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- Los alexitímicos se caracterizan por casi nunca llorar ni molestarse. Los expertos aseguran que cuando experimentan estos sentimientos, no logran entender qué les pasa o cómo describirlo
En el campo de la psicología, la alexitimia se define como un déficit comunicativo emocional. Las personas con alexitimia no carecen de emociones, pero no son conscientes de que estas suelen ir acompañadas de unos determinados síntomas fisiológicos, como sudoración, aceleración del ritmo cardíaco, tensión muscular o dolor de estómago, entre otros.
Esta es la razón por la que los alexitímicos, cuando sienten alguno de estos síntomas, no lo atribuyen a una emoción y suelen interpretarlos como señales de una posible enfermedad.
La palabra alexitimia proviene del griego: alexis thymos, y significa no tener palabras para las emociones.
“Es una condición de conciencia emocional reducida, que resulta en la incapacidad de reconocer y describir verbalmente los estados emocionales propios y los de los demás. Es importante señalar que quien sufre de alexitimia es capaz de sentir emociones, solo que estas no son reconocidas y, en consecuencia, expresadas”, manifestó Antonella Godi, psicóloga clínica con orientación psicodinámica para 20minutos.
Características de la alexitimia
La diferencia entre anafectividad y alexitimia es que en la primera hay una incapacidad total para sentir emociones, mientras que una persona alexitímica es incapaz de reconocer sus emociones y no saber expresarlas.
Según las estadísticas especializadas, la alexitimia es una incapacidad más frecuente en hombres que en mujeres y, en muchos casos, va acompañada de otros problemas psicológicos, como los trastornos psicosomáticos (presentar síntomas físicos que provienen de un padecimiento mental).
Las personas con alexitimia tienen dificultad para evaluar e interpretar las emociones, discriminar entre estados emocionales y sensaciones corporales y reconocer qué pudo haber causado su sentimiento emocional. La atención de estas personas muchas veces se centra en los aspectos fisiológicos del cuerpo y por ello, en las situaciones más graves, podrían llegar a situaciones similares a la hipocondría (obsesión con la idea de tener una enfermedad grave no diagnosticada).
La alexitimia también puede afectar a la esfera cognitiva: a menudo el pensamiento de las personas que la padecen es más bien concreto, práctico, orientado hacia el exterior más que introspectivo.
Otra característica propia de la alexitimia se visibiliza en el diálogo. El alexitímico habla desprovisto de intensidad emocional, sin referencias a experiencias personales o internas, deseos, miedos y sentimientos.
Dificultades para relacionarse
A pesar de gozar en general de una buena adaptación social, los alexitímicos pueden desarrollar dificultades en sus relaciones personales.
La incapacidad para reconocer las emociones propias y ajenas y expresarlas puede causar frustración y un gran malestar que genera dificultades para mantener una conexión con otras personas.
“Las emociones son necesarias en la vida y su reconocimiento lo es aún más, porque las usamos espontáneamente como una brújula que guía y mantiene constantes nuestras conductas”, señaló Godi.
¿Cómo tratar la alexitimia?
El tratamiento de este déficit es fundamental para el bienestar de la persona y supone una especie de educación emocional, que prevé que la persona adquiera la capacidad de reconocer un sentimiento cuando se produce, ponerle nombre, controlarlo y compartirlo con otros.
Los expertos recomiendan la alfabetización emocional como la clave para establecer conexiones con los demás de manera funcional, dejando un amplio espacio para el descubrimiento de los propios sentimientos.
A través de psicoterapia, con el apoyo de la familia y el entorno más cercano, es posible ayudar a las personas alexitímicas a recuperar contacto con su experiencia emocional para comprenderse mejor a sí mismas y a los demás.
Rasgos de un alexitímico
Una persona con alexitimia tiende a mostrar ciertos rasgos en común, que recoge el portal salud.mapfre.es:
-Tiene dificultades a la hora de expresar las propias emociones y diferenciarlas, así como detectar y comprender los estados emocionales ajenos.
-Muestra una postura rígida e inexpresiva.
-Su comportamiento se basa en la lógica y la práctica, sin ahondar en aspectos afectivos.
-Toma decisiones basadas en los aspectos racionales y funcionales, sin tener en cuenta la intuición y los aspectos emocionales.
-No suele tener fantasías o imaginaciones, además tienen escasa capacidad de introspección o de contacto con su mundo interno subjetivo.
-Sus conversaciones no tienen matices afectivos, gesticulaciones, modulaciones o cambios en el tono de voz.
-Suele afrontar las situaciones de conflicto con la acción, de forma impulsiva, realizando conductas directas y prácticas.
-Puede tener problemas de sociabilidad al mostrarse indiferente y distante. A la vez suele ser muy conformista, apegada a las reglas y normas convencionales y a relacionarse de una forma muy estereotipada con los demás.
