¿Cómo identificar la migraña y de qué manera tratarla?

• Las personas con migraña pueden tomar medidas para prevenir la aparición de los ataques de dolor y mitigar sus síntomas | Foto: Pixabay

Los dolores de cabeza o cefaleas pueden provocar un gran malestar e interferir con la cotidianidad de las personas. Sin embargo, ninguno es tan incapacitante como las migrañas, un tipo de dolor de cabeza intenso, crónico y que está acompañado de otros síntomas.

La frecuencia de las migrañas puede variar de una persona a otra y quien las padece podría atravesar varias etapas previas y posteriores al ataque. Si bien un paciente diagnosticado con migraña puede recurrir a un tratamiento farmacológico, también puede tomar medidas de autocuidado y cambiar hábitos para evitar la aparición del dolor.

¿Cómo reconocer un ataque de migraña?

El portal de Mayo Clinic señala que una migraña se puede identificar porque el dolor es muy intenso de uno o ambos lados de la cabeza. La persona también puede tener la sensación de palpitación en el área del dolor.

Durante la migraña, la persona está altamente sensible a la luz y a los sonidos, pero en algunos casos también se puede presentar hipersensibilidad a los olores y al tacto. 

Las personas con migrañas además pueden experimentar náuseas y vómitos durante los ataques de dolor. Las migrañas tienen una duración de entre 4 y 72 horas. Si una persona presenta estos síntomas por primera vez dentro de ese rango de tiempo podría requerir de una evaluación médica para confirmar el diagnóstico. 

¿Cuáles son las otras fases de la migraña?

Las personas con migraña pueden experimentar hasta cuatro fases relacionadas con la patología. Dos de ellas sirven como aviso previo al ataque de dolor, aunque no en todos los episodios se atraviesan todas las fases. 

El pródromo es la primera fase de la migraña y aparece entre uno y dos días antes del ataque. Las personas que experimentan esta etapa manifiestan cambios en su estado físico y emocional. 

Durante la fase de pródromo las personas pueden tener estreñimiento, antojos de comida, rigidez en el cuello, aumento de la cantidad de micciones, retención de líquidos, bostezos frecuentes y cambios de estado de ánimo (de depresión a euforia).

La fase del aura es una respuesta del sistema nervioso que ocurre antes o durante la migraña. Esta etapa provoca alteraciones visuales como visualización de formas como destellos de luz y puntos negros, aunque también podria producir una perdida temporal de la visión. 

Durante un aura, las personas también pueden experimentar hormigueo en brazos y piernas, entumecimiento o debilidad en el rostro y dificultad para hablar. 

Luego de la migraña se puede presentar una cuarta fase llamada posdromo, caracterizado por una sensación de debilidad, agotamiento y confusión. En algunos casos, las personas pueden sentirse eufóricas y si se realizan movimientos rápidos con la cabeza se producen dolores breves. 

¿Cómo tratar la migraña en casa?

Las personas pueden tomar varias medidas para mitigar el dolor durante una migraña; si bien estas acciones no desaparecen la patología, sí pueden minimizar los síntomas. 

– Permanecer en un lugar oscuro 

– Usar compresas frías para el dolor de cabeza 

– Poner compresas calientes en los músculos entumecidos

– Tomar una bebida con cafeína en pocas cantidades 

– Beber suficiente agua, especialmente si ha vomitado

– Dormir

Las personas que sufren de migrañas también pueden tomar una serie de medidas para reducir la aparición de los ataques:

– Reducir el consumo de bebidas alcohólicas

– Evitar tomar en exceso bebidas con cafeína

– Limitar el uso de analgésicos a menos de 10 días continuos 

– Establecer una rutina de sueño con suficientes horas de descanso

– Reducir el consumo de alimentos desencadenantes de migrañas como el queso curado y el chocolate 

– Intentar reducir las situaciones de estrés

– Hidratarse constantemente

Uso de medicamentos

La página de Mayo Clinic detalla que hay distintos tratamientos farmacológicos, varios de ellos son de venta libre sin receta para el tratamiento de las migrañas. No obstante, cada medicina tiene sus contraindicaciones, por lo que se debe consultar con un médico cuál es la más adecuada para cada caso y de qué forma deben administrarse. 

Los analgésicos de venta libre como el ibuprofeno y la aspirina sirven para aliviar el dolor provocado por la migraña. Sin embargo, su uso no puede prolongarse por mucho tiempo debido al riesgo de hemorragias y úlceras en el tracto gastrointestinal. 

Para los dolores leves se pueden tomar medicamentos compuestos por combinaciones de acetaminofén y cafeína (Migren, Dol Plus, Ivagan Forte en Venezuela). 

Hay un grupo de fármacos llamados triptanos que bloquean las vías de dolor hacia el cerebro y se pueden encontrar en presentaciones de pastillas, inhalador nasal e inyecciones con los nombres de sumatriptán (Imitrex, Tosymra) y el rizatriptán (Maxalt, Maxalt-MLT). Estos medicamentos no son recomendados para las personas que tienen riesgo de ataques cardíacos o accidente cerebrovascular (ACV).

La dihidroergotamina inyectada es un fármaco eficaz para el alivio de las migrañas, su efecto dura alrededor de 24 horas, pero podría tener como efecto secundario el empeoramiento de las náuseas y vómitos. Además, también está contraindicado para personas con problemas cardíacos, renales o hepáticos. 

Cuáles pueden ser las causas

La Clínica de la Universidad de Navarra (España) indica que las causas son diversas, pero que la mayoría de los casos tienen componentes genéticos. Alrededor del 70 % de las personas con migraña presentan antecedentes familiares. 

“Entre los desencadenantes están los cambios en los horarios de vida, la falta de sueño, cambios en los horarios de comidas, el ayuno prolongado; algunos pacientes identifican factores alimentarios, y la menstruación en las mujeres”, explica el Pablo Irimia, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra en el portal de esa institución.

Otros desencadenantes pueden ser el uso de anticonceptivos hormonales, alimentos salados o con conservantes, el consumo excesivo de bebidas alcohólicas o con cafeína, cambios climáticos o de presión barométrica y el esfuerzo físico intenso.