Email
- Gustavo Carrasquel, director de la organización Azul Ambientalista, señaló que uno de los objetivos del programa está enfocado en la recuperación de los bosques de costa, por lo que han sembrado al menos 20 cocoteros en playa Grande
Los ecosistemas marinos costeros en Venezuela están severamente amenazados principalmente por los constantes derrames de petróleo e hidrocarburos de todo tipo, los vertidos de agua residuales, la contaminación por plásticos y la deforestación de los bosques de costa. Así lo describe Gustavo Carrasquel, director de la fundación Azul Ambientalista.
En este sentido, la organización venezolana empezó a trabajar en un programa de restauración del bosque de costa en playa Grande, en Choroní (estado Aragua). Este está orientado a la recuperación de los corales marinos, la bahía, los bosques de costa y la rivera de los ríos.
Recientemente, la fundación comenzó con la plantación de árboles en playa Grande con el objetivo de restaurar las galerías de bosque, comenzando con el cocotero.
Sin embargo, el director de Azul Ambientalista explicó en entrevista para El Diario que, al igual que los manglares, plantar coco no es una operación sencilla, debido a que se requiere de un proceso de germinación en viveros y de evaluación de la hidratación del área a plantar.
“En playa Grande le fue cerrada su hidratación, es decir, las quebradas y otras fuentes de agua dulce fueron tapadas”, destacó.
Sin embargo, contó que la municipalidad instaló un tanque con una bomba con el que se riegan los árboles. Además, ya tienen aprobación para reactivar los canales de las acequias para nutrir la costa.
Plantación de cocoteros
Gustavo Carrasquel precisó que gracias a la donación de la gerencia de Cocoloco Hotel, quienes germinaron 400 matas de coco, iniciaron con la plantación de los cocoteros.
Antes de comenzar con la plantación, realizaron un estudio y determinaron que existía un parásito que estaba afectando a esta especie, producto de la deshidratación. No obstante, con el tiempo esos agentes patógenos desaparecieron.
Destacó que el cocotero tiene una vida útil de aproximadamente 100 años y muchos de los que se encuentran en playa Grande ya pasaron su periodo óptimo y están muriendo, por lo que se debe repoblar la zona.
Es por eso que iniciaron con la plantación de una franja con 20 cocoteros y están preparando la siguiente área. Carrasquel agregó que también tienen pensado realizar platancios en el río Tipire.
En cuanto a la restauración de los ecosistemas, el periodista ambiental indicó que es un proceso de biorremediación que va “de mitad de la mano del hombre y mitad de naturaleza”.
Playa Grande, una de las más contaminadas
Gustavo Carrasquel explicó que playa Grande es una de las playas más contaminadas de Venezuela. La rivera del río Tipire también es una zona gravemente afectada.
“Los vertidos de aguas negras en el área son evidentes. A través del río Tipire, de las poblaciones que están en las montañas, baja mucha basura. Ese panorama también se ve en algunas playas de La Guaira (Vargas) y las costas del estado Falcón”, añadió.
La fundación Azul Ambientalista realizó anteriormente una gira por varias playas de Venezuela en conjunto con la Federación Venezolana de Surf y el Comité Olímpico. En el recorrido lograron obtener un muestreo de los microplásticos de 20 playas, evaluaron la calidad de las aguas y su tipología.
Es por eso que en Choroní lograron hacer un diagnóstico acertado hacia donde tenían que orientarse.
“El programa contempla la restauración de los corales marinos porque la Unomia stolonifera (coral blando) ha colonizado Valle Seco y Choroní, por lo que estamos trabajando con Proyecto Unomia, con el instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y recientemente con la dirección de diversidad biológica del Ministerio del Ambiente que está ayudando en esa situación”, detalló.
Además, también evaluaron la contaminación de la arena y cómo ha sido impactada por los microplásticos. En este sentido, Carrasquel aseveró que tienen un programa permanente de retiro de plásticos de todos los tamaños en playa Grande y el río Tipire.
El ambientalista comentó que las actividades de recolección han sido permanentes desde que iniciaron hace un año. Los plásticos están yendo a un centro de reciclaje que están instaurando, que a su vez desean que sea una escuela de reciclaje para enseñar un modelo de economía circular.
El comienzo de las restauraciones
Gustavo Carrasquel recordó que el 1° de marzo de 2019, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró el Decenio de las Naciones Unidas sobre la Restauración de los Ecosistemas (2021-2030).
Este tiene el objetivo de reunir al mundo para prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo, así como mejorar la seguridad alimentaria, el suministro de agua y la biodiversidad.
El especialista contó que la fundación Azul Ambientalista se suscribió a ese objetivo y comenzaron con un recorrido en alianza estratégica con la Federación Venezolana de Surf, a través de su presidenta Thaina Luna, y el Comité Olímpico Venezolano, para instaurar brigadas ambientales para el retiro de plásticos y para generar programas de educación ambiental orientado hacia el tema del reciclaje.
“Se empezó con la restauración de ecosistemas. En ese recorrido pudimos realizar una jornada de plantación de matas de coco en Chichiriviche y se logró recuperar el delta de un río contaminado y estancado en Chirimena, estado Miranda”, puntualizó.
Carrasquel contó que el proyecto Choroní inició desde hace varios años, cuando comenzó a realizar su tesis para el doctorado en gestión ambiental que realizó en la Universidad Rafael Belloso Chacín, en Maracaibo (Zulia).
“Allí estudié el Lago de Maracaibo y comencé a idear las formas de llevar todo ese conocimiento a Choroní”, resaltó.
Aunque se especializó en el tema de la restauración de manglares, también aprendió sobre corales marinos, los bosques de costas y cómo estudiar las condiciones ecosistémicas.
Alianzas para la recuperación de las zonas
El periodista ambiental indicó que el trabajo de restauración generó una alianza con Julio Manuel Liendo, un activista ambiental de Choroní que ha incentivado la activación de los servicios públicos, como el retiro de la basura, el tema del agua y electricidad y la recuperación de los espacios públicos.
“Ya él venía con un incipiente programa de reciclaje, ya estaba guardando plásticos separados por tipos porque lo habían orientado que el plástico de alta densidad (gaveras, sillas y mesas) es más rentable su comercialización”, señaló.
Cuando decidió quedarse en Choroní, donde también pasó a formar parte de la directiva del Consejo de Pescadores Renacer Choroní, inició una coalición con la fundación Todo verde.
“Ya venían colaborando también los consejos comunales de Puerto Colombia y Choroní y algunos activistas del pueblo”, destacó.
Sobre las limpiezas de las playas y los materiales requeridos para esas actividades, Carrasquel indicó que han recibido apoyo de la Alcaldía del municipio Girardot, del Instituto Autónomo Municipal de Ambiente y de una brigada ambiental del Ministerio del Poder Popular para el Turismo (Mintur).
A las brigadas se les ha brindado orientación y talleres sobre la recolección de plásticos. Actualmente están haciendo un trabajo en conjunto para el retiro de plásticos y aluminio para llevarlos al centro de reciclaje.
Carrasquel puntualizó que también están trabajando con la empresa recicladora Maiven, que ha colaborado con aporte de bolsas plásticos e insumos para trabajar en las limpiezas.
Afectación a las tortugas marinas
Dentro del proceso de restauración, Gustavo Carrasquel mencionó que también abordaron el tema de los nidos de las tortugas marinas y la afectación por microplásticos en las zonas de anidación.
En este sentido participaron, junto con la dirección de diversidad biológica del Ministerio de Ecosocialismo, en la temporada de tortugas marinas 2022 orientada a la conformación de una ambientación biológica en playa grande.
Carrasquel sostuvo que también tienen entre sus planes realizar un vivero para tortugas en el que se puedan hacer eclosiones más controladas.
Ampliación del programa
Gustavo Carrasquel señaló que se trata de un programa piloto que empezó en Choroní, pero que tienen pensado realizar rehabilitaciones en otras zonas donde han hecho estudios y han tipificado las playas.
El ambientalista comentó que, para expandir las acciones de restauración de ecosistemas, necesitan recursos para poder movilizarse a las playas de Chuao, Cepe, Tuja y Puerto Maya, que son las costas que les faltan recuperar del estado Aragua.
“En toda Venezuela hemos venido desarrollando programas simultáneos, empezando pilotos en Zulia, Falcón y Vargas. En el centro del país estamos iniciando con el programa para darle un ejemplo a las costas del país de cómo se debe hacer una gestión de desechos”, apuntó.
Enfatizó que para Azul Ambientalista es importante el tema de la recolección de los plásticos y brindar educación ambiental sobre un modelo de gestión para mejorar las condiciones de los ecosistemas.
