- El trabajo constante y el compromiso con su marca hizo que esta emprendedora venezolana lograra la aceptación de su público meta
Sofía Saavedra Fernández, con 26 años de edad, es una abogada y empresaria que se ha valido de TikTok e Instagram para que su emprendimiento se convirtiera en uno de los más exitosos de su nicho, y que además esté presente en la mente de la generación que apuesta por una moda fresca y urbana.
Sognis, como es reconocida en las redes sociales, no solo es la mente creativa y el corazón detrás de Covas, sino que está presente en todas las áreas operacionales de una idea que ya posee dos tiendas una en el Sambil Chacao y otra en el Centro Comercial Plaza La Trinidad.
Saavedra relató que en medio de ese pequeño crecimiento de la marca creó Covas Beach Wear una línea dedicada a los outfits de playa.

Sin embargo, entre 2019 y 2020 Sofía priorizó sus estudios y decidió realizar una maestría en España.
Es ahí cuando Sognis decidió descargar la aplicación TikTok, y fue el punto de partida para el cambio de vida que estaba buscando.
Aseguró que en ese proceso de experimentación con la red social subió un video que no tenía nada que ver con moda y logró alcanzar 7.000 seguidores en un día.

La reinvención con un poco más de 200 dólares
Con el éxito en TikTok, Sofía tomó un poco más de 200 dólares y compró tela que se pudiera teñir con la técnica de tie-dye para hacer monos de estar en casa, ya que pensó que en la pandemia ni la ropa de playa o los sombreros le iban a comprar.
Aseguró que rápidamente comenzó a tener 27 órdenes al día y a no parar durante todas las jornadas. “Yo hacía todo hasta era la mensajera. Llevaba los delivery, y lo hacía porque me apasionada”.
Emprendimientos con sello de familia
Para Sognis, la familia tiene un valor muy importante y es por ello que dos de sus emprendimientos tienen un nombre que evoca a sus raíces familiares.
“Yo soy hija de Gallegos y eso me ha ayudado a saber cuál es el verdadero valor del trabajo. Cuando vienes de una familia de inmigrantes donde ellos tuvieron que hacer mucho para posicionarse en un país que no era el de ellos”.
Detalló que su idea desde el comienzo fue evocar a la playa, pero con un nombre inusual que nadie tuviese; entonces, pensó inmediatamente en un sitio que siempre ha disfrutado, la playa de Covas en Galicia.
“De ese lugar es mi abuela materna y es el pueblo de mi mamá. Es por ello que en principio la empresa se llamó Covas Praia y ahora es solo Covas”.
El otro de sus emprendimientos se llama Samos. Un nombre poco común en Venezuela, pero que tiene una connotación especial para Sofía.
“Uno de mis abuelos, que falleció hace pocos años, vivía en un pueblo que se llama Samos, también en Galicia y de ahí surgió el otro nombre de mi tienda”.
“Covas soy yo en esencia”
Uno de los principales atributos que tiene Covas para Sofía es que es muy distinta a otras marcas en el país, sobre todo por su carácter inclusivo.
Explicó que en el país se ha perdido el valor por la fabricación de ropa por aspectos relacionados con la calidad, mano de obra y capacidad industrial. Sin embargo, buena parte de su producción es hecha en Venezuela.
Señaló que hay una parte de su producción que debe importar debido a que no se cuenta con la mano de obra en el país, pero su plan es que en algún momento pueda dejar de importar y tener la mayor cantidad de productos en tienda hechos en Venezuela.

Impacto en las redes sociales
Saavedra apuntó que algunas personas ven cómo inmediato su ascenso porque es lo que transmiten las redes sociales; sin embargo, no conocen realmente lo que hay detrás.
A su juicio, los emprendimientos fracasan cuando pasan a ser de emprendimientos a empresas y es esa etapa de transición una de las más difíciles.
Aseguró que ha hecho en las redes un trabajo distinto a lo que se venía manejando en Venezuela en el área de las redes de empresas, por lo que fue el punto de partida que le ayudó a distinguirse de otras ideas.

La empresaria astuta
Sognis jamás se ha creído una diseñadora de modas. Si bien, es quien maneja la idea creativa de sus colecciones reconoce que no intenta ocupar ese puesto.
Reconoció que tuvo errores y tropiezos cuando Covas comenzó a crecer entre 2020 y 2021, pero el tiempo y la experiencia lograron consolidar su marca.
En el caso de Samos, para Sofía fue todo un reto entrar a un público nuevo, con un mercado que no era el que sabía manejar, y que en un momento dudó de si podría irle bien.
Incluso, puso como ejemplo que en Samos se puede comprar con 30 dólares alrededor de 15 piezas y venderlas cada una por lo menos en 5 dólares.

Sofía no olvida sus orígenes, cuando invirtió 100 dólares en 2017 para los primeros sombreros con los que inició Covas.
Proyección a corto plazo
Ante el crecimiento tan acelerado de los últimos años, a Sofía le es muy difícil verse en el futuro. “He salido de un invento a otro. Así que no sé dónde voy a estar en cinco años. En este punto de mi vida no puedo pensar más allá de tres meses. Yo vivo mucho en la inmediatez de que quiero tener todo muy rápido”.

Saavedra también compartió consejos claves para todo aquel que quiera incursionar en el emprendimiento y crecer en un entorno como el venezolano.