• La vida de Carlos Felipe Arturo Jorge de Windsor está definida por tres mujeres: su madre Isabel, su exesposa Diana de Gales y su esposa, la reina consorte Camila. Foto: EFE

Carlos III ha sido coronado como rey del Reino Unido en una solemne ceremonia celebrada este sábado 6 de mayo en la Abadía de Westminster, en el corazón de la capital británica.

En el momento más importante de este acto protocolario, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, colocó sobre la cabeza de Carlos III la suntuosa corona de San Eduardo, del siglo XVII.

Tras colocarle la corona, el arzobispo gritó a la congregación “Dios salve al Rey”, tras lo cual se escucharon trompetas.

Sentado en la silla de roble de San Eduardo, considerado el mueble más antiguo del Reino Unido y colocado sobre un piso de mosaico medieval, Carlos III fue coronado tras recibir las distintas insignias reales, que simbolizan las responsabilidades como el jefe de Estado británico hasta el día de su muerte.

Al rey se le entregó el orbe del soberano, que simboliza el mundo; el cetro con cruz, que representa el mundo cristiano; y el cetro de la paloma, símbolo del papel espiritual del monarca.

Ataviado con una capa dorada, el primado de la iglesia de Inglaterra le entregó al rey el guante blanco del poder.

Leer más  ¿Quiénes son los nuevos ministros del gabinete de Nicolás Maduro?

Por último Welby le colocó la corona de San Eduardo, hecha en oro y decorada con rubíes, amatistas, zafiros, granate y topacios, la única vez en su vida que el monarca la llevará.

Antes, el monarca fue ungido con aceite consagrado por el arzobispo de Canterbury, el rito religioso más solemne de la liturgia de la coronación, que requiere que el monarca esté temporalmente oculto al público.

El soberano quedó velado por un panel de tela bordada con motivos de ángeles y un árbol con 56 hojas. que representa a cada uno de los países de la Mancomunidad Británica de Naciones, bendecida en la Capilla Real del Palacio de St James hace una semana.

Rey antes de su coronación

Siete décadas a la sombra de su legendaria madre configuraron la personalidad y la imagen de Carlos III. Finalmente el monarca se coronó esta sábado 6 de mayo pese a haberse convertido en rey a todos los efectos desde la muerte de Isabel II, el pasado 8 de septiembre.

El simple hecho de que haya decidido rebajar el tono y la dimensión de una ceremonia tan fastuosa como la coronación habla a las claras, no solo del compromiso con la sostenibilidad del que presume, sino también de que su reinado no debe aspirar a compararse con el de su madre.

Leer más  Murió el campeón olímpico venezolano Francisco “Morochito” Rodríguez

Por muy proverbial que sea la longevidad de los Windsor (sus progenitores casi alcanzaron el siglo), los 74 años de Carlos permiten vaticinar que su reinado será a la fuerza mucho más breve que el de Isabel II.

Carlos III, coronado como rey del Reino Unido
Foto: EFE/EPA/Andy Rain

Su popularidad, siempre en entredicho, tampoco le augura un sitio en el panteón de la realeza, aunque por ahora haya desempeñado su papel con solvencia.

La vida de Carlos Felipe Arturo Jorge de Windsor está definida por tres mujeres: su madre Isabel, su exmujer Diana de Gales y su esposa, la reina consorte Camila.

Si Isabel le legó una monarquía consolidada en los turbulentos tiempos de la posguerra y del fin del imperio, el fallido matrimonio con la difunta Diana de Gales determinó en buena medida la imagen pública de Carlos en el Reino Unido y más allá del país.

Camila, mientras, pasó de ser la culpable de acabar con el cuento de hadas entre Carlos y Diana a considerarse como el gran amor de la vida del monarca, tras una operación para amabilizar su figura en la que el Palacio de Buckingham no escatimó recursos.

Leer más  ¿Quiénes son los nuevos ministros del gabinete de Nicolás Maduro?

Eterno heredero

Nacido el 14 de noviembre de 1948, Carlos ha pasado a la historia como el heredero que más tiempo ha aguardado para convertirse en monarca del Reino Unido y parte de las excolonias de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth).

Dedicó ese larga espera a la filantropía, la espiritualidad y a su compromiso con el medioambiente. Aunque fueron su separación de Diana en 1992 y su matrimonio con Camila en 2005 lo que le atrajo más titulares de la siempre ávida prensa británica.

Imborrables son sus imágenes caminando junto a sus hijos, Guillermo y Enrique, tras el féretro de Diana de Gales cuando esta falleció en accidente de tráfico en París, en 1997. El contraste no podía ser mayor con las que 16 años antes difundieron las televisiones de todo el mundo cuando ambos contrajeron matrimonio en la londinense catedral de San Pablo, en una de las bodas del siglo.

Pese a un carácter que en ocasiones parece arrogante y altivo, el rey ha hecho en los últimos años esfuerzos por acercarse al ciudadano y modernizar así una institución que siempre se ha distinguido por mantener las distancias.

Foto: EFE

A diferencia de su madre, si por algo se destacó Carlos como príncipe de Gales fue por defender de forma mucho más desinhibida las causas ambientales y humanitarias en las que participa a través de más de 20 ONG y fundaciones.

Leer más  Murió el campeón olímpico venezolano Francisco “Morochito” Rodríguez

Como soberano se ha mostrado más discreto. Sin embargo, no han faltado las filtraciones que reflejan su disgusto con las políticas migratorias del gobierno conservador o con la forma en que el Brexit se ha llevado a cabo.

Una infancia de estudio y timidez

Carlos III pasó una infancia marcada por su timidez y por la frialdad de las relaciones en palacio, con un padre estricto y una madre distante.

A los nueve años se convirtió en el primer heredero al trono que acudía al colegio, en lugar de ser educado por tutores privados en Buckingham, y pasó una traumática temporada en el internado escocés de Gordonstoun, donde según algunos biógrafos sufrió acoso por parte de sus compañeros.

Con estancias estudiantiles en Melbourne (Australia) o Gales, Carlos ingresó en la Universidad de Cambridge para estudiar Arqueología y Antropología. Tras ello, inició su entrenamiento como piloto de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) y también sirvió en la Marina (Royal Navy).

Investido formalmente como príncipe de Gales el 1° de julio de 1969. Desde entonces, comenzó una eterna espera al trono que está ya a solo unas horas de completar el círculo.

Con información de EFE

Noticias relacionadas