Cortesía

—¿Crees que el trabajo de los documentalistas es precisamente mostrar la realidad, más allá de lo que está permitido o no?

—Sí, y de esa realidad yo soy muy cuidadoso de no dar mi opinión personal y ser lo más objetivo posible. Pero muchas veces que el que tú no digas que todo no es completamente blanco o negro, eso te puede causar un problema. Si tú dices que aquí hay grises, los que creen que todo es blanco te van a decir que estás mal y viceversa.

Poniéndote el caso de Venezuela, yo en ningún momento he dicho que el bueno o el malo es el izquierdo o el derecho, pero aun así va a haber gente que esté muy inclinada hacia cualquiera de los extremos que me van a acusar de que yo vengo a lavarle la cara al gobierno, o a mancharlo. Depende del lado que lo quieran ver. Ahí lo mejor que puedo hacer es tratar de ser lo más imparcial y objetivo posible, pero va a ser imposible que le des gusto a toda la gente y siempre habrá alguien que encuentre lo malo en lo que hayas dicho, por mucho cuidado que hayas procurado tener.

Fuera de cámara

Entrevista a Alex Tienda Caracas Venezuela El Diario Jose Daniel Ramos
Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Muchas figuras suelen tener dos caras: la que muestran al público al aparecer en cualquier medio de comunicación, y su verdadera esencia, que aparece una vez los reflectores se apagan. Alex Tienda no es la excepción. Aunque asegura que la personalidad que muestra en sus videos es genuina y parte de su gusto por hacer reír a otros, también admite que cuando está solo puede llegar a ser una persona completamente diferente. “Soy muy introvertido y tímido. Tengo pánico social”, dice con una sonrisa mucho más serena. 

Esto pareciera contradecir a la actitud extrovertida y ocurrente que mostraba en Petare, o en cualquiera de sus videos. No obstante, esta dualidad no parece estar en conflicto, sino que se complementa como las diferentes aristas de una personalidad humana. El Alex que acepta sonriente una selfie con una empleada que lo aborda antes de tomar el ascensor en el hotel es el mismo que busca un poco de espacio sentándose lejos del bullicio en el lobby.

Alex Tienda, un viajero que se enamoró de Venezuela
Foto: Cortesía

“Es raro, porque aquí en Venezuela mucha gente me quiere. Desde que llegué al aeropuerto en cualquier lugar que estoy me conocen, y eso me facilita mucho el poder convivir con la gente y poder socializar, pero si estoy en un país donde nadie me conoce, me da mucho pánico escénico el acercarme. Incluso pedir una pizza por teléfono y hablar con alguien que no conozco me intimida”, agrega.

Precisamente el mantener su espacio es algo que el youtuber parece valorar bastante.  “Aprecio mucho el tiempo solo”, precisa. En sus momentos a solas, indica que le gusta escuchar música y practicar con la batería. También suele investigar mucho para sus videos, dedicando buena parte de su día a leer sobre los destinos que planea visitar. 

En la distancia

Para un viajero constante como Alex Tienda, quizás una de sus mayores preocupaciones podría ser pasar tiempo lejos de sus seres queridos. Aunque destaca que en cada país hace amigos con los cuales logra mitigar la soledad, ciertamente extraña no poder salir con su círculo cercano o pasar tiempo con su familia cuando está de viaje. Lo compara con la situación no solo de los músicos de gira, sino también del personal técnico que lo acompaña y suele estar ausente de casa por meses, perdiéndose fechas importantes como graduaciones o cumpleaños. Aun así, Tienda señala que siempre intenta estar en contacto con su familia, y que por eso sus relaciones no se han visto afectadas del todo.

Yo creo que lo más importante es que mientras estés cerca en cuanto a la comunicación y cuánto a que se apoyen y el cariño que tengan, no necesitas estar físicamente porque siempre están ahí contigo. A pesar de que por la dificultad de mi trabajo a veces yo también empiezo a tener momentos difíciles o en los que tengo depresión, siempre están ahí cada que los necesito y estoy muy agradecido con ellos”, acota.
Alexandra González Alex Tienda Petare Unos Venezolanos niños las casitas chancha nueva la casa chamitos El Diario Jose Daniel Ramos
Alex Tienda y su mánager, Alexandra González. Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Alex dice que además de sus hijos, sus padres y su hermana, también está muy agradecido de su esposa, Alexandra González. En 2017 inició una relación con la directora ejecutiva de la agencia Media Travelers y aunque declara que actualmente están separados, siguen trabajando juntos en diferentes proyectos, siendo ella su mánager. De hecho, aclara que fue la impulsora de una de las etapas más prolíficas de su carrera. “Mucho de lo que tengo en mi trabajo es debido al gran talento y dedicación que ella le ha puesto”, acota.

Igualmente también le agradece a todos sus seres queridos por servir como su apoyo cada vez que se siente abrumado por la excesiva exposición a las redes sociales. “En el momento en que apagas todas las cámaras, la computadora y estás solo en tu cuarto o en una habitación de hotel al otro lado del mundo solo, quienes están allí son tu familia, Alexandra con su apoyo que me ha dado profesionalmente y como persona, y los niños”, apunta.

Misión Venezuela

Alexandra González Giampiero Alex Tienda Petare Unos Venezolanos niños las casitas chancha nueva la casa chamitos El Diario Jose Daniel Ramos
Alex Tienda en la inauguración de la Casa Chamitos, en Petare. Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

Al momento de planificar su primer viaje a Venezuela, Alex Tienda recuerda que sintió miedo. Su experiencia previa en Corea del Norte lo dejó bastante alerta sobre el peligro de documentar en países con gobiernos autoritarios, pues al regresar las autoridades de ese país lo amenazaron por haber grabado más de lo que ellos querían que mostrara al mundo. En el fondo, por lo que veía en los medios de comunicación extranjeros, temía que le ocurriera algo similar.

“Mi miedo al entrar a Venezuela era que no sé si son amigos de Corea del Norte, pero tampoco son enemigos. Entonces desconozco hasta qué punto en el mundo de la política y las esferas altas del poder de diferentes países hay ciertos acuerdos. Hay países a los que me da miedo entrar porque no sé si hay riesgo de que me puedan decir que hice algo malo en otro país y envíen para allá”, confiesa.

Afortunadamente, aunque el régimen de Nicolás Maduro sí tiene buenas relaciones diplomáticas con Pyongyang, su colaboración no es suficiente para extraditar youtubers. De hecho, a pesar de que intentó mostrar fenómenos como los apagones o la hiperinflación, el documental de Alex Tienda pasó desapercibido para el chavismo. Quizás por el hecho de mostrar tanto cosas negativas como positivas, algo que le valió críticas por parte de algunos sectores en redes sociales.

En ningún momento he dicho que en Venezuela todo es maravilloso o color de rosa. Claro que hay problemas sociales, políticos y económicos, en mi país también los hay, pero en el momento en que llego a cada lugar me doy cuenta de que además de las cosas negativas existe el lado positivo. En cualquier parte del mundo hay un lado del que muchas veces no se habla y también merece la pena que la gente lo conozca”, argumenta.
Daniel Dhers Alex Tienda Petare Unos Venezolanos niños las casitas chancha nueva la casa chamitos El Diario Jose Daniel Ramos
Alex Tienda con el medallista olímpico Daniel Dhers. Foto: José Daniel Ramos @danielj2511

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—¿Cuál dirías que fue el momento que más te marcó de tu primer viaje a Venezuela?

—El Salto Ángel, que es el último episodio del documental. Lo he platicado varias veces con la gente que me pregunta qué sentí al ver eso, porque me ven llorando en el video. Es espectacular y como paisaje es increíble y está de más que lo diga, pero el motivo por el que yo lloré, más allá de la emoción, fue por el cúmulo de todo lo que fue el viaje y de todas las cosas previas.

En ese momento me pasaron por la cabeza muchas cosas, todos los sacrificios que he tenido que hacer, y los que hicieron mi familia y Alexandra para llegar a ese punto, en el que después de tanto trabajo planeando el viaje por fin lo veíamos culminado. También estaba pensando en todas las historias de venezolanos que he conocido y no han tenido la oportunidad de ver algo tan grandioso como lo es uno de los paisajes más espectaculares de su país.

—¿Qué impresión te queda de Venezuela actualmente?

—Mucha alegría y mucho agradecimiento con la gente por todo el cariño. Siéndote muy honesto, afortunadamente la gente me quiere mucho aquí y yo también los quiero mucho, pero también me han tirado mucho hate (odio), y veo que se tiran hate entre venezolanos. Entonces todo ese tipo de negatividad a mí me da tristeza porque hay cosas que luego la gente no ve, no se dan cuenta de las cosas bonitas que podrían disfrutar y que se podrían lograr trabajando en conjunto por estar tan enfocados en lo negativo.

Entonces, ¿actualmente qué sentimiento me da? Pues mucha satisfacción, mucha gratitud, pero también yo creo que me gustaría que cada vez más la gente empiece a dejar sus problemas de lado. Los venezolanos tienen mucho potencial, al igual que toda Latinoamérica. Tenemos cosas tan positivas, una forma de ser tan cálida que no se tiene en otros lugares del mundo, y lamentablemente a veces por cosas tan tontas como diferencias personales, sociales o políticas terminamos desperdiciando todo ese potencial que tiene Latinoamérica.

—¿Y qué mensaje le darías a los venezolanos? Tanto los que están aquí, como los que han tenido que migrar.

—A los que están aquí, que sigan trabajando por tener lo que han luchado por tantos años, que es bienestar, felicidad, dejando aparte si son de un lado o del otro. Al final todos quieren lo mismo: ser felices y lograr sus sueños. Siempre uno cree que es el que está bien y el otro es el que está completamente mal, y el mensaje que les puedo dar es que sigan luchando por su país. Y que dejen de pensar que el que se fue es porque abandonó a su país, pues cada quien tuvo su realidad y sus motivos.

El que se tuvo que ir también la está pasando mal, o le puede ir bien, pero no quiere decir que no ame y no extrañe a su país. Y también me da arrechera que la gente que se fue quiere que el que está aquí esté sufriendo. Si ven que a alguien le va bien, piensan que tiene que ser malo por algún motivo, entonces que dejen de estarse odiando entre los que están adentro y están afuera.

Seguir sus sueños

Alex Tienda, un viajero que se enamoró de Venezuela
Foto: Cortesía

A pesar de las profundas diferencias políticas o religiosas, existe un factor común que Alex Tienda ha podido notar en cada cultura que visita. “Todos tenemos sueños, todos tenemos una vida que para nosotros es la correcta y queremos ser felices”, recalca. Por eso, considera absurdo que los seres humanos dediquen su tiempo en peleas o controversias en lugar de perseguir sus metas personales.

“Mientras más viajas y más culturas vas conociendo, también vas abriendo más tu mente, vas entendiendo que no todos piensan como tú, o como tu comunidad. Mientras más vas saliendo de esa burbuja en la que vivimos, vas aprendiendo a ser más empático y tolerante. A entender que cada quién ve la vida de diferente manera”, asegura.

Por eso, aunque reconoce que a veces también cae con frecuencia en la trampa de responder a los mensajes negativos y estar predispuesto a lo que se puede comentar sobre él, intenta llevar una vida enfocada en la realización de sus propios sueños. Uno de ellos es tener su propio avión para viajar a cada vez más lugares. También practica constantemente la batería con la esperanza de retomar su faceta de músico haciendo colaboraciones con sus amigos. Entre los artistas con los que le gustaría trabajar en el futuro, está el venezolano Danny Ocean. El sueño de ser un youtuber famoso ya parece estarse volviendo realidad.

Alex Tienda, un viajero que se enamoró de Venezuela
Foto: Cortesía

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En la rama de ayudas sociales, aunque señala que por el momento no tiene planeados más proyectos en Venezuela, afirma que mantendrá el contacto con Unos Venezolanos para supervisar el mantenimiento de la Casa Chamitos en Petare. Añade que tiene otros proyectos similares tanto en México como en otros países, aunque dice que su función es simplemente la de servir como imagen pública y puente entre las organizaciones que hacen el trabajo y las personas que ayudan con sus donaciones.

“De Venezuela voy a estar muy conectado de aquí hasta que me muera. Toda la vida voy a seguir diciendo que soy tan venezolano como la arepa y voy a estar regresando mucho. Tengo ganas de hacer contenido de otros lugares de Venezuela que me faltaron, pero ya habrá otra ocasión”, promete.

Ya la tarde cae sobre el cielo caraqueño, despejado de nubes tras la lluvia. Para José Alejandro, o Alex Tienda, el terminar frente aquella estampa caribeña, vistiendo una camisa floreada, es parte de ese camino lleno de desvíos y bifurcaciones que lo trajo hasta allí. Un camino que continuamente va delineando hacia el futuro, que todavía es incierto.

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