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- En El Diario conversamos con tres especialistas para conocer las consecuencias de plantear metas poco realistas y las recomendaciones para establecer objetivos que sean sostenibles
Al finalizar cada año, las personas suelen realizar una especie de inventario sobre las metas y objetivos que lograron y los que no. En muchos casos, el hecho de plantear metas poco realistas hace que sean imposibles de cumplir en un corto periodo de tiempo, lo que puede generar desmotivación y frustración.
Silvia Rosales, psicóloga y psicoterapeuta, precisó que investigaciones han determinado que del 100 % de los propósitos que las personas establecen al finalizar un año, solamente logran cumplir el 10 %.
“Al finalizar el año, las personas están muy motivadas con las nuevas metas, pero ya al finalizar enero pareciera que estas se olvidan”, indicó Rosales en entrevista para El Diario.
Comentó que una de las cosas que han observado es que una persona puede estar muy interesada en hacer cambios de un año para otro año, como perder peso, comenzar una disciplina con el gimnasio, iniciar un curso que ha postergado, terminar o seguir con una relación; pero aunque comienza a buen ritmo, luego se van “desinflando como un globo”.
“Esto significa que las personas están interesadas en hacer cambios pero no están comprometidos, y eso es lo que hace la diferencia”, aseveró Rosales, quien pertenece a la red de Psicólogos Sin Fronteras
¿Cómo establecer metas reales?
La psicóloga Siboney Pérez explicó que para plantear metas se necesita establecer un diagnóstico sobre aspectos familiares, profesionales, económicos y de salud, debido que formularlas no es algo fácil e implica esfuerzo y constancia.
A su juicio, también se deben tener riesgos calculados, los cuales se tienen que asumir para establecer un seguimiento continuo de las metas de manera que se puedan realizar ajustes en caso de ser necesario.
La especialista contó que, en diferentes niveles, todos los días se establecen metas. “El simple hecho de tener que completar una tarea de la jornada laboral y lograrlo, ya eso es una meta y allí la importancia es que dependiendo de cómo se defina esa meta, va a ser más fácil lograrla o no”, agregó.
Subrayó que cuando las metas no están definidas las personas pueden sentir frustración, debido a que no saben exactamente lo que deben hacer para lograr lo que sueñan.
En este sentido, la especialista detalló una serie de factores que se deben tomar en cuenta:
-Plantear metas que sean importantes: las metas tienen que ser personales.
-Mantener el enfoque: las metas ayudan a mantener la atención en lo que se quiere lograr, por lo que todas las energías y recursos estarán enfocados en conseguir eso.
-Tener una planificación: se debe desarrollar una estrategia para alcanzar objetivos.
-Establecer prioridades: debido a que no todas las metas tienen la misma importancia y no todas se logran en el mismo periodo de tiempo, hay que establecer prioridades y determinar a cuál se le dará atención en cada punto del camino.
-Dividir las metas en tareas pequeñas: las metas pequeñas nos permite orientar los esfuerzos y medir los logros a lo largo del trayecto. Eso hará el camino más fácil.
“Se debe también aprender de los objetivos que ya se han alcanzado, lo que se hizo bien que permitió completar lo planificado, cuáles errores se cometieron, los obstáculos, las cosas que retardaron el logro de la meta (…) Todos estos detalles son importantes porque conocerlos va a generar en las personas confianza y fuerza para seguir buscando resultados y objetivos actuales”, destacó.
Tener metas pequeñas
La psicóloga Silvia Rosales coincidió en que cuando una persona quiere lograr una meta, lo más importante es que sean pequeñas y viables, que los objetivos sean claros y sea lógico que se puedan lograr.
Para lograr un propósito, se debe tener claridad, no comenzar por impulsos. En este sentido, resaltó la importancia de tener una meta a la vez.
“Muchas veces una meta lleva implícita otro objetivo en sí, hay que tener claro las metas que se quieren. Esas metas pequeñas que cumplimos sirven de trampolín para lograr otras más grandes”, añadió.
Metas inalcanzables pueden causar frustración
Zena Sleiman, psicóloga clínica y directora de Psiconfío, destacó que establecer metas inalcanzables puede causar frustración, molestía y que la persona no se sienta contenta con sus propios resultados.
En este sentido, señaló que lo primero que debe tomar en cuenta para plantear una meta es saber para qué y por qué se está estableciendo. “Si es para complacer a los demás o cumplir ciertas expectativas sociales o familiares es posible que resulten poco sostenible”, aseveró.
La especialista indicó que se deben tener claras las razones por las cuales se quiere hacer algo en específico. Además, sostuvo que también se debe entender que todas las metas van a requerir tiempo y esfuerzo, que todo proyecto y resultado que se quiere alcanzar va a requerir un costo.
“Nada que valga la pena es fácil o inmediato, eso es importante tomarlo en cuenta”, puntualizó.
Rosales coincidió en que una de las razones por las cuales las metas no se logran es debido a que las que se plantean no son viables, factibles, medibles, cuantificables o reales.
Por esta razón, destacó que es importante comenzar con metas a las que se le pueda poner hora y fecha, con un inicio y final.
“Si una persona se plantea perder 20 kilos antes de finalizar el mes (…), esta comienza con un régimen alimenticio pero sin acompañamiento de un especialista del área, sino que sigue una dieta que vio en internet o una amiga le recomendó, y no se hace de una forma madura y profesional, el resultado será que el plan que comenzó no sea viable”, explicó.
Como resultado, la persona que se planteó perder esa cantidad de kilos y solo rebajo 2 o 3, lo primero que dirá es que la dieta no funciona y comenzará con pensamientos negativos y frustraciones.
Asumir el compromiso de vencer los hábitos negativos
Siboney Pérez, miembro del equipo de Psicólogos Sin Fronteras, indicó que conseguir lo que se desea, los sueños y anhelos, no es algo que se puede lograr de un día para otro, es algo que requiere de mucho esfuerzo y sobre todo de fijar metas.
En este sentido, sostuvo que es fundamental que las personas tengan un propósito general en su vida que sea el motor que los lleve a enfrentar los retos y dificultades para poder lograrlos.
La especialista comentó que todos los días se tiene la oportunidad de hacer los cambios que permitan trabajar las condiciones de vida que se quieren mejorar.
“Acá lo importante es asumir un compromiso de vencer los hábitos negativos que nos llevan a sentir frustración, desánimo y tristeza, porque justamente son los que se convierten en obstáculos e incluso nos lleva a procrastinar”, subrayó.
De acuerdo con Pérez, al cambiar esos hábitos por los que son positivos y saludables se está creando en la mente condiciones para poder lograr lo que se quiere.
Reiteró que formular y alcanzar objetivos y metas contribuye a mejorar la calidad de vida y permite realizar paradas en el camino para verificar dónde se está en ese momento y hacia dónde se quiere ir.
Se debe estar comprometido, no solo interesado
La psicóloga Silvia Rosales destacó que las personas pueden estar interesadas en muchas cosas, pero comprometerse significa tener disciplina, ser responsable, medir las consecuencias e identificar cuáles son las fortalezas y debilidades que se tienen para cumplir los objetivos.
“Una persona que está comprometida y motivada, cumple las metas a pesar de los obstáculos. Una persona motivada está enfocada y actúa en función de lograr lo que quiere”, aseveró.
Por otra parte, señaló que aquella que está interesada solo dice la meta de palabra pero no de acción, por lo que no existe congruencia en lo que dice y lo que hace.
Beneficios de establecer metas
La especialista Siboney Pérez comentó que el hecho de poder establecer metas y planificar el futuro, teniendo en claro lo que se desea en la vida, ayuda a mantener la concentración en lo que es importante para cada persona.
“Tener metas nos permite tomar el control de nuestra vida y decidir lo que es importante y lo que se desea lograr. Es importante para la salud mental porque nos permite tomar decisiones de una forma diferente y ayuda a no estancarnos”, precisó.
Señaló que también ayudan en el crecimiento y expansión como personas. Además, permite tener más autoconfianza y mejor autoestima, debido a que lograr objetivos significa crecer y da una sensación de triunfo.
Pérez explicó que existen dos opciones, elegir la vida que se desea vivir o solo dejarse llevar.
“Para vivirla como queremos, hay que determinar lo que quiero hacer, cómo lo quiero hacer, organizar los recursos, tiempo y esfuerzos y fijar los objetivos para poder enfocarse en lo que se desea. Si no se sabe cómo llevar la vida, esta carecerá de metas y será como un barco a la deriva que espera a dónde lo lleve el mar”, resaltó.
Enfocarse en el esfuerzo y no en el resultado
Zena Sleiman destacó que a pesar de que no es fácil lograr algunas metas, la forma de hacerlo “más amigable o llevadero” es establecer tareas cortas y metas realistas. Además, indicó que es importante enfocarse en el esfuerzo y no en los resultados.
“Si la meta es bajar de peso, no se puede plantear bajar 20 kilos en un mes, sino enfocarse en comenzar a hacer ejercicio y tener una alimentación más saludable. Es importante tomar en cuenta que salir de la situación actual ya es un logro”, señaló.
De acuerdo con la especialista, existen metas en las que las personas suelen irse a los extremos, como comenzar a entrenar todos los días y comer netamente saludable, y si no lo logran en poco tiempo, ya desisten.
En este sentido, indicó que hay que tratar de mantener los hábitos y que aunque exista un día que no se logre, siempre retomarlos.
Otra de las recomendaciones de la especialista es cambiar un hábito a la vez y enfocarse en metas pequeñas cada día.
A su juicio, también es importante anotar las metas, por lo que hay personas que hacen el vision board (pizarra de visualización, en español), donde escriben lo que quieren conseguir.
“Eso le funciona a algunas personas para mantenerse enfocado, a otras les puede resultar abrumador, pero es importante ir conociéndose en ese proceso y ver lo que le funciona”, reiteró.
No esperar a tener las condiciones ideales
Sleiman resaltó que las personas no deberían esperar a tener las condiciones ideales para comenzar.
“Las condiciones nunca serán ideales, por eso es importante comenzar, y eso puede plantearse como una meta. Hay una frase que me gusta mucho: ‘No esperes a estar bien para comenzar, comienza para que empieces a estar bien'”, destacó.
Precisó que en el tema de las metas “menos es más”, mientras menos metas se tengan y más realizables sean puede tener un mejor resultado que tener muchas metas grandes.
¿Cómo no desistir de los nuevos hábitos?
La psicóloga Siboney Pérez puntualizó que la clave para conseguir las metas y lograr los objetivos es la suma de pequeñas acciones que se van repitiendo todos los días.
“Los buenos hábitos son aquellos que una vez que se han integrado a la rutina, le ahorramos energía al cerebro, porque nos permite no estar tomando decisiones todo el tiempo, lo que significa que habrá menos espacio para la pereza, la desmotivación y la procrastinación”, explicó.
En este sentido, Sleiman precisó que cuando se hace ejercicio, se come saludable o se aprende un idioma, esto no se debe tomar como algo obligatorio, sino que sea un cambio en el estilo de vida para lograr objetivos.
“Justamente las metas van enfocadas a eso, a mejorar el estilo de vida, aprender nuevas habilidades y desaprender o quitar hábitos poco saludables”, aseveró.
La especialista comentó que la revisión del avance de las metas no debería ser solo a final de año, como acostumbran las personas, sino mensual o cada tres meses, para identificar los logros y las dificultades, de forma que se pueda determinar cómo se pueden resolver.
¿Por qué las personas no deben compararse?
En algunos casos, las personas se establecen ciertas metas comparando el tiempo en que otra persona lo logró o de la forma en que lo hizo. Sobre este aspecto, la psicóloga Silvia Rosales recordó que los seres humanos son individuos, individualidades, lo que significa que nadie es igual al otro.
“En la medida que somos diferentes, cada uno tiene fortalezas y debilidades, porque no hay que ser igual al otro. Sin embargo, lo más importante es darse cuenta que siendo diferentes, pueden existir cosas en común”, indicó.
A su juicio, cuando una persona se compara con otra, esto quiere decir que no se está aceptando como es, lo que habla mucho de la autoaceptación y la valoración que tiene hacia sí mismo.
La especialista puntualizó que las personas deben aprender a ser la mejor versión de ellas mismas y que aceptar que cada uno es diferente, les ayudará a tener un concepto claro de quién es y a dónde quiere ir.
