- Los resultados del ensayo son alentadores en las investigaciones que buscan frenar los efectos de esta condición en personas de la tercera edad
El fármaco experimental donanemab logró ralentizar “significativamente” la progresión clínica de la enfermedad de alzhéimer sintomática en fase temprana.
Los resultados del ensayo en fase 3 ya fueron dados a conocer por la farmacéutica Lilly en mayo de 2023 y ahora se publicaron en la revista científica Jama.
El ensayo se realizó con 1.736 participantes de entre 60 y 85 años de edad. El fármaco que fue puesto a prueba es un anticuerpo monoclonal diseñado para eliminar la placa amiloide cerebral.
Una de las manifestaciones tempranas del alzhéimer es la anormal acumulación del péptido beta-amiloide, que puede formar grandes placas en el cerebro y perturbar la función de las sinapsis.
De acuerdo con la información de la publicación, el medicamento experimental ralentizó “significativamente la progresión clínica a las 76 semanas” entre los participantes con enfermedad de alzhéimer sintomática temprana.
Asimismo, el ensayo demostró que el donanemab retrasó el deterioro cognitivo en un 35 % en comparación con las pruebas realizadas con placebo en pacientes con niveles de tau en el cerebro de bajos a intermedios.
Los voluntarios también experimentaron un 40 % menos de riesgo de pasar de deterioro cognitivo leve a demencia leve, o de demencia leve a moderada.
Los avances de los medicamentos para frenar el alzhéimer
Gil Rabinovici, director del Centro de Investigación de la Enfermedad de Alzhéimer de la Universidad de California en Estados Unidos (UCSF), destacó acerca de los resultados que, actualmente, ya son tres los tratamientos disponibles (donanemab, aducanumab y lecanemab) para ralentizar el progreso de la enfermedad. Aplaudió que con este hallazgo se siga avanzando “en la lucha por frenar el alzhéimer”.
El experto señaló que estos fármacos funcionan mejor en las fases más tempranas de la enfermedad y se necesitarán otras terapias para ayudar a tratar a los pacientes que tengan la condición más avanzada.
Mencionó que el fármaco experimental eliminó las placas amiloides y redujo las concentraciones de tau en la sangre, “pero no en una zona clave del cerebro”.
Rabinovici consideró que estos resultados son “alentadores”, pero que aún es necesario un análisis en profundidad para comprender cómo afectan estos hallazgos a los resultados de los pacientes.
Efectos secundarios y riesgos del tratamiento
El especialista recordó que el fármaco puede tener efectos secundarios potencialmente graves, lo que debería empujar a los expertos a “apuntar más alto en el desarrollo de tratamientos más impactantes y seguros”.
Al igual que los otros dos medicamentos ya disponibles, el donanemab se asoció con anomalías de imagen relacionadas con el amiloide (ARIA), un efecto secundario que puede suponer inflamación en áreas del cerebro y microhemorragias.
En este caso, ese efecto secundario se produjo en un 24 % de los casos y en un 3,7 % fue grave, con tres muertes que se relacionaron con el tratamiento.
Los riesgos fueron mayores entre los pacientes con el gen APOE4, relacionado con un mayor riesgo de alzhéimer, por lo que Rabinovici cree que debe recomendarse hacer pruebas genéticas antes del tratamiento con anticuerpos monoclonales.
Por otra parte, el donanemab debe limitarse a pacientes con niveles de tau de bajos a intermedios, lo que indica una enfermedad leve, mientras otros ensayos están evaluando la eficacia de los anticuerpos monoclonales en la fase inicial de la enfermedad, antes de que aparezcan los síntomas.
Con información de EFE