• La agrupación uruguaya regresa a Venezuela para presentarse en el Cúsica Fest. Este año estrenaron su disco Lámina once | Foto principal: Jerónimo López 

La conversación con Roberto Musso se retrasa unos minutos. Era a las 2:00 pm, vía Zoom, pero el cantante de El Cuarteto de Nos pidió un tiempo más. Uruguay está a punto de quedar eliminado del Mundial Catar 2022 a pesar de haberle ganado 2 a 0 a la selección de Ghana.

Una vez el árbitro alemán Daniel Siebert pitó el final del partido, se desvanecieron las aspiraciones de la Celeste de avanzar en la competencia, en la que Uruguay tuvo una participación de ensueño en 2010.

“Ando con emociones encontradas. Fue un partido en el que Uruguay jugó bien, pero quedamos eliminados por los errores de los partidos anteriores. Pero ya. Acá se vive muy intensamente. Es solo fútbol, no más. Cuando haces el balance, no merecía clasificar Uruguay, especialmente por lo mal que jugó contra Corea del Sur y contra Portugal”, dice el músico, quien para el momento le hinchaba a Argentina o Brasil, más allá de rivalidades regionales.

El Cuarteto de Nos, la banda que se aleja de la parodia del rock
El Cuarteto de Nos | Foto: Alejandro Kaminetzky 

Cuenta que se alegraron un montón cuando se dio la posibilidad de volver a Venezuela. “Recordamos las primeras veces que fuimos por allá entre 2009 y 2010. Fueron nuestras primeras incursiones por el norte del continente. A Venezuela siempre la vimos como un lugar donde teníamos un montón de fans que conocían de manera bárbara las canciones del disco Raro y Bipolar, en aquel momento. Recuerdo el concierto en el Anfiteatro del Sambil, con un montón de gente que se sabía todas las canciones como si nos conocieran desde hace tiempo. Luego se cortaron nuestras visitas. Ya son más de 10 años que no vamos. Espero que este reencuentro sirva para ir más frecuentemente”, indica el vocalista de El Cuarteto de Nos, agrupación que se presentará el sábado 17 de diciembre en la Universidad Simón Bolívar, donde se realizará la segunda edición del Cúsica Fest, al que llega con un disco recién estrenado: Lámina once.

Para este nuevo álbum hicieron un podcast llamado La lámina que no está, en el que cada capítulo es una entrevista a un personaje relacionado al tema sobre el que se canta en el álbum.  

Hace un año no solo me comentó cómo en ese concierto desde los primeros acordes la gente cantaba sus canciones, sino como los venezolanos en Montevideo se acercaban y rememoraban ese concierto

—La cantidad de venezolanos que hay especialmente en Montevideo es un montón. No paro de encontrarme con personas en cualquier circunstancia, cuando voy a comer algo por ahí. Me dicen que nos vieron en Caracas, Barquisimeto o Valencia. Hay muchos recuerdos de esos shows. Uno valora y dimensiona la cantidad de gente que fue en su momento. Cuando lo ves desde el punto de vista estadístico, es muy difícil de encontrar a alguien que haya estado en aquellos momentos y ahora lo encuentras en cualquier calle de Montevideo.  

El Cuarteto de Nos, la banda que se aleja de la parodia del rock
El Cuarteto de Nos | Foto: Alejandro Kaminetzky 

¿Cuál considera que es la fortaleza de los conciertos de El Cuarteto de Nos?

—¡Mirá! Creo que la parte energética de un concierto nuestro que en 1 hora y 45 minutos más o menos no decae nunca. Por más que sean las canciones rockeras, la más hip hop, baladas, pop o de fusión con varios géneros, la energía no baja en ningún momento. La gente, como en aquel show en Caracas, desde el primer acorde lo vive intensamente. En toda la gira latinoamericana, la gente vive la experiencia intensamente desde el primer acorde, corea todas las canciones, especialmente los jóvenes que han conectado con las líricas de las nuevas canciones. Creo que lo hablamos en la otra vuelta, es bárbara la cantidad de personas jóvenes que va a los shows. Más de 80% es menor a los 20 años de edad. Es impresionante.

Como dicen acá, vienen con un disco nuevo bajo el brazo, un álbum introspectivo y bastante reflexivo. Desde la primera canción, hay enunciados sobre cómo todo se discute y nada se argumenta, el imán en la brújula, escribir en mayúscula, el frágil imperio. Hay un proceso de observación de estos tiempos

—Sí, sí. Son canciones compuestas durante la pandemia. Hay temas que ya habían sido tratados por el Cuarteto antes, pero que todo lo de la pandemia hizo que nos explotara en la cara como sociedad y humanidad. Nos interesó mucho intentar retratar desde la lírica en este tipo de canciones. En canciones como la que vos decís, “Flan”, “Chivo expiatorio” o “Fiesta en lo del Dr. Hermes” sigue el tema de la eterna lucha por el poder. Hablan de cuestiones universales y creo que por ahí está la conexión. Además, están envueltas por una música muy potente. Hace pocos meses que las tocamos por la gira de Latinoamérica y tienen un lugar casi de clásico.

El Cuarteto de Nos, la banda que se aleja de la parodia del rock
El Cuarteto de Nos | Foto: Alejandro Kaminetzky 

Han escapado, como dicen en “Maldito show” de esa gloria instantánea. El Cuarteto de Nos ha perdurado. ¿Cuáles elementos han permitido que sigan vigentes?

—Son varios parámetros que influyen en la ecuación. A ninguno de nosotros nos gusta vivir de recuerdos. Por eso, es fundamental ese refrescamiento del setlist en vivo, tener canciones que sean vistas como frescas. Estar muy en contacto con los géneros musicales que están saliendo. No atarse a temas fundamentalista, sino usar el rock para potenciar esa fusión. Eso hace que la música sea muy interesante. La gente joven ha perdido el tabú, eso de encasillarse en un gueto de determinado género. Eso ha ayudado a tener mucho público de cabeza muy abierta. La gente joven se da cuenta de que somos una banda de carne y hueso, no una agrupación de streaming y redes sociales, sino que vivimos tocando no solo en grandes lugares, sino también en ciudades pequeñas, con aforos más chicos. Eso se valora mucho.

En Lámina once hay un vínculo importante con Venezuela. Trabajaron con Héctor Castillo en la producción, y en algunos temas también con Andy Daze

—¡Claro! Con Héctor hay una relación súper estrecha en lo profesional y personal desde que trabajamos con él en algunas canciones de Jueves. Es una persona que sabe muchísimo, especialmente de cómo sacar el jugo a los arreglos rockeros. Tiene mucha madera. Hay un diálogo interesante. Sabe cómo sacar ese sonido indie rock que nos encanta. En la grabación que fue el año pasado, durante todo este tema de la pandemia y los problemas para viajar, desafió hisopados y demás restricciones para viajar hasta Uruguay. Estuvimos 15 días acá.

El Cuarteto de Nos, la banda que se aleja de la parodia del rock
El Cuarteto de Nos | Foto: Jerónimo López 

Es el disco de menor duración de su carrera. Son casi 33 minutos

—No había medido los minutos, pero sí es corto. Es muy denso también. Son 33 minutos que se pasan volando. Hay una cuestión que nos ha pasado: intentamos hacer siempre discos muy parejos. Nunca nos ha gustado poner canciones de relleno. También siempre hemos tenido la experiencia de que por más que hagamos álbumes de más de 10 canciones, terminamos tocando unas 6 u 8. Ante un repertorio tan largo, no se le da cabida a todas las canciones que nos pueden gustar. En el show en vivo hay que hacer un balance entre las personas que van por primera vez y las que quieren escuchar lo anterior.

¿Ha tenido la oportunidad de escuchar algunas de las agrupaciones que estarán en el Cúsica Fest?

—No he visto todavía cómo está la grilla. Voy a empezar a investigar un poco en estos días.

Imagino que tras bastidores habrá chance de estrechar algunas manos

—Siempre. En los festivales está buenísimo eso porque puedes encontrarte en el backstage con mucha gente que admiras y con la que te gustaría tener alguna charla, o con aquellos que ni pensabas conocer o ni imaginabas que les gustaba El Cuarteto de Nos.

¿Qué ha pasado con el personaje de “Ya no sé qué hacer conmigo? ¿Sigue en la búsqueda?

—Sigue en la búsqueda, así como el que va a la casa de Damián sigue buscando la casa de Damián. No ha cambiado mucho. (Ríe). ¡Pobre gente, oíste! Siguen en la misma, por suerte. Continúan con objetivos en la vida. Lo peor que les puede pasar es que caigan sus objetivos y dejen de disfrutar del camino.

El Cuarteto de Nos | Foto: Jerónimo López 

Hay una frase del disco nuevo que me parece muy bonita: la felicidad no deja cicatriz. ¿Por qué?

—En la canción “Flan” dice que no hay escala ni regla que mida el dolor y remata que solo el cerdo sabe cuánto vale el jamón. Uno siempre tiene presente las cicatrices de lo que le tocó vivir, tanto en lo físico como emocional. La metáfora tiene que ver con eso.

¿Dónde ven el testigo en el futuro del rock en español?

—Si nos consideramos como unos embajadores, digamos, del rock uruguayo y latinoamericano, me parece atractiva la esencia y actitud que en sí la instrumentación. Cuando empezamos a tocar siendo adolescentes nuestros espejos eran los Rolling Stones, los Beatles, Deep Purple, Led Zeppelin, todos esos grupos emblemáticos. Sin embargo, nunca nos quisimos encasillar en el fundamentalismo que no acepta otros géneros, como dije anteriormente. Me gusta mucho más una actitud o una lítica con determinada actitud rockera que una guitarra con distorsión que quizá no diga más nada que una parodia a un género. Tenemos cuidado de eso. Cuando en nuestros shows la gente está bailando en esos pogos increíbles, eso habla mucho de la actitud rockera de la banda.

El Cuarteto de Nos | Foto: Alejandro Kaminetzky 

Desde que comenzó la conversación me llama mucho la atención el cuadro que está a sus espaldas…

—Forma parte de las ilustraciones del disco Apocalipsis zombi. Era una ficha para cada canción. Entonces, para una presentación para la prensa del álbum, creo que, en Buenos Aires, hicimos unas gigantografías. Luego, en lugar de tirarlas, nos quedamos con esas láminas y nos las repartimos cada uno.

¿Qué es la música?

—Es la vida. (Ríe). Una forma de poder disfrutar de la vida. Estar en el escenario es un momento de adrenalina mágico que es indescriptible de poder transferir a otras personas.

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