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- Se concentraron frente al hotel que acogerá una cumbre de la Celac, a la cual el líder chavista está invitado según el propio Alberto Fernández. Una de las consignas del encuentro fue “Dictadores Nunca Más”, cuando están por cumplirse 40 años de democracia ininterrumpida en el país. Foto principal: Luis Pico
“Maduro genocida, fuera de Argentina”, es la consigna que grita un grupo de personas concentradas en los alrededores de la Torre de los Ingleses, en el barrio porteño de Retiro, a las puertas de un hotel donde el martes 24 de enero se celebrará una cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), a la cual está invitado Nicolás Maduro.
Argentina ostenta la presidencia pro tempore de la Celac desde enero de 2022, y para esta reunión en la Ciudad de Buenos Aires invitó a cada uno de los 33 presidentes de los Estados miembro, sin distinciones ideológicas, situaciones económicas o el respeto a los derechos humanos. Por eso envió invitaciones, por ejemplo, a Miguel Díaz-Canel (Cuba) y Daniel Ortega (Nicaragua), que junto con Venezuela conforman una tríada de países que constantemente trae polémica en otros foros multilaterales como la Organización de Estados Americanos (OEA) o el Mercado Común del Sur (Mercosur). De hecho, quedaron excluidos de la Cumbre de las Américas que se realizó en Los Ángeles, Estados Unidos, en junio de 2022.
Desde que trascendió una posible visita de Maduro, su presencia no pasó inadvertida. Durante la semana, en redes sociales y grupos de WhatsApp circularon convocatorias con la etiqueta #DictadoresNuncaMás, con el objetivo de convocar manifestaciones de la diáspora venezolana en rechazo al líder del régimen, por el que varios consideran que se vieron forzados a emigrar.
“Hace cinco años vine a Argentina escapando tras la derrota que significó las protestas de 2017. Me parece hermoso que haya gente acá. Creo que aprendieron que el silencio no soluciona los problemas. Hay que hacerse notar. Que Maduro venga no solo es un golpe para los venezolanos, también lo es para los argentinos porque no puede ser que una persona investigada por crímenes de lesa humanidad venga acá como si nada”, comentó Alejandro Ferrer a El Diario.
Viste, como otros de sus compatriotas, una camiseta de la Vinotinto. Otros cargan banderas o pancartas, en las que se leen mensajes como “escapamos del infierno”, “Fuera dictadores” o “Maduro es Videla”, en alusión a uno de los máximos referentes de la última dictadura militar, caracterizada por acumular presos políticos y aplicar políticas sistemáticas para torturar, asesinar y desaparecer personas, como se comprobó posteriormente en el Juicio a las Juntas y el Informe Nunca Más. Tal régimen de terror concluyó en diciembre de 1983 con el retorno a la democracia de la mano de Raúl Alfonsín.
¿Qué es la Celac?
Es un organismo multilateral que busca la integración de los países de América Latina y el Caribe. Fue creado en 2010 y una de las cumbres que sentó las bases para su puesta en marcha definitiva se llevó a cabo en Caracas, en diciembre de 2011.
Para este encuentro en Buenos Aires asistirán 14 jefes de Estado. No estará presente Ortega, quien envió a su canciller. Tampoco el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien no suele salir de su país. Sí está confirmada la participación de Díaz-Canel, quien arribó a la capital argentina la noche del domingo 22 de enero. El cubano tendrá una reunión bilateral con Alberto Fernández, quien hará lo propio con su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.
A la cumbre fueron invitados los presidentes de Estados Unidos y China. Ambos enviaron representantes diplomáticos.
Visita contradictoria
Precisamente que la venida de Maduro coincida con la víspera de 40 años de democracia ininterrumpida —el más extenso en la historia argentina, caracterizada por golpes de Estado recurrentes desde 1930— encendió las alarmas para venezolanos y argentinos.
“Es una contradicción enorme que en este momento vengan unos dictadores asesinos que atropellan a sus pueblos. Ellos son los oligarcas y sus pueblos son los que sufren”, consideró Nora, una señora argentina que reside en la localidad de San Fernando (provincia de Buenos Aires) y vino a sumarse a la actividad.
Consideró que Alberto Fernández es “rehén” de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por lo cual el gobierno prefirió dar prioridad a fotografiarse con el chavismo y el castrismo a pesar de las críticas y la tormenta política que se desató.
“Maduro se ha cargado a mucha gente y tiene muchas muertes encima. Sepan que los argentinos estamos contra eso”, redondeó.
Con todo, en medio de la disputa no faltan quienes resalten, a su vez, las ventajas de poder ejercer derechos como la libertad de expresión o el poder congregarse en una calle para denunciar o alzar sus voces con tranquilidad, sin miedo, a diferencia de lo que experimentaron en su país.
”Este es un país democrático en el que estas protestas se pueden hacer, no como en Venezuela, donde los docentes no pueden protestar porque los salen a amedrentar”, ponderó Jesús Méndez, un joven proveniente de Caracas que llegó a Buenos Aires en 2020. Iba a bordo de su motocicleta, hasta que vio las banderas y escuchó los bombos y redoblantes —infaltables en manifestaciones locales— y decidió detenerse, aunque fuera por unos minutos, e incorporarse.
Piden que vaya preso
Desde Juntos por el Cambio, la principal coalición de partidos opositores a la dupla de Alberto Fernández y Cristina Kirchner (peronismo/kirchnerismo), todos salieron al unísono a manifestar su indignación con la presencia de dictadores.
“La presencia de Maduro, Díaz-Canel y Ortega es una provocación a nuestro país, a las democracias de Latinoamérica, y sobre todo contra los ciudadanos venezolanos, cubanos y nicaragüenses que huyeron de la represión y el hambre y buscaron comenzar una nueva vida en Argentina”, advirtió en el Congreso la Unión Cívica Radical.
La Coalición Cívica, otra de las fuerzas políticas de este frente opositor, acusó a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua de no respetar la voluntad popular, la pluralidad, la prensa libre ni las instituciones.
Y en un tono aún más elevado, Patricia Bullrich, presidenta del PRO (partido fundado por el expresidente Mauricio Macri), pidió que el jefe del chavismo vaya preso.
“Si Maduro viene a Argentina debe ser detenido de manera inmediata, tal como ocurrió con (Augusto) Pinochet en Londres, en 1998. La justicia debe actuar en resguardo de la vigencia universal de los derechos humanos”.
¿Quién es Patricia Bullrich?
Patricia Bullrich fue ministra de Seguridad durante el gobierno de Mauricio Macri (Coalición Cambiemos/Juntos por el Cambio 2015 – 2019). Actualmente es presidenta del partido Propuesta Republicana, mejor conocido como PRO. Es precandidata presidencial de cara a las elecciones previstas para octubre de este año, en las cuales las encuestas dan como favorita a este conglomerado de partidos opositores. Anteriormente fue diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires.
Bullrich, de hecho, se trasladó personalmente a la manifestación en Retiro, donde dio un breve discurso megáfono en mano, para ratificar el pedido de captura.
En esa misma línea, dos ciudadanos venezolanos cuyas identidades se mantienen bajo reserva por temor a represalias, introdujeron un pedido ante tribunales argentinos para que Maduro sea indagado por crímenes de lesa humanidad. Se presentaron como víctimas de persecución y de haber sido presos políticos que sufrieron torturas por parte del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) antes de huir cuando tuvieron oportunidad, según información reseñada por Infobae.
“Necesitamos a todos en esta lucha que daremos con coraje en los próximos meses. Vamos a defender la democracia”.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) January 23, 2023
Con hermanos de distintos países hoy marchamos para decir bien fuerte NO a las dictaduras en Latinoamérica. pic.twitter.com/pLMtsqukCC
Ángel Cándido, un caraqueño de 70 años de edad que llegó en bicicleta a la manifestación en Retiro, no pierde la esperanza de que efectivamente detengan a Maduro. “Deberían aprovechar de llevárselo preso, de que va a salir y no va a tener quién lo proteja”.
Con final abierto
Al momento de la publicación de este trabajo periodístico, la asistencia de Maduro no está confirmada, al menos públicamente, por la cancillería argentina, tampoco por el ministerio de Relaciones Exteriores venezolano.
Alberto Fernández, eso sí, confirmó que no pondrá trabas en su ingreso, según declaraciones que brindó al medio brasilero Folha de Sao Paulo. “Venezuela es parte de la Celac y Maduro está más que invitado”.
El mandatario venezolano, desde hace varios años, no suele viajar fuera de Venezuela, salvo a países “amigos” como Irán, Rusia o Qatar. Su itinerario, en esas ocasiones, suele mantenerse en reserva y sin dejar al azar ni el más mínimo detalle.
Para el martes, la comunidad venezolana en la Ciudad de Buenos Aires tiene previsto juntarse con colectividades de Cuba y Nicaragua, además de argentinos, para volver a protestar contra la presencia de dictadores en el país. Se espera, también, que los alrededores del hotel y sectores del microcentro porteño estén con circulación restringida, en medio de un fuerte operativo de seguridad como los que suelen llevarse a cabo en eventos internacionales de alto calibre, como esta cumbre de la Celac.
Querrán acercarse a Maduro lo más que puedan para mostrarle en primera persona su descontento. En caso de que desista, ya su nombre habrá quedado marcado al evento, como el de sus colegas Díaz-Canel y Ortega.
