- Actualmente existen casi 6 bolívares de diferencia entre la tasa de cambio del BCV y la del mercado paralelo con respecto al dólar
En el país existe una brecha considerable entre el tipo de cambio oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) y el precio de las divisas en el mercado paralelo. Este fenómeno tiene varios impactos en la economía nacional que afectan la dinámica comercial ante los particulares, comerciantes, bancos y el Estado.
Para el lunes 9 de septiembre, el tipo de cambio oficial se ubica en 36,69 bolívares por dólar, mientras que el promedio de cambio en el mercado paralelo rondaba los 42,65 bolívares por dólar, casi 6 bolívares de diferencia entre ambos.
El economista Aarón Olmos explicó que en lo que va de 2024, el tipo de cambio oficial solo ha variado 2,02 %, mientras que el tipo de cambio en el mercado paralelo se incrementó alrededor de 9,59 %.
“Cada vez que el Ejecutivo nacional hace una colocación de dólares en el mercado cambiario, por ejemplo, 180 millones de dólares que fue lo más reciente, las personas naturales y jurídicas van a comprar rápidamente y a las 9:30 am o 10:00 am ya no hay divisas porque la demanda es más grande que la oferta del Banco Central de Venezuela”, dijo Olmos en entrevista para El Diario.
El especialista detalló que si una persona va al mercado cambiario con la intención de adquirir $300, puede que solo obtenga $150 que pagará al tipo de cambio oficial. Si esa persona aún tiene los bolívares para comprar el resto de las divisas que requiere, puede que vaya a buscarlos en el mercado paralelo, aunque es posible que no logré obtener toda la cantidad porque el precio de venta será mayor.
Esa sobredemanda de divisas, en contraposición con la oferta, es uno de los generadores de esa brecha al aumentar el precio del dólar en el mercado paralelo, mientras que el tipo de cambio oficial se mantiene con una aparente estabilidad.
“El éxito estaría en que esa estabilidad que tiene el dólar oficial estuviese presente en el dólar no oficial, pero la única manera de que se dé esa estabilidad es que los niveles de desembolso que tenga el Ejecutivo sean exageradamente amplios. Estamos hablando ya casi de 3.617 millones de dólares que se han colocado en el sistema para tratar de mantener el tipo de cambio”, mencionó.
¿Cómo afecta en la cotidianidad?
En la cotidianidad del venezolano esta diferencia entre los dos tipo de cambio puede ser un incentivo para el uso de bolívares en las transacciones comerciales. Esto se debe a que los comercios tienen la obligación de cobrar al tipo de cambio oficial si tienen los precios de sus productos reflejados en dólares.
Olmos mencionó que algunos comercios aplican como política particular “castigar el pago en bolívares” y sacar el cálculo del tipo de cambio en al menos 40 bolívares o directamente en 42 bolívares.
Arbitraje financiero y la compra-venta de dólares
El economista Olmos explicó que muchas personas en el país se dedican a la compra y venta de dólares, bien sea para uso personal o como práctica comercial para generar un ingreso extra.
“Está el hecho de comprar barato y vender caro, es decir, hay quienes van a ir a los bancos a comprar divisas a 36 bolívares y algunos tienen excedentes cuando lo venden. Quizá generan más bolívares para pagar cosas vendiendo a tipo de cambio no oficial”, explicó.
Asimismo, detalló que en economía existe un concepto llamado arbitraje financiero, que en el caso de la compra y venta de divisas implica mover los activos en diferentes mercados para aprovechar la diferencia de precios entre ellos para generar ingresos.
“Pero ese arbitraje mucha gente lo asume como viveza criolla, porque les rinde más vender dólares al tipo de cambio no oficial que comprar un producto y revenderlo. Esto es algo que se hace desde hace mucho tiempo y hay que estar consciente de que a eso se le llama arbitraje”, acotó.
Señaló que se debe tener en cuenta que el dinero, en este caso los dólares, también puede ser una mercancía y está sujeto a precios de compra y venta.
La incertidumbre como motivación
El precio del dólar en el mercado paralelo fluctúa de acuerdo con la demanda y la oferta de divisas dentro del mismo. La demanda de esos dólares en ocasiones responde a la incertidumbre que puedan generar las decisiones y acontecimientos políticos y económicos en el país.
Olmos puso como ejemplo las elecciones presidenciales del 28 de julio, un evento electoral que estuvo lleno de incertidumbre en los días previos. Además, los días posteriores al anuncio del resultado que hizo el Consejo Nacional Electoral (CNE) hubo protestas, ruptura de relaciones diplomáticas y un clima incierto en torno a la publicación de las actas electorales.
Estos eventos influyeron en la necesidad de los venezolanos de adquirir dólares con la intención de “proteger su dinero en una moneda más estable”, por lo que la demanda se disparó y la oferta bajó.
Otra medida reciente que genera incertidumbre en la población es la ampliación del cono monetario con la incorporación de billetes 200 y 500 bolívares ante la pérdida de poder adquisitivo de las piezas de menor denominación.
El mismo aumento del precio también puede motivar al ciudadano a comprar divisas ante el temor de que siga subiendo de precio y los bolívares que tengan en su poder enfrenten una depreciación.
Mayor uso de los pagos digitales
Olmos señaló que en los comercios se ha evidenciado que los compradores buscan pagar cada vez más en bolívares a través de medios digitales como el pago móvil, y los puntos de venta para tarjetas de débito y crédito.
El economista indicó que en los comercios formales el efectivo que entre es en su mayoría en dólares, mientras que los bolívares son casi exclusivamente digitales. En el comercio informal y en los servicios de transporte público se puede ver mayor circulación de bolívares en efectivo.
Agregó que es difícil predecir qué moneda puede preferir el venezolano al momento de hacer transacciones, debido a que en el país varía mucho la forma en la que se hacen intercambios comerciales.
“Si tú le das a las personas libre albedrío para decidir con qué moneda transar, vemos que por ejemplo en el occidente del país se usa más en peso colombiano. En el sur de Venezuela he visto videos de una persona que entró a un automercado y decían que los precios están expresados en gramos de oro, o sea, el nivel de distorsión monetaria que hay en Venezuela es grandísimo y hay tanta distorsión porque no hay confianza a la moneda local”, expresó.
El dilema de los salarios pagados en bolívares
Olmos señaló que cerca de 90 % de los venezolanos cobra sus salarios en bolívares, esto comprende sueldo mínimo, bonos de alimentación, bonos del sistema patria, bonificaciones privadas y honorarios profesionales. Agregó que aunque estos montos totales se pueden calcular con base en dólares, finalmente se depositan a los trabajadores en bolívares en cuentas nacionales.
Destacó que mientras mayor sea el monto recibido en bolívares, también crecerá la necesidad de cambiarlos por divisas o pagar deudas y hacer compras lo más rápido posible por temor a la depreciación del dinero.
El economista destacó que han pasado más de dos años sin un aumento del salario mínimo, pero tampoco hay un incremento considerable de los ingresos de los trabajadores en el sector privado, por lo que han perdido parte de su poder adquisitivo en lo que va del año.
El comerciante vive otra realidad
La brecha en los tipos de cambio afecta a los comercios y comerciantes en distintas formas. Aarón Olmos señaló que el empresario tiene que responder a sus obligaciones de impuestos nacionales y municipales, con sus proveedores y con los salarios de sus empleados, por lo que debe mantener un nivel de ingresos estables para cumplirlas.
El experto indicó que al comerciante también le perjudica la falta de poder adquisitivo de sus clientes, debido a que cada vez compran menos y en algunos casos piden que les fíen para pagar luego.
El aumento de la tasa en el mercado paralelo se refleja posteriormente en el aumento de los precios en los productos de los mayoristas a los comercios y luego el precio de venta al público.
“La brecha está capturando mayor cantidad de dinero y no te están aumentando el salario, entonces, el impacto más inmediato lo ves en el nivel de ingreso de las personas que empiezan a tomar decisiones de dejar de hacer ciertos gatos o ciertas compras que antes sí podía cubrir, entonces esa brecha está generando también una caída en el consumo”, acotó el economista.