• Para tener mejor salud, cuidar de tus amistades es tan importante como acostarte temprano o comer bien | Ilustración de Chelsea Conrad / The Washington Post

Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota Want to be healthier? Hang out with your friends, original de The Washington Post.

Uno de los hallazgos más sorprendentes en la ciencia de las relaciones es que tanto el romance como la amistad comienzan a menudo de la misma manera: con una chispa.

Pero ¿qué pasa después? Con frecuencia solemos poner a nuestras parejas románticas por encima de todo y les pedimos a nuestros amigos que esperen entre bastidores, dicen los expertos en relaciones. Sin embargo, un creciente cuerpo de investigación muestra que los amigos son esenciales para una vida saludable, y son tan importantes para nuestro bienestar como los hábitos alimenticios saludables o dormir bien por la noche.

“Siempre hemos jerarquizado el amor con lo romántico en la cima y la amistad ha sido vista como algo de segunda clase”, dijo Marisa G. Franco, profesora de la Universidad de Maryland y autora de Platónico: cómo la ciencia del apego puede ayudarte a hacer, y conservar, amigos. “Constantemente recibimos mensajes de que la relación romántica es la única que importa”.

Pero el amor platónico triunfa sobre el amor romántico de varias maneras. Las personas con amistades fuertes tienden a tener una mejor salud mental y los estudios sugieren que también tienen una mejor salud física. Los investigadores han descubierto que las grandes redes sociales reducen nuestro riesgo de muerte prematura más que el ejercicio o la dieta por sí solos.

Un estudio que duró seis años e involucró a 736 hombres suecos de mediana edad reveló que tener un compañero de vida no afectó el riesgo de ataque cardíaco o enfermedad coronaria fatal, pero tener amigos sí. Un estudio australiano de tomó 10 años encontró que las personas mayores con muchos amigos tenían un 22 % menos de probabilidades de morir mientras duró el estudio que aquellas con pocos amigos. En particular, tener una red social de hijos y familiares no afectó las tasas de supervivencia.

“Necesitamos que toda una comunidad se sienta completa”, dijo Franco. “Estar rodeado de diferentes personas saca a relucir diferentes lados de nuestra propia identidad”.

Por qué los amigos son buenos para nuestra salud

Existen múltiples teorías sobre la asociación entre la amistad y una mejor salud. Parte del efecto puede deberse al hecho de que es más fácil para las personas sanas hacer amigos. Una red social sólida podría ser un indicador de que alguien tiene más acceso a la atención médica. Y, alguien con más amigos puede tener un mejor sistema de apoyo para que lo lleven al consultorio médico.

Pero también hay un efecto psicológico de la amistad que probablemente juega un papel. Los amigos nos ayudan a sobrellevar el estrés. En un estudio de la Universidad de Virginia, muchas personas se sintieron intimidadas ante el hecho de escalar una colina empinada. Pero los investigadores descubrieron que cuando las personas estaban de pie junto a un amigo, consideraron a la colina como algo menos desafiante que quienes estaban solos.

Los estudios de imágenes cerebrales sugieren que la amistad afecta los sistemas cerebrales asociados con la recompensa, el estrés y las emociones negativas, lo que ofrece una explicación de por qué la conexión social beneficia la salud mental y el bienestar.

La amistad incluso parece afectar nuestra respuesta inmunológica. En un estudio notable, 276 voluntarios sanos recibieron gotas nasales que contenían un virus del resfriado. Aquellos con diversos lazos sociales tenían menos probabilidades de desarrollar síntomas de resfriado.

Franco señala que el término “amor platónico” originalmente pretendía reflejar la visión de Platón de un amor “tan poderoso que trascendía lo físico”.

Cómo hacer nuevos amigos y conservar los viejos

Los amigos no aparecen de la nada, dijo Franco. Este es su consejo para hacer nuevas conexiones y mantener las antiguas.

Tomar la iniciativa. Confía en tu instinto cuando conozcas gente nueva. Somos particularmente buenos para saber cuándo alguien es un nuevo amigo potencial (recuerda esa chispa). A menudo subestimamos lo bien que los demás piensan de nosotros, agregó Franco.

“A la gente le agradas más de lo que crees”, aseguró Franco. “Sé que da miedo comunicarte, pero es probable que esa conexión termine de forma más positiva de lo que supone tu cerebro”.

Comienza escribiendo un mensaje de texto. Comienza poco a poco desplazándote por tu teléfono y enviando un mensaje de texto a un viejo amigo con el que has querido volver a conectarte.

Muestra tu gratitud. Si un amigo potencial se acerca a ti para ir a tomarse un café o una pizza, dile lo feliz que estás de que te haya contactado y que aprecias el esfuerzo, recomendó Franco.

En un estudio de la Universidad de Utah, los investigadores le pidieron a 70 estudiantes universitarios de primer año que mantuvieran una lista de verificación de ciertas interacciones —como ir a ver una película juntos o llamar solo para saludar— que tenían con nuevos amigos. Después de tres meses, los investigadores encontraron que era más probable que se formaran amistades cercanas cuando la pareja de amigos se expresaban afecto.

“Cuando no expresamos afecto, corremos el riesgo de perder la amistad en sí”, dijo Franco.

Invita a tus amigos a cosas que ya has planeado. Si es difícil encontrar tiempo para los amigos, piensa en las tareas que ya tienes que realizar y etiqueta a un amigo, detalló Franco. La próxima vez que entrenes en el gimnasio, por ejemplo, podrías invitar a alguien a que vaya contigo.

Pregúntate: ¿Hay partes de tu día en donde estás haciendo algo que podrías realizar junto a otras personas?”, sugirió Franco.

Únete a un club de lectura, toma una clase o practica un deporte. La interacción regular con personas que comparten los mismos intereses que tú podría conducir a la amistad. Otro estudio de la Universidad de Maryland reveló que los cadetes que se sentaban uno al lado del otro en la academia de policía tenían más probabilidades de convertirse en amigos cercanos. Es lo que los investigadores llaman “proximidad”, estar cerca de los demás. Es la prueba, dijo Franco, “de que la amistad no es mágica”.

Abordando una epidemia de soledad

Los estadounidenses tienen menos amigos que antes y pasan más tiempo solos. Aproximadamente la mitad de los estadounidenses dicen que han perdido el contacto con al menos un amigo durante la pandemia, según una encuesta de 2021 realizada por el American Enterprise Institute (AEI). En 2021, el 12 % de los estadounidenses encuestados por AEI dijeron que no tenían amigos cercanos.

Si bien tener amigos es bueno para la salud, no tenerlos puede ser perjudicial. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la soledad se ha asociado con tasas más altas de depresión, ansiedad y suicidio. Para las mujeres mayores, la soledad y el aislamiento social pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas hasta en un 27 %.

La soledad es esencialmente la brecha percibida entre las relaciones que tienes y las relaciones que quieres en tu vida, explicó Adam Smiley Poswolsky, autor de La amistad en la era de la soledad.

Un estudio de 2018 encontró que la soledad es común en todos los grupos de edad. La soledad puede aumentar a lo largo de la vida, primero a finales de los 20, luego a mediados de los 50 y finalmente a finales de los 80.

Las redes sociales pueden exacerbar nuestra percepción de la soledad al bombardearnos con fotos y videos de amigos y conocidos que aparentemente pasan su tiempo sin nosotros, dijo Poswolsky.

“Es algo de lo que no hablamos, pero todos están luchando con eso”, dijo Poswolsky. “Nadie siente que puede hablar de eso porque hay mucha vergüenza asociada con la soledad”.

Billy Baker, el autor de Necesitamos salir, una memoria de su viaje personal para encontrar nuevos amigos cuando era un hombre de mediana edad, dijo que se dio cuenta de que necesitaba construir mucho más que las amistades de por vida que hizo en la escuela secundaria o la universidad.

Baker dijo que no tenía muchas personas a las que pudiera llamar en medio de la noche si hubiera una emergencia. Para remediar esto, creó una fraternidad para que los papás de su vecindario se reunieran todos los miércoles por la noche, y ahora el grupo se reúne otros días y los fines de semana.

Baker dijo que ha pasado años “marcando tantas otras casillas” para ser un buen padre y esposo, pero nunca ha tenido en esa lista “pasar el rato con mis amigos”.

“Todos sabemos cómo hacer esto”, dijo. “Lo que sucede muy a menudo en esos momentos es que sientes esa chispa con alguien y dices: ‘¡Oye, deberíamos tomarnos una cerveza en algún momento!’ Pero ¿con qué frecuencia realmente te tomas esa cerveza?

Traducido por José Silva

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