- La cifra de muertes por la explosión de estos aparatos ascendió a 12, mientras que los heridos superan los 2.800
Un cargamento de buscapersonas empleados por miembros del grupo chií libanés Hezbolá que fueron manipulados antes de llegar al Líbano y un mensaje falso que detonó en remoto los aparatos es una de las hipótesis más plausibles de la cadena de explosiones que el 17 de septiembre provocó al menos 12 muertos en una operación atribuida a Israel, de acuerdo con información de diversas fuentes.
El ministro de Telecomunicaciones libanés, Johnny Corn, aseguró que los dispositivos que explotaron formaban parte de un cargamento que llegó recientemente al Líbano y planteó la posibilidad de que se activaran a distancia, aunque aseguró que aún no conoce los detalles.
Corn afirmó que, según las informaciones preliminares, las baterías de los buscapersonas se calentaron, por lo que incluso algunas personas tiraron esos aparatos antes de que explotaran.
De acuerdo con fuentes anónimas que consultó el medio estadounidense The New York Times, este ataque fue preparado por Israel como parte de una operación contra Hezbolá, en la que ocultaron material explosivo dentro de un lote de buscapersonas de fabricación taiwanesa que fueron importados a Líbano.
El medio señaló que los funcionarios estadounidenses y de otros países que consultaron estaban informados de la operación. Explicaron que el material explosivo, de tan solo 28 o 56 gramos, había sido implantado junto a la batería de cada localizador junto con un interruptor que podía accionarse a distancia para detonarse.
No obstante, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, aseguró que Estados Unidos no estuvo involucrado en la explosión de los aparatos y tampoco tuvieron conocimiento previo del incidente.
Además, evitó señalar a Israel como responsable al igual que los portavoces del Pentágono, el general de brigada Patrick Ryder, y el del Departamento de Estado, Matthew Miller, quienes también afirmaron en ruedas de prensa que estaban recabando más información.
¿Qué son los buscapersonas y por qué los usaban los miembros de Hezbolá?
Los buscapersonas, conocidos también como pagers o beepers, son dispositivos usados como medio de comunicación ya que evitan que quienes los usen puedan ser geolocalizados.
A principios de este año, el líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, limitó estrictamente el uso de teléfonos móviles al considerar que eran más vulnerables a la vigilancia israelí.
Este tipo de dispositivos, que se quedaron obsoletos con la aparición del teléfono celular, son aparatos inalámbricos de baja tecnología que reciben mensajes alfanuméricos y bidireccionales, con la capacidad de enviar y recibir textos cortos.
Los buscapersonas se popularizaron en las décadas de 1980 y 1990, no obstante, los integrantes de Hezbolá los usan no solo para evitar ser localizados geográficamente, sino también porque son menos susceptibles a la interceptación de comunicaciones y funcionan en zonas de baja cobertura.
Estos dispositivos habían sido encargados por Hezbolá a la empresa taiwanesa Gold Apollo y fueron manipulados antes de llegar a Líbano, de acuerdo con las fuentes del medio estadounidense.
Teorías sobre la explosión de los dispositivos
El ataque simultáneo, que hirió a más de 2.800 personas, incluido el embajador iraní en el Líbano, Mojtaba Amani, y miembros de la formación armada chií en Siria, tiene numerosas hipótesis sobre cómo se podría haber producido.
El analista militar y político independiente, Elijah J. Magnier, señaló que se colocó una trampa explosiva dentro de los dispositivos, los cuales no se importaron directamente al Líbano, sino que se detuvieron en un país cercano durante tres meses, donde Israel implantó el explosivo.
Antes de la detonación, de acuerdo con las fuentes anónimas de The New York Times, el dispositivo estaba programado para emitir un pitido durante varios segundos.
Otros expertos informáticos consultados por la agencia de noticias EFE respaldaron la teoría de que, para que se produzcan esas explosiones, los aparatos tendrían que haber sido manipulados en origen, señalando que los fabricantes de los componentes de esos buscapersonas son los que deberían responder ante ello.
Sin embargo, la compañía asiática Gold Apollo negó en un comunicado haber fabricado esos dispositivos e indicó que la responsable de producirlos es una compañía denominada BAC, con sede en Budapest.
«Nosotros solo proporcionamos la autorización de la marca registrada y no estamos involucrados en el diseño ni en la fabricación de este producto. Siempre nos adherimos a las regulaciones pertinentes y mantenemos una cooperación transparente y conforme con nuestros socios», señaló el comunicado de la empresa.
Ataque masivo en el Líbano
El ministro de Salud Pública de Líbano, Firas Abiad, informó el 18 de septiembre que unos 1.800 de los más de 2.800 heridos requirieron ingreso hospitalario. Además, destacó que la cifra de muertos aumentó a 12 personas, entre ellas dos niños y cuatro trabajadores del sector sanitario que llevaban los buscapersonas mientras se encontraban en un hospital de Beirut.
Abiad explicó que la mayoría de los heridos, unos 1.850, se concentraron en Beirut y sus alrededores, mientras que en el sur del país resultaron heridas unas 750 personas y, en el oriental Valle de la Bekaa, otras 150.
A excepción de la capital, todas esas zonas son bastiones del grupo chií libanés Hezbolá, que confirmó que miembros de diversas unidades e instituciones del movimiento portaban los dispositivos afectados por las explosiones simultáneas.
El ministerio de Salud Pública libanéś tiene trazado un plan de emergencia coordinado con los diferentes hospitales del país para lidiar con potenciales casos de víctimas en masa, una situación que el ministro consideró clave para que el número de muertos no fuese tan alto tomando en cuenta la envergadura de los ataques.
«Parece que Israel está avanzando hacia una escalada y nosotros, como gobierno del Líbano, no queremos guerra. Lo que sucedió ayer fue una gran prueba para el plan de emergencia que pusimos en marcha por adelantado», indicó Abiad.
El ministro apuntó que la mayoría de las heridas fueron en la cara, en concreto quemaduras que obligaron a realizar reanimación cardiopulmonar a los pacientes, y también en las manos, con casos de amputación debido a las explosiones.
Señalamientos contra Israel
Hezbolá, respaldado por Irán, hizo «plenamente responsable» a Israel del ataque y prometió una represalia específica con operaciones para apoyar a Gaza.
El movimiento islamista Hamás, que controla Gaza también culpó al Estado israelí del ataque, al igual que el gobierno de Irán, que pidió a la comunidad internacional actuar con rapidez para “hacer frente a la impunidad”.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, responsabilizó también a Israel de la cadena de explosiones en los buscapersonas.
«En el contexto de las crecientes tensiones en la frontera entre el Líbano e Israel este tipo de acciones irresponsables pueden conducir a consecuencias extremadamente peligrosas, ya que provoca una nueva espiral de la escalada», afirmó en un comunicado la portavoz de la diplomacia rusa, María Zajárova.
La representante del Ministerio de Exteriores rusa demandó una investigación amplia para determinar y juzgar a los responsables de las explosiones masivas.
«Seguimos vigilando de cerca la situación en Líbano. El Reino Unido trabaja con socios diplomáticos y humanitarios en la región. Las víctimas civiles tras estas explosiones son profundamente angustiosas. Instamos a mantener la calma y reducir la escalada en este momento crítico», señaló un portavoz del Ministerio de Exteriores del Reino Unido.
La única reacción hasta ahora de Israel es un comunicado en el que el Ejército israelí dice estar evaluando la situación tras la explosión de los dispositivos en Líbano.
«En este punto no hay cambios en las directrices del Comando del Frente Interior. Se debe mantener la vigilancia, y cualquier cambio en la política se anunciará de inmediato», reza el texto israelí.
