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- La medida representa un avance para las personas que buscan el reconocimiento de su identidad. Durante el transcurso de la protesta se reunieron con el fiscal Tarek William Saab, el Defensor del Pueblo Alfredo Ruiz, y el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez, afines al régimen de Nicolás Maduro | Foto: José Daniel Ramos (@danielj2511)
Tras nueve días de protesta, cuatro activistas levantaron este martes 29 de noviembre la huelga de hambre y el encadenamiento que los mantenía postrados en las afueras de la Defensoría del Pueblo en la plaza Morelos de Bellas Artes (Caracas).
La decisión se tomó luego de que se reunieron con la directiva de la Asamblea Nacional (AN) oficialista y acordaran que se garantizara el cambio de nombre a un primer grupo de 10 personas trans en el Consejo Nacional Electoral (CNE). Esta medida se llevará a cabo el miércoles 7 de diciembre.
A la fecha se tiene un registro de al menos 260 personas trans interesadas en cambiar su nombre. Se espera que la AN notifique a los rectores del CNE para que procedan a crear un protocolo que facilite el trámite y las personas trans logren modificar su cédula de identidad de acuerdo con lo establecido en el artículo 146 del Registro Civil.
El artículo 146 de la Ley Orgánica del Registro Civil establece que cualquiera puede cambiar su nombre “por una sola vez” ante el registrador cuando el que llevaba sea “infamante, atente contra su integridad moral, honor y reputación o no se corresponda con su género”. A la fecha, no se le permitía a ninguna persona trans cambiar su nombre.
La medida acordada implica que las personas trans pueden cambiar su nombre acorde a su identidad, pero no el género que aparece en su cédula y con el que fueron registrados al nacer. Sin embargo, representa un avance ante la serie de exigencias que ha levantado la comunidad LGBTIQ+ durante los últimos años en Venezuela.
Encadenados por una acción concreta por la comunidad LGBTIQ+ en Venezuela
El equipo de El Diario siguió parte de la protesta que mantuvo a Koddy Campos, Jorge Moreno, Paúl Martucci y Johan Chavarría hasta el lunes 29 de noviembre en la plaza Morelos, donde hicieron huelga de hambre y estuvieron encadenados parcialmente.
Ni el frío ni la lluvia detuvo a los jóvenes que se mantuvieron en la plaza resguardados primero con unos cojines, luego con unas carpas. A lo largo de los días, flexibilizaron la huelga de hambre y el encadenamiento, por lo que pudieron ingerir líquidos, además, se verificó su estado de salud constantemente.
En el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) reposan seis causas relacionadas a la comunidad LGBTIQ+, se creó una Fiscalía especial para atender las denuncias y además, se han promovido ordenanzas municipales en favor de la no discriminación, sin ningún avance concreto. Briceño destacó que esto se debe a la promoción de la agenda antiderechos y religiosa dentro de los organismos del Estado.
Las principales exigencias fueron la derogación del artículo 565 del Código de Justicia Militar por penar la homosexualidad en las Fuerzas Armadas, el debate del matrimonio igualitario en la AN, el reconocimiento de las familias homoparentales según la sentencia 1.187 del TSJ y la aplicación del artículo 146 del Registro Civil sobre el cambio de nombre de personas trans.
“Los derechos se luchan y se luchan en la calle, podemos ser mucho más de lo que somos ahorita y demostrar que la población LGBTIQ+ sí le importa sus derechos”, dice Kobby, quien tiene más de 15 años en el activismo. Destacó también el apoyo de otras organizaciones y movimientos sociales, como el feminista y el de los trabajadores. “Nos demostraron que la comunidad LGTIQ+ no está sola”, subrayó.
Nueve días de incertidumbre para los activistas
Durante el transcurso de la huelga, los activistas exigieron la respuesta de la Defensoría del Pueblo para que se pronunciara en favor de sus exigencias. No fue hasta el 23 de noviembre que el encargado del organismo, Alfredo Ruiz, se pronunció y comentó que promovería el debate de los temas denunciados con otros organismos del Estado.
No obstante, los que se mantuvieron en protesta denunciaron que durante los primeros encuentros con Ruiz, se burló de la acción que estaban llevando a cabo. Además del defensor del Pueblo, también se reunieron y establecieron una mesa de trabajo junto al fiscal Tarek William Saab, y el presidente de la Asamblea Nacional Jorge Rodríguez, afines al régimen venezolano, quien posteriormente facilitó la declaración del 29 de noviembre.
Mientras esperaban avances, la desesperación, estrés y ansiedad fueron algunos de los sentimientos que pasaron por la mente de Koddy, Paúl y Johan. Chavarría mantuvo la fuerza para aguantar varios días encadenado gracias a que mentalizó que se cumplirían sus exigencias, pues para él el Estado debe garantizar los derechos de la comunidad LGBTIQ+.
Sobre todo, Johan Chavarría pensó en los jóvenes que son echados de sus casas por su orientación sexual o identidad de género y en las personas que como él, con discapacidad, sufren de discriminación en distintos espacios. La lluvia lo afectó y llegó a tener fiebre debido al clima, pero continuó con su objetivo.
Jorge Moreno, con 19 años, fue el último de los activistas que se integró a la protesta el viernes 25 de noviembre. Se enteró de la huelga por Instagram y se sumó. Durante un tiempo él quiso ser piloto, pero al enterarse de que siendo gay podría ir a la cárcel según la ley, abandonó la idea.
Un futuro incierto para la comunidad LGBTIQ+ en Venezuela
En la tarde del 29 de noviembre todos los activistas que se encontraban encadenados en Bellas Artes, incluyendo los encadenados, se dirigieron a la AN con pancartas que expresaban sus exigencias para reunirse junto a la directiva del organismo.
Julio Nuño, quien hace activismo desde los noventa y acudió a apoyar la convocatoria, señala como “contundente” la convocatoria debido a la incidencia que generó la noticia. “Utilizamos todos los recursos y solo quedó esto. O es ahora o es nunca”, sentenció y destacó que ahora se está hablando con mayor frecuencia y existe mayor visibilidad de las exigencias de la comunidad LGBTIQ+ en Venezuela.
“Todos esperamos que no sigan poniendo un pañito de agua tibia ante un problema que tiene varios años. Estamos pidiendo que se cumplan normas que ya están allí, pero no se ejecutan. Esperamos que nos tomen en cuenta y nos traten como personas. No estamos pidiendo algo extraordinario, estamos pidiendo igualdad de derechos como cualquier venezolano”, subrayó Jessica Ramírez.
Al final de la jornada se dio a conocer sobre la noticia sobre que se permitirá a un grupo de personas trans cambiar de nombre en diciembre. Aunque representa un avance para la comunidad LGBTIQ+, aún quedan varios pendientes que permiten afirmar que el Estado venezolano no está cumpliendo con la comunidad sexo género diversa.
