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- Estudios demostraron que este mecanismo natural trae beneficios al organismo, como la prevención de enfermedades neurodegenerativas, fortalece el sistema inmune y contribuye con la longevidad
La autofagia es descrita como un proceso natural que renueva las células de forma constante, evitando que se acumulen productos de deshecho y componentes que ya no funcionan bien.
Gianfranco Squillaro Velásquez, nutricionista dietético, especialista en Nutrición Metabólica y Bariátrica, explicó que el ayuno intermitente contribuye a que se produzca la autofagia, además de ayudar a la prevención de enfermedades como hipertensión, diabetes, hipoglicemia, alzhéimer y párkinson.
Esta forma de dieta más que acelerar la pérdida de peso también estimula la regeneración del organismo.
“El ayuno intermitente es reducir el tiempo de comida en el día a horas, y aumentar el lapso sin comida. Cuando comemos, el organismo utiliza energía para digerir, sin embargo, al pasar un periodo largo sin comer, el cuerpo se puede ocupar de hacer el proceso natural de regeneración”, manifestó el experto para La Nación Radio.
Imitación de ayuno intermitente
Squillaro Velasquez detalló que hay varios tipos de ayuno. El recomendado para los principiantes es aquel en el que se reduce el consumo de calorías en el tiempo estipulado para no comer.
Otro tipo de ayuno intermitente es el que permite tomar líquidos en el periodo de inanición. La persona podría tomar café, té, caldo de huesos o infusiones naturales.
Y el tercero, el más fuerte, solo se permite tomar agua en las horas en las que no se debe comer.
El nutricionista aseguró que esto ayuda a prevenir enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares, diabetes y hasta algunos tipos de cáncer.
Horarios para realizar el ayuno intermitente
El especialista acotó que el más popular es el que se realiza con 16 horas de inanición, incluyendo cuando se duerme, y 8 horas en las que se permite comer.
Agregó que aunque cada paciente es distinto, el que aconseja es de 18 horas de ayuno o más y 6 horas donde se pueden consumir alimentos, para poder obtener el mayor beneficio al organismo, pero para alcanzar este ayuno debe estar acompañado y guiado por un experto.
“Lo más importante, lo primero a tomar en cuenta es que debe realizarse una evaluación metabólica. El paciente debe acudir a un especialista y realizarse una serie de exámenes para saber qué comer, cuántas horas de inanición necesita. No se puede hacer solo viendo una página web. El ayuno intermitente debe ser personalizado”.
¿Cómo se descubrió la autofagia?
La palabra autofagia, derivada del griego, hace referencia a la idea de “comerse a uno mismo”, que sería el mecanismo por el que las células del cuerpo se degradan y reciclan sus propios componentes.
En 2016 el científico japonés Yoshinori Ohsumi ganó el premio Nobel por su investigación sobre los mecanismos de la autofagia, reseñó BBC Mundo.
Su progreso contribuyó a un mayor entendimiento sobre enfermedades neurodegenerativas como el párkinson o la demencia.
Es un mecanismo por el cual se provee al cuerpo del combustible necesario para generar energía y que pueda realizar su renovación celular.
Las células usan la autofagia para deshacerse de proteínas dañadas. Por ejemplo, después de una infección mediante el proceso de la autofagia, se destruyen virus y bacterias.
Luego de las investigaciones de Ohsumi, varios científicos descubrieron que el proceso se puede inducir de manera natural a través del ayuno, el ejercicio de alta intensidad y la restricción de los hidratos de carbono.
En el libro Glow 15 (que significa Brilla 15), de Naomi Whittel, una experta en bienestar, se propone un programa de 15 días que incluye ayunos de 16 horas tres veces a la semana, reducción de la ingesta de proteínas un día, comiendo hidratos de carbono a última hora de la jornada y haciendo períodos de ejercicio de gran intensidad.
“Algunas personas perdieron peso, hasta 3,1 kg en 15 días. Otros notaron una reducción de sus líneas de expresión, o vieron cambios en su presión sanguínea y mejoras en su masa muscular magra”, explica Whittel en su libro.
¿Cómo ayuda el ayuno a la autofagia?
José Manuel Fuentes Rodríguez, miembro de la Sociedad Española de Autofagia, señaló en un estudio que es posible inducir la autofagia de forma externa de tres maneras: con la restricción calórica, el ejercicio físico y la ingesta de un grupo de sustancias denominadas miméticos de restricción calórica, que se mencionan más adelante.
“Experimentalmente, el ayuno intermitente es la manera más sencilla que tenemos para inducir la autofagia. Aunque más que ayuno a mí me gusta hablar de restricción calórica en largos periodos de tiempo durante el día. Lo que está claro es que cualquier tipo de restricción calórica va a producirla y existen muchas recetas para hacerlo”, indicó Fuentes.
En cuanto a las sustancias capaces de activar la autofagia, los miméticos de restricción calórica que simulan el proceso de ayuno al impactar sobre proteínas implicadas en el proceso de autofagia, Fuentes enumeró las siguientes:
-Resveratrol, abundante en las uvas y, por tanto, en el vino tinto. El experto mencionó que esta sustancia se comercializa en forma de cápsulas en concentraciones efectivas.
-Espermidina, se encuentra en quesos madurados, frutos secos, frutas (especialmente manzanas) o verduras (champiñones, brócoli, coliflor y lechuga).
-Hidroxicitrato, presente en plantas tropicales como la Garcinia cambogia.
-Metformina, fármaco prescrito a personas con diabetes.
