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  • Los expertos señalan que algunos medicamentos ayudan a que el cerebro libere la sustancia cuando no se produce de forma natural 

Todos los organismos sanos producen las hormonas necesarias para su óptimo funcionamiento. La serotonina es una de estas sustancias químicas, conocida por su papel en la sensación de bienestar de una persona, por lo que algunos podrían pensar que mientras más se segregue mejor será el estado de ánimo, no obstante, los expertos advierten lo contrario.

A la serotonina se le conoce como la hormona de la felicidad debido a que está relacionada con el estado de ánimo, cuando los niveles de este neurotransmisor son adecuados, la persona tiende a sentirse más calmada, alegre y satisfecha.

De acuerdo con varios sitios especializados en salud consultados por El Diario, este neurotransmisor tiene otras funciones que van más allá de producir placer o alegría en una persona, ya que también controla el apetito, regula el sueño, ayuda a mantener una temperatura corporal estable y mejora las funciones cognitivas como la memoria, el aprendizaje y la concentración.

Una nota del portal español 20minutos, explica que la mayor parte de la serotonina se produce en el intestino, pero también se encuentra en el sistema nervioso central, especialmente en el cerebro, que se encarga de producir la cantidad necesaria de un organismo.

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Un estudio descubrió cómo generar nuevas neuronas en el cerebro adulto
Foto: Pixabay

Cuando una persona tiene niveles bajos de serotonina en su organismo, se presentan trastornos como depresión, ansiedad, insomnio o padecimientos obsesivo-compulsivos. En estos casos, los especialistas pueden recomendar una serie de medicamentos que provocan reacciones en las neuronas cerebrales para que empiecen a producirla. 

Productos que aumentan la serotonina en las personas

De acuerdo con el medio especializado MSD Manuals, estos son los productos que aumentan la liberación de serotonina en el cuerpo:

– Antidepresivos

– Analgésicos fuertes

– Drogas como el éxtasis y el LSD.

– Suplementos a base de hierba de San Juan (triptófano).

– Combinación de más de dos de estos productos o el aumento de la dosis de algún medicamento recetado.

El riesgo de un exceso de serotonina en el organismo radica en que se puede desencadenar una condición médica grave conocida como síndrome serotoninérgico. 

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Esta afección provoca una serie de síntomas que pueden variar desde leves hasta potencialmente mortales, señala el portal de salud MedLinePlus

Exceso de serotonina: riesgos de la llamada hormona de la felicidad
Foto: Pexels

¿Qué ocurre si se produce un exceso de la hormona de la felicidad?

La Clínica Mayo de Estados Unidos indica que la principal causa del síndrome serotoninérgico es la interacción entre diferentes medicamentos o el aumento de la dosis de un fármaco. 

Los síntomas de esta afección pueden variar en intensidad y tiempo de aparición, dependiendo de los fármacos que se hayan consumido. Entre las señales que alertan sobre un exceso de la hormona están: 

– Cambios en el estado mental como confusión, agitación o alucinaciones

– Aumento de la temperatura corporal.

– Frecuencia cardíaca alterada 

– Presión arterial alta

– Sudoración excesiva

– Temblores o rigidez muscular

– Náuseas, vómitos, y diarrea

– Dilatación de las pupilas

– Pérdida de coordinación.

Exceso de serotonina: riesgos de la llamada hormona de la felicidad
Foto: Pexels

Ante estos síntomas, los expertos recomiendan acudir a un médico para descartar o comprobar el diagnóstico del síndrome serotoninérgico. 

Aunque no existe una prueba específica para diagnosticar este síndrome, los portales consultados por El Diario coinciden en que los síntomas, la historia clínica, los medicamentos consumidos y la evaluación presencial pueden determinar si el cuadro se trata de un exceso de la hormona.

Posteriormente, el equipo médico podría ordenar detener inmediatamente los medicamentos que causan el problema.

En casos más graves, los especialistas aplican vía intravenosa sustancias bloqueadoras de los receptores de serotonina, junto a medidas de soporte vital como la intubación y la ventilación mecánica.

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