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- El ritmo a seguir en los nuevos nexos entre la FAN y el Ejército colombiano estará supeditado a aspectos como la visión de paz total de Petro, asegura el historiador Luis Alberto Buttó. Para Francine Jácome, directora ejecutiva del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos, es fundamental restaurar la confianza mutua
En la nueva fase de las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela un aspecto clave son los vínculos entre los Ejércitos de ambos países. Aunque los ministros de la Defensa han iniciado el acercamiento, la tarea no luce tan inmediata ni tan sencilla.
La ruptura de relaciones entre ambos países, que fue decidida por Nicolás Maduro en febrero de 2019 después de que el entonces presidente Iván Duque reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, quedó atrás con la llegada de Gustavo Petro al poder.
Sin embargo, el ritmo a seguir en el área castrense dependerá de aspectos como la visión de paz del mandatario colombiano, el personalismo de ambos presidentes, el rescate de la institucionalidad y de la confianza mutua.
“El restablecimiento de las relaciones bilaterales entre Colombia y Venezuela es un proceso lento y lleno de muchos retos y en el campo militar más aún. No basta con decirlo o decretarlo”, señala Francine Jácome, directora ejecutiva del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos.
Indica que, al analizar la relación bilateral en un contexto general, para Colombia, las prioridades han sido los temas consulares y los temas económicos.
Sobre esto, Luis Alberto Buttó, historiador e investigador de asuntos castrenses, asevera que las relaciones militares entre Colombia y Venezuela no pueden verse como elementos separados porque forman parte de un conjunto mayor.
“En ese conjunto mayor, esas relaciones tendrán algún grado de subordinación. Es decir, esas relaciones deben verse en el contexto general en las relaciones entre Venezuela y Colombia que implican aspectos muy diversos como lo social, lo económico, lo cultural, lo político. Esas relaciones están condicionadas por los propios objetivos estratégicos que cada uno de sus países tengan”, enfatiza.
Buttó añade que en Venezuela se tiende a dar una importancia fundamental a esta relación con Colombia. Pero ese país no necesariamente está centrado en su relación con Venezuela porque se mueve en unos contextos mayores: “Por ejemplo, su relación con Estados Unidos que tiene que ver con aspectos como la guerra contra el narcotráfico”.
El historiador subraya que la evolución del contexto mayor marcará el ritmo de las relaciones militares.
Recuerda que, en otros momentos históricos de los vínculos colombo-venezolanos, existieron mecanismos de relacionamiento de términos militares entre la Fuerza Armada Nacional (FAN) y el Ejército colombiano. Sostiene que habrá que estudiar en qué medida esos mecanismos pueden reactivarse.
Visión de paz e institucionalidad
Luis Alberto Buttó afirma que habrá elementos decisivos dentro de la nueva etapa de las relaciones militares entre Venezuela y Colombia.
Refiere, por ejemplo, el concepto de paz total que va a desarrollar el gobierno de Gustavo Petro.
“Allí la narrativa está muy clara. Es decir, dudo que todos los que estamos observando el asunto pudiésemos tener suficiente claridad sobre lo que significa el concepto de paz total”, acota.
Francine Jácome cree que la posibilidad de negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha obligado a llevar la negociación también al campo militar, de poner en la agenda algún tipo de diálogo. “Yo no lo llamaría cooperación, porque no hay otra alternativa”.
Destaca que la solicitud de Petro a Maduro de que funja como uno de los garantes en las negociaciones de paz no es algo nuevo, por cuanto ya el régimen de Venezuela ha participado en estos procesos.
El Administración de Maduro fue garante del proceso de negociación con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entre los años 2012 y 2016, en La Habana, Cuba.
“Al presidente Gustavo Petro y a Colombia le decimos: Venezuela acepta el carácter de garante de las negociaciones y de los acuerdos de paz de Colombia con el ELN y pondremos nuestra mejor voluntad, en nombre de Dios padre todopoderoso, por la paz total de Colombia”, dijo Maduro, el 14 de septiembre.
Luis Alberto Buttó señala que el interés del gobierno de Petro va más allá y es tratar de resolver un conflicto que se ha hecho prácticamente endémico en Colombia, tras más de 50 años de conflicto interno.
“Los grados de violencia a lo interno de la sociedad colombiana no solamente están centrados en el aspecto de la actuación de una guerrilla como la del ELN, también tiene que ver con grupos paramilitares y la actuación del narcotráfico”, recuerda.
Confianza mutua
A juicio de Jácome, el problema fundamental va a ser el restablecimiento de una confianza mutua entre los Ejércitos de ambos países.
“Tenemos que tomar en cuenta que llevamos 20 años, o más, considerando que, dentro de la Fuerza Armada Nacional (FAN), la principal hipótesis de conflicto ha sido Colombia. Y la tensión se ha exacerbado durante el gobierno de Nicolás Maduro no solo por el discurso belicista, sino también por las acciones”, sostiene.
Cree que un punto neurálgico, especialmente en el ámbito militar pero también en el consular y los demás, es el restablecimiento de la institucionalidad.
De esta manera, expresa que lo más conveniente es que las relaciones no sean de presidente a presidente o entre los ministros de la Defensa. En este punto, destaca la necesidad de restaurar la institucionalidad y los espacios de diálogo que existieron anteriormente como la Comisión Binacional de Fronteras (Combifron).
“No estoy segura de que eso vaya a pasar. Tenemos dos presidentes que son bastante personalistas. Entonces, no sé si tanto Maduro como Petro estén dispuestos. Pero si estamos planteando un restablecimiento de las relaciones a corto, mediano y largo plazo, debe establecerse esa institucionalidad es importante”, advierte.
Por lo pronto, hay algunas señales con el anuncio de la conformación de las mesas técnicas que definirán los ministerios de la Defensa de ambos países.
El 24 de septiembre, tras la reunión entre el ministro de la Defensa venezolano, general en Jefe Vladimir Padrino López, y su homólogo colombiano, Iván Velásquez Gómez, acordaron instalar mesas de trabajo binacionales para abordar diversos temas de seguridad.
La información fue aportada por Padrino López, al término de la reunión con Velásquez Gómez, en San Antonio del Táchira. El militar dijo que se avizora “una relación armónica, productiva y fructífera”.
Por su parte, el ministro colombiano señaló que se trata del inicio de unas relaciones de mucho beneficio para la región y para la frontera común.
“Definimos los primeros pasos que debemos adelantar, el establecimiento de una mesa técnica, en la que se empiecen a definir los primeros pasos y un cronograma que lleve finalmente también al restablecimiento pleno de las relaciones militares entre los dos países”, expresó Ivàn Velásquez Gómez.
