• Aunque más de 2.000 km separan a las ciudades de Maracaibo y Quito, los feligreses reafirman su fe acompañando a la también llamada Chinita para continuar con una tradición que lleva más de 300 años de historia | Foto principal: Fabiana Cantos

El característico sol de las mañanas de Quito, capital de Ecuador, acompañó el 13 de noviembre a cientos de venezolanos en la Iglesia Católica Cristo Resucitado, ubicada al sur de la ciudad. En ese lugar, se llevó a cabo la bajada y, una semana después, la misa solemne para conmemorar la aparición de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, conocida como La Chinita.

Aquel día, varios devotos aguardaban en la entrada de la iglesia con ramos de rosas mientras esperaban el ingreso. Entretanto, otros vendían productos típicos de Venezuela como las catalinas y la malta. Algunos se iban reconociendo y estrechaban un abrazo. La mayoría eran oriundos del estado Zulia y, aunque ahora no estén en su país, ese día honrarían a su patrona, que además es uno de los íconos más representativos de la religiosidad en Venezuela.

No bastó mucho tiempo para que la iglesia comenzara a llenarse. Varios llegaban en familia, pues la devoción por la Virgen de Chiquinquirá comienza a arraigarse desde los primeros años por el núcleo familiar y se convierte en una figura omnipresente para el zuliano.

Por su parte, algunos ecuatorianos acudieron a la misa regular y allí notaron que se trataba de una festividad especial. “¿Ya van a sacar a la virgen?”, preguntaba con curiosidad una de las asistentes.

Suma de intenciones

Durante la ceremonia, el padre Rubén Parra tomó algunos minutos para explicar cómo ocurrió el acercamiento con el grupo de zulianos que en 2019 le preguntó si podían colocar la imagen de su virgen dentro de la Iglesia Católica Sagrada Familia de la Rumiñahui, donde él estaba anteriormente.

Más adelante, este grupo llamado Chiquinquireños en Ecuador consiguió traer una réplica enviada desde la Basílica de Maracaibo. En ese sentido, el padre también aceptó que comenzaran a realizar la bajada de la Virgen de Chiquinquirá en aquella iglesia.

“Recuerdo que quedé asombrado de toda la alegría que ustedes encuentran en esta bajada”, expresó el clérigo a los asistentes.

Día de La Chinita: una celebración que reúne a cientos de venezolanos en Ecuador
Foto: Fabiana Cantos

En ese aspecto, también recordó que en 2020 lo cambiaron de parroquia, pero dijo que “no iba a dejar a La Chinita en ese lugar, sino que me la traje conmigo”. Desde entonces, la Parroquia Cristo Resucitado se ha convertido en el lugar del reencuentro de la fe para los migrantes venezolanos.

Uno de ellos es Nallyt Mestre, quien nació en la ciudad de Maracaibo y desde 2019 llegó al país de la mitad del mundo, donde actualmente hay cerca de 502.214 venezolanos, de acuerdo con cifras de la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela.

Mestre, por su parte, ahora preside el mencionado grupo Chiquinquireños en Ecuador, el cual está conformado por 40 venezolanos que desde inicios de año organizan las actividades por el aniversario de la virgen.

Vamos creando el lema que se va a usar, qué mantos va a utilizar la virgen, los colores, buscamos quién nos ayude con los diseños y se va trabajando en todo eso. Cuando faltan dos o tres meses, ya sabemos lo que tenemos que hacer”, explica el venezolano a El Diario.

Asimismo añade que, actualmente, son parte del consejo pastoral de la parroquia y participan en distintas actividades. De hecho, el cuarto domingo de cada mes también  realizan una misa en honor a la Virgen de Chiquinquirá, debido a que el padre Rubén destinó aquel espacio para los migrantes.

“Y ahí uno ya ve cómo los venezolanos se acercan a la virgen, rezan y miran a La Chinita”, añade.

No obstante, cada año se suman seguidores ecuatorianos. “Esos días hay una gran cantidad de gente devota de la virgen que llega a la iglesia a pedirle o a pagarle cualquier promesa. Fíjate que las flores de la bajada las donó una señora ecuatoriana de Cayambe. Nos donó más de 1.000 rosas”.

Día de La Chinita: una celebración que reúne a cientos de venezolanos en Ecuador
Foto: Fabiana Cantos

Para Mestre, la mayor satisfacción de participar en estas actividades es continuar con la devoción hacia la Virgen de Chiquinquirá. Afirma que esa veneración es la única que tiene hacia un santo o una virgen y le fue inculcada por tradición familiar. También recuerda que su familia materna es de un sector cercano a la Basílica de Maracaibo, por lo que en sus memorias están las celebraciones a La Chinita.

Entre gaitas y arraigos

Al terminar la eucaristía, otro grupo de venezolanos trasladaban las tamboras y los furrucos en las inmediaciones del altar, pues el sonido de la gaita zuliana es una parte per se de esta festividad. Si bien es cierto que durante años este género musical ha sido un medio para exaltar las protestas de los zulianos, también ha sido un himno de alabanzas para su virgen. Al cabo de unos minutos, el grupo Ecuagaita comenzó a tocar “Reina Morena” y, de inmediato, aproximadamente cerca de los 400 asistentes se sumaron a aquel canto entre aplausos.

Por su parte, el padre Rubén observaba aquella escena desde su asiento. Aunque no comparte el mismo gentilicio que la mayoría de los asistentes, se ha familiarizado con aquellas melodías en los últimos cuatro años y también tarareaba sus letras.

Minutos después, fue retirada la tela que cubría la imagen de la patrona de los zulianos. Estaba decorada con rosas, tenía cuatro ángeles a los lados y encima la cubría una corona. Las gaitas continuaban, era el turno de “La elegida” y, mientras entonaban “milagro, el 18 de noviembre hubo un milagro”, varios asistentes sacaban sus teléfonos para tomarle una imagen a La Chinita y guardar aquel momento.  

Día de La Chinita: una celebración que reúne a cientos de venezolanos en Ecuador
Foto: Fabiana Cantos

Valeria D’Orazio participa cada año como voluntaria en este evento religioso. Nació en Maracaibo y tiene 7 años en Ecuador. Comenta que el 18 de noviembre es una fecha especial para ella y que casualmente llegó al país andino un día como ese. En tal sentido, recuerda que la figura de la virgen ha estado presente para ella desde su infancia.   

Ves la emoción que tiene tu familia al momento de llegar esta fecha y se contagia tanto el sentir que se hace parte de ti. Y ahorita por lo lejos que está uno es como esa cercanía que tienes con la casa. Básicamente, es verla y acordarte de dónde vienes”, explicó la venezolana.

Las gaitas continuaban mientras varios hombres llevaban la figura de la virgen sobre sus hombros por toda la iglesia. Los asistentes comenzaron a lanzarle pétalos de rosas y acercarle los ramos de flores con los que esperaban en la entrada.

Entre los visitantes también estaba Verónica, una joven de Barquisimeto, estado Lara. Aunque no haya crecido con la ferviente devoción a esta virgen, expresó que para ella fue impresionante presenciar aquella celebración.

“Es reconfortante ver cómo una parte de nuestro país se mantiene con su cultura intacta”, añadió.

Luego de una semana, el domingo 20 de noviembre se llevó a cabo la misa de la solemnidad. Nuevamente, la Virgen de Chiquinquirá acompañó a los migrantes zulianos, quienes elevaron sus oraciones por un año más de la aparición de su patrona. La virgen volvió a salir en una pequeña procesión alrededor de la iglesia. Aquel símbolo del estado Zulia ha traspasado fronteras y también acompaña a sus devotos donde quiera que estén.

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