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- La Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura (SVPP) recomienda una serie de vacunas que no están en el programa público, pero son de extrema prioridad
La vacunación pediátrica en Venezuela empieza prácticamente desde el momento del nacimiento y es una práctica altamente recomendada por expertos en materia de salud para proteger a la población de enfermedades.
En varias etapas se debe cumplir con unas pautas de inmunización. No obstante, Alejandro Rísquez, pediatra, epidemiólogo y experto en vacunas; insiste en que es de vital importancia cumplirla en los primeros cinco años de vida. El Ministerio de Salud de Venezuela cuenta con el Programa Ampliado de inmunizaciones (PAI) que es una política pública que garantiza varias de las vacunas recomendadas.
Las vacunas del PAI se administran en hospitales públicos, sedes del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), oficinas regionales de salud y en jornadas especiales anunciadas por el Estado.
Por otra parte, la Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura (SVPP) recomienda un esquema de vacunación más amplio que incluye vacunas prioritarias, pero que deben adquirirse por la red privada de salud. Este esquema está respaldado por otros organismos como la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI).
¿Qué vacunas están en el PAI?
BCG: es la vacuna antituberculosa se administra a los niños recién nacidos en las maternidades o centros de salud públicos. Sin embargo, pueden aplicarse la vacuna a partir de los 2 meses si no tuvo acceso a ella recién nacido.
Antihepatitis B: se administra al recién nacido y luego varias dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad.
Antipoliomielitis: se aplican tres dosis en los bebés a los 2, 4 y 6 meses de edad. Posteriormente se pueden administrar refuerzos entre los 15 y 18 meses y entre los 3 y 6 años. Estas vacunas se administran por vía intramuscular y oral.
Antidifteria, tétanos y pertusis (DTP): también es conocida como vacuna triple bacteriana y además protege de las infecciones de tosferina. Se administra en tres dosis a los 2, 4 y 6 meses. Asimismo, se necesitan refuerzos a los 15 meses y entre los 3 y 6 años.
Antihaemophilus influenzae tipo b: se administra en tres dosis a los 2, 4 y 6 meses. Los refuerzos se pueden aplicar alrededor de los 15 meses. Además, los niños que no hayan empezado el esquema pueden iniciarlo a partir de los 2 años de edad.
Anti sarampión rubéola y parotiditis: también se le conoce como trivalente viral o triple vírica. Se administra la primera dosis a partir del año de edad y la segunda antes de los dos años de edad.
Antiinfluenza: se le conoce como la vacuna de la gripe y se aplica a partir de los 6 meses de edad en una sola dosis.
Antifiebre amarilla: se administra en una sola dosis a partir del año de edad.
Anticovid-19: recientemente se incluyó en el PAI la vacuna anticovid-19 como parte de los programas de prevención por la pandemia. Se puede administrar a partir de los 3 años de edad y hasta el momento se ha autorizado el uso de dos dosis básicas y una de refuerzo.
Vacunas que se adquieren por las red privada de salud
Antirotavirus: se administra en tres dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad. De acuerdo con el pediatra Alejandro Rísquez, esta vacuna estuvo en el PAI desde 2006 hasta 2017, cuando el Estado dejó de pagarla. Esta tiene un costo aproximado de 100 dólares.
Antineumococo: también se le conoce como anti streptococcus pneumoniae se debe administrar en tres dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad. Además, se recomienda un refuerzo a los 15 meses o iniciar el esquema, si no se pudo antes del primer año, a los 2 años de edad. Rísquez comentó que los niños venezolanos solo se pudieron beneficiar de esta vacuna sin costo por dos años. Cuesta aproximadamente 75 dólares
Antimeningococo: se administra en tres dosis a los 8, 12 y 15 meses. Esta vacuna tiene un precio aproximado de 110 dólares
Antivaricela: también se le conoce como vacuna contra la lechina y se aplica en dos dosis: la primera se administra al año de edad y la segunda a partir de los 3 años. Cuesta alrededor de 85 dólares
Antihepatitis A: se administra en dos dosis: la primera a los 12 meses y la segunda entre los 18 y 24 meses de edad. Esta tiene un costo aproximado de 95 dólares.
Anti VPH: la vacuna contra el virus del papiloma humano se puede administrar a partir de los 9 años de edad, aunque la SVPP recomienda a partir de los 10 años. Dependiendo de la edad a la que se comience el esquema, se requieren dos o tres dosis, cada una con un precio estimado de 60 dólares.
¿Por qué es importante vacunar a los niños desde recién nacidos?
Alejandro Rísquez explicó que la mayoría de las enfermedades prevenibles por vacunas fueron en algún momento epidemias mortales. También hay otras patologías que son endémicas (propias de la región) o de las que pueden surgir brotes que afectan a la sociedad.
Algunos de estos fármacos combaten virus y otros bacterias. Además algunas de ellas pueden prevenir algunos tipo de cáncer como la vacuna contra el VPH que previene el desarrollo de cáncer de cuello uterino y de genitales.
“Es importante comenzar la vacunación a muy temprana edad porque los bebés son la población más vulnerable. También porque son los principales propagadores de enfermedades infecciosas en los hogares, especialmente cuando ya van a guarderías o preescolares”, señaló el epidemiólogo e den entrevista para El Diario.
El especialista detalló que al inmunizar a los niños se evita una enfermedad grave y además se reduce el riesgo de contagio a los adultos que viven en la misma casa o comunidad.
Agregó que otra forma de comenzar la inmunización de forma temprana es vacunar a las madres embarazadas para que los niños nazcan protegidos. Sin embargo, esto no aplica para todas las vacunas y se debe consultar con el médico tratante.
Vacunas prioritarias
Pese a que toda la vacunación es importante, algunas vacunas son de extrema prioridad en Venezuela porque existe un alto riesgo de contagio por distintas razones o porque son enfermedades potencialmente mortales. La vacuna contra la tuberculosis o BCG está entre las prioritarias debido a que es una enfermedad con riesgo de muerte para niños y adultos.
Venezuela, Haití y Perú registran una baja cobertura de vacunación antipoliomielítica para prevenir esta enfermedad por lo que tienen un mayor riesgo de brotes. Esta es una enfermedad discapacitante y altamente mortal. La fiebre amarilla, por su parte, es endémica en Venezuela, por lo que es obligatoria la administración de la vacuna.
La vacuna triple bacteriana también está entre las de mayor prioridad, debido a que en los años 2016 y 2019 hubo un resurgimiento de casos de difteria en Venezuela. La inmunización contra la bacteria haemophilus influenzae tipo b previene afecciones graves como la meningitis que puede causar un daño neurológico severo o incluso la muerte.
La vacuna contra el neumococo protege de la bacteria streptococcus pneumoniae que puede provocar casos graves de neumonía. Otra de gran importancia es la antihepatitis A, debido a que un caso muy severo de esta enfermedad podría requerir un trasplante de hígado que son de difícil acceso en Venezuela.
La vacuna contra el VPH es de vital importancia, ya que se estima que 80 % de la población sexualmente activa contraerá el virus en algún momento de su vida. Además esta afección es la principal causa del cáncer de cuello uterino, segunda causa de muerte por cáncer en mujeres venezolanas.
Finalmente la vacuna contra el covid-19 es prioritaria, porque aún no ha terminado la pandemia por el virus. En Venezuela todavía se registran contagios diarios, aunque las muertes se redujeron considerablemente.
Cómo acompañar y reforzar la inmunización
Rísquez invitó a los padres a confiar en la seguridad de las vacunas, ya que la evidencia científica muestra la reducción de las enfermedades y que la mayoría de ellas tienen pocos efectos colaterales.
Una forma de apoyar el trabajo que hacen las vacunas es promoviendo la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y prolongarla con la alimentación complementaria al menos hasta el primer año de vida para fortalecer el sistema inmune del bebé.
Para mantener esa inmunidad con los años, Rísquez recomienda suministrar al niño una alimentación saludable asesorada por el pediatra. Además, insiste en que una crianza respetuosa y afectiva también refuerza la salud del niño.
“Es importante garantizar a todos los niños el acceso a un pediatra y puericultor para detectar cualquier señal de alarma de una enfermedad y atenderla a tiempo”, agregó.
Finalmente, el especialista comentó que el trabajo de inmunización se puede continuar o incluso empezar en la adolescencia en caso de que no se cumpliera con el esquema de vacunación durante la infancia. A esto se le conoce como vacunación de rescate y también es un aporte a la prevención de enfermedades.
