- El organismo no pudo aprobar su acuerdo para exigir la publicación de las actas electorales por un voto, mientras Brasil y Colombia decidieron abstenerse y México estuvo ausente en la reunión
El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) no logró aprobar el 31 de julio su resolución en rechazo a la situación política en Venezuela tras las elecciones presidenciales. El acuerdo buscaba fijar posición y exigir a las autoridades venezolanas hacer públicas las actas de votación para dirimir finalmente si el ganador fue Nicolás Maduro, como proclamó el Consejo Nacional Electoral (CNE); o Edmundo González Urrutia, como asegura la oposición con las copias de las actas recogidas por sus testigos.
Se requerían 18 votos de los Estados miembros para su aprobación, pero obtuvo 17, mientras 11 países se abstuvieron y cinco estuvieron ausentes. Ninguno votó en contra. La resolución contó con el apoyo de Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay.
Por su parte, Colombia y Brasil, países que han jugado un papel crucial en la mediación de la crisis venezolana en los últimos meses, decidieron abstenerse a pesar de que sus gobiernos precisamente han pedido la verificación de las actas. Mismo caso con Bolivia y Honduras, los únicos países miembros de la OEA que han reconocido abiertamente la presunta victoria de Maduro.
El resto de abstenciones vino de países caribeños como Bahamas, Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y Granada. Finalmente, México, Dominica, San Vicente y Las Granadinas y Trinidad y Tobago prefirieron no asistir a la reunión.
La resolución
La resolución promovida por la OEA se basó en los principios de la Carta Democrática Interamericana de defensa y promoción mutua de la democracia. También partía de los acuerdos de México y Barbados en los que el gobierno de Maduro se comprometió a realizar elecciones presidenciales transparentes y verificables, con plena participación de la oposición.
Entre sus puntos, instaba al CNE a publicar de inmediato los resultados de las elecciones del 28 de julio de cada una de sus mesas electorales. También a acatar las recomendaciones de diferentes actores políticos y gobiernos de hacer un proceso de verificación integral de los resultados con observación internacionales independientes. Igualmente, resaltar la importancia de cuidar toda la cadena de custodia del proceso de votación, incluyendo la protección de máquinas de votación y actas electorales.
“Es una prioridad absoluta salvaguardar los derechos humanos fundamentales en Venezuela, especialmente el derechos de los ciudadanos a manifestarse pacíficamente sin represalias”, expresaba el tercer punto.
Opiniones divididas
Antes de comenzar la sesión de la OEA, el presidente mexicano Andrés López Obrador adelantó la posición que tomaría su delegación al considerar la resolución como “intervencionista”. También aseguró que no hay pruebas de un fraude electoral en Venezuela, pese a que las actas presentadas por la oposición difieren por mucho del resultado emitido por el CNE, y le dan a Edmundo González una ventaja de más de 20 puntos sobre Maduro.
Las críticas cayeron especialmente sobre Colombia, cuyo presidente Gustavo Petro, recientemente abogó por la publicación de las actas como forma de demostrar la transparencia de las cuestionadas elecciones. La senadora María Fernanda Cabal se pronunció al respecto considerando como incoherentes las posiciones del mandatario y el canciller Luis Gilberto Murillo.
“Mientras guardan silencio y hacen declaraciones para distraer, ante el mundo se abstienen de apoyar o negar la resolución que insta a Maduro a publicar inmediatamente los resultados de las votaciones a nivel de cada mesa electoral. La verdad es que Petro apoya al genocida Maduro”, declaró.