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- Al cierre de 2022 un venezolano necesitó el triple de dinero que a inicios de año para poder comprar el mismo producto como consecuencia de la inflación
Venezuela culmina un año 2022 en el que el crecimiento experimentado por la economía nacional no ha logrado impactar de igual manera en todos los sectores de la población. Esto ocurre en un contexto en el que los datos de incremento del Producto Interno Bruto (PIB) publicados por expertos, entes multilaterales y reguladores venezolanos reflejan un mejor comportamiento al esperado en las proyecciones de inicio de año.
Esto se ve reflejado en la data oficial publicada por el Banco Central de Venezuela (BCV), cuya última proyección asegura que Venezuela cerrará el año con un crecimiento de 18,7 %, el más elevado de la región.
Si bien las proyecciones del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) son más conservadoras y ubican el crecimiento en torno a un 7,2 %, lo que supone un mejor desempeño en comparación con el entre 5 % y 6,9 % que esperaban los expertos para este año.
Mejoras en los ingresos de los trabajadores
Pese a que para muchos expertos esta mejora en la situación económica no ha permeado en todos los estratos sociales, investigaciones como la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) revelaron que durante 2022 se redujo la pobreza cerca de un 5 %. Esto se traduce en que por primera vez durante los últimos siete años la tasa de pobreza se encuentra por debajo del 50 % de la población.
Luis Pedro España, investigador de la Encovi, explicó que esta reducción se debe a que durante 2022 se produjo una mejora en los ingresos de un sector importante de la población. En tal sentido, indicó que la pobreza por razones económicas se redujo de 69 % en 2019 a 58 % en 2022.
“Para poder hacer que esos venezolanos que no tienen los atributos o habilidades para acceder a ese crecimiento, el Estado debe producir políticas públicas para sacar a esos venezolanos de esa situación y poderlos meter competitivamente en el mercado”, recomendó España.
De acuerdo con el último informe del índice de remuneración en el Área Metropolitana de Caracas publicado por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la remuneración promedio de un trabajador para el mes de junio fue de 118,4 dólares, mientras que los profesionales recibieron sueldos de 175,7 dólares, los obreros 107,4 dólares y los gerentes 261,4 dólares.
Inflación y tasa de cambio
No todo fueron buenas noticias para los venezolanos durante 2022. Una realidad que se mantuvo, si bien en menor medida, fue el aumento de precios de bienes y productos, algo que impactó directamente en la capacidad de compra de la población.
Según los datos que publica mensualmente el OVF, la inflación acumulada durante el transcurso del año al cierre del mes de noviembre fue de 195,7 %. En términos prácticos, esto implica que en promedio los precios de enero de este año se triplicaron, lo que quiere decir que para lo que una persona podía necesitar 100 bolívares ahora necesita 300.
Estos altos índices inflacionarios se vieron apalancados por la variación de la tasa de cambio oficial que durante gran parte del año se mantuvo estable debido a una política de restricción fiscal por parte del régimen de Nicolás Maduro. No obstante, la acelerada depreciación experimentada por el bolívar en los meses finales del año han llevado a que el tipo de cambio tanto oficial como paralelo hayan pasado de ubicarse en 4,59 y 4,81 bolívares respectivamente a elevarse hasta 14,13 y 17,45 bolívares.
Este salto en el tipo de cambio representa una variación de la variación bolívar dólar de 207,84 % en el caso del tipo oficial. Mientras que para el paralelo la variación experimentada durante el transcurso del año fue de 262,72 %.
Canasta alimentaria
Un momento en el que los venezolanos sintieron con particular énfasis los estragos causados por la inflación y la variación del tipo de cambio fue al hacer mercado, pues aún cuando un sector importante tiene algún tipo de ingreso en moneda extranjera, esto fue insuficiente para poder cubrir sus necesidades alimenticias.
Esta situación puede evidenciarse al comparar el sueldo mensual de un trabajador con indicadores como la Cesta Petare o la Canasta Alimentaria; en ambos casos puede constatarse que existe una brecha importante.
Al cierre del mes de octubre un venezolano necesitó el equivalente a 4.049 bolívares (459,08 dólares) para pagar el costo de la Canasta Alimentaria Familiar, un indicador que está compuesto por los rubros necesarios para cubrir la dieta de una familia de cinco integrantes.
Si bien un sector de la población dispone de ingresos en dólares, para aquellos cuyo sueldo es equivalente al salario mínimo de 130 bolívares, poder tener acceso a todos los productos que componen este indicador es imposible, lo que habla de la precariedad en la que se encuentra un grupo importante de venezolanos.
PDVSA y la flexibilización de las sanciones
Parte de las razones que explican el crecimiento de la economía nacional durante el transcurso de 2022 es el incremento de los ingresos por concepto petrolero que experimentó el país. Esto se produjo principalmente por dos factores, el primero de ellos es que Petróleos de Venezuela (PDVSA) logró aumentar la producción petrolera con respecto al año previo.
El aumento en la producción estuvo acompañado además de mejores precios en el mercado internacional, principalmente por la decisión de la Unión Europea y Estados Unidos de imponer sanciones sobre el petróleo ruso tras la invasión a Ucrania.
Como consecuencia de esta decisión Venezuela pudo aprovechar unas mejores condiciones de venta de su crudo. De esta manera pudo paliar de manera parcial los descuentos a los que se ve obligada a vender el petróleo venezolano en el mercado negro para evitar las sanciones que pesan sobre la industria petrolera local.
No obstante, uno de los hechos más significativos registrados durante 2022 fue el acercamiento entre Miraflores y Washington para que Estados Unidos pueda volver a tener acceso al hidrocarburo venezolano, en un momento en el que el mercado energético mundial continúa acusando la pérdida de los millones de barriles que inyectaba Rusia.
La muestra más clara de este acercamiento fue la decisión de la Administración Biden de flexibilizar en cierta medida las sanciones, permitiendo que la petrolera estadounidense Chevron pueda reanudar los envíos de crudo a sus refinerías en Estados Unidos.
A esto se añade también los permisos concedidos para que las petroleras europeas ENI y Repsol puedan cobrar parte del dinero que les adeuda PDVSA con envíos de petróleo.
Esta flexibilización de las sanciones forma parte de las concesiones ofrecidas por Estados Unidos que permitieron reanudar el proceso de diálogo entre el régimen venezolano y la oposición.
Proyecciones para 2023
Se espera que la tendencia de crecimiento económico se mantenga durante el transcurso de 2023, no obstante, a una tasa mucho más reducida tal y como refiere el economista y director de Ecoanalítica, Asdrubal Oliveros.
El experto cree que el próximo año el PIB crecerá aproximadamente en un 4,7 %, mientras que el PIB petrolero se espera que experimente un alza de 7,9 %. Esto gracias a un aumento en la producción, que a su juicio, podría llegar a los 835.000 barriles diarios. Todo ello con una cesta petrolera venezolana de unos 66,4 dólares por barril.
Sin embargo, estas proyecciones podrían variar de forma significativa en caso de que se continúe flexibilizando el tema de las sanciones que pesan sobre PDVSA, ya que esto permitiría a la estatal poder vender su producción sin tener que recurrir a descuentos.
El impacto de un escenario como este sería significativo, ya que en la práctica podría representar que los ingresos petroleros se dupliquen sin importar si se aumenta la producción de crudo o no. El obstáculo para que esto se llegue a concretar serán los acuerdos que se logren pactar en el diálogo entre la oposición y el régimen.
