Email
- La Fiscalía emitió cinco días más tarde la orden de captura contra Sergio Tarache, expareja de la víctima. El hombre le prendió fuego a la joven en plena calle y actualmente se desconoce su paradero
Cientos de personas acompañaron a los familiares de Katherine Gómez para darle el último adiós el 26 de marzo. En un ataúd blanco cubierto de flores, sus restos fueron sepultados en un cementerio del distrito de Callao, en Lima, Perú. Para los padres de la joven, quien tenía 18 años de edad, solo hay una exigencia: que su asesino sea capturado.
Katherine falleció el 24 de marzo en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza de Lima. Durante seis días agonizó con quemaduras en el 60 % de su cuerpo. Su exnovio, Sergio Tarache, le roció gasolina y la quemó en plena calle, cerca de la plaza Dos de Mayo del centro de la capital.
El hecho causó indignación tanto de movimientos feministas como de la ciudadanía no solo por su atrocidad, sino por la demora de las autoridades para proceder. Aunque el ataque ocurrió el 18 de marzo, no fue sino hasta cuatro días después que la Fiscalía presentó el requerimiento de detención preliminar. El 23 de marzo el 21° Juzgado de Investigación de la Corte Suprema de Lima finalmente emitió la orden de captura contra Tarache.
Sin embargo, ya para ese momento el venezolano se había dado a la fuga. De hecho, los familiares de la víctima temen que para este momento haya abandonado el país.
Nadie lo detuvo
Sobre Tarache existe realmente poca información conocida. Se sabe que llegó a Perú desde Venezuela en 2019 y que tiene 19 años de edad, aunque algunos medios de comunicación peruanos afirman que tiene 21. Trabajaba como jalador de combis (colector de autobús) cerca de la zona donde ocurrió el suceso.
Recientemente Katherine se había separado de él, pero accedió a verlo tras su insistencia. “Él citó a mi hija para supuestamente conversar, pero ya tenía premeditado todo el daño que le iba a causar. Él no aceptó que mi hija terminara la relación”, comentó Cynthia Machare, madre de la víctima.
Se encontraron a las 9:00 pm para hablar en la intersección de la Dos de Mayo con Oscar R Benavides. Testigos relataron que comenzaron a discutir fuertemente, y en ese momento Tarache le arrojó una bolsa llena de gasolina que la empapó. Luego procedió a quemarla con un encendedor.
Los transeúntes y algunos agentes de Serenazgo cercanos acudieron para auxiliar a la joven. Aunque lograron apagar rápido el fuego, ya presentaba quemaduras de segundo y tercer grado en el rostro, tórax y brazos. Mientras tanto, Tareche intentó subirse a una combi que lo abandonó, por lo que huyó corriendo del lugar por la misma calle. Las cámaras de seguridad grabaron parte del trayecto del hombre, quien no fue interceptado por ningún peatón ni apareció ninguna patrulla de policía en lo que duró su escape.
Más tarde el gerente de Seguridad Ciudadana de la comuna metropolitana, Abdul Miranda, reconoció al diario peruano El Comercio que los pocos funcionarios en la zona priorizaron atender a la víctima en lo que llegaba la ambulancia. Por eso nadie persiguió a su agresor y los operativos de búsqueda no empezaron sino hasta unas horas después.
Recompensa
El director de Investigación Criminal de la Policía Nacional de Perú (PNP), Óscar Arriola, informó que el 24 de marzo se emitió una orden de captura internacional contra Tarache. Agregó que muy difícilmente el joven podrá salir del país y, en caso de hacerlo, ya trabajan articuladamente con las autoridades de los países vecinos para atraparlo.
Sobre el retraso en la orden de aprehensión, de acuerdo con el portal RPP, indicó que estuvo cuatro días haciendo la solicitud. Sin embargo, debido a que ya no había posibilidad de una captura en flagrancia, debieron esperar a que se emitiera la orden.
Por su parte, el Ministerio del Interior informó que Tarache fue incluido en la lista de los criminales más buscados del país. Ofreció una recompensa de 50.000 soles (equivalentes a unos 13.200 dólares) por quien brinde información que ayude a su captura.
La abogada del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Edith Aiquipa, comentó a El Comercio que todas estas acciones tardías, así como la falta de sensibilización sobre temas de violencia contra la mujer por parte de la Fiscalía y la PNP han vuelto más difícil la captura del feminicida. “Debió ser capturado en flagrancia, algunas personas que quisieron auxiliar lo ubicaron, pero se escapó porque la prioridad era apagar el fuego. Hubo descoordinación de la policía para no hacer el barrido, un plan cerco, para poder ubicarlo y detenerlo”, aseveró.
Quería ser militar
La familia de Katherine afirmó que la joven aspiraba ingresar a la Escuela Naval de Perú, pues su sueño era convertirse en oficial de la Marina de Guerra. Agregaron que esa noche originalmente planeaba salir a una discoteca con sus amigas, pero ante las insistencias de Tarache, accedió a aclarar algunos asuntos antes de continuar con su vida.
Desde la morgue del hospital, el padre de la joven aseveró que espera que se haga justicia. Aunque en los últimos años ha crecido en el país un fuerte rechazo hacia los migrantes venezolanos, precisamente por asociarlos a la delincuencia, evitó juzgarlos y, por el contrario, les pidió que los ayuden a dar con el paradero del asesino.
“Espero que los ciudadanos venezolanos nos demuestren que los buenos son más y que nos ayuden a agarrar a ese maldito”, declaró.
Ni una más
La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Nancy Tolentino, fue la encargada de informar la muerte de Gómez y expresar sus condolencias a la familia. Sin embargo, en esa misma declaración generó fuertes críticas por parte de grupos por los derechos de la mujer, ya que indirectamente achacó culpas a la víctima por su propio feminicidio.
“Quisiéramos que las jóvenes elijan bien con quién estar porque ellas deben estar conscientes que merecen vivir libres de violencia y que no acepten ningún compromiso o una relación con una persona que no las respeta”, dijo.
Esto indignó a varios colectivos feministas, que organizaron ese mismo día una concentración frente al Ministerio. Incluso la Defensoría del Pueblo se pronunció para condenar “cualquier forma de culpar y responsabilizar a las víctimas”.
El caso de Gómez evocó otro bastante similar ocurrido en 2018. Eyvi Ágrega, de 22 años de edad, se trasladaba en autobús por el distrito de Miraflores, en Lima, cuando fue atacada por Carlos Javier Hualpa Vacas. El hombre, de 36 años de edad, era un excompañero de trabajo que llevaba meses acosándola. Luego de que ella rechazara salir con él, aprendió sus rutas diarias y la sorprendió en el colectivo, donde también la roció con gasolina y prendió fuego. Ella falleció dos meses después tras varias operaciones. Hualpa fue arrestado un día después del ataque y condenado a 35 años de prisión. De acuerdo con El Comercio, al ser arrestado, el hombre aseguró que su intención no era matarla, sino “solo desfigurarla”.
El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) señala que 7 de cada 10 mujeres son víctimas de algún tipo de violencia psicológica, física o sexual en Perú. Por otro lado, en 2022 se registraron 136 femicidios en ese país, la mayoría aún sin resolver.
