- A propósito de la Semana Mundial de la Novela, El Diario consultó a diferentes personalidades sobre la obra que consideran más representativa de la literatura venezolana. Aunque el consenso general fue Doña Bárbara, de Rómulo Gallegos, apuntaron a otros clásicos que marcaron diferentes épocas del país
Este trabajo fue publicado por primera vez el 13 de octubre de 2023.
Cada 13 de octubre se celebra la Semana Mundial de la Novela, desde el año 2021, por iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Una iniciativa que tiene como propósito fomentar la lectura y reconocer la importancia que tiene este género literario dentro de la cultura universal.
A pesar de que su desarrollo como género se alcanzó a partir de la Edad Media, la novela se ha convertido en una de las formas por excelencia en la que el ser humano ha decidido plasmar sus grandes historias, ficticias o no. Desde La novela de Genji, escrita en Japón en el siglo XI por Murasaki Shikibu, hasta Don Quijote del Mancha (1605), de Miguel de Cervantes, la novela recoge no solo el imaginario las épocas en que son escritos, sino que también moldearon el lenguaje y la forma de pensar del momento.
Venezuela no ha estado exenta de esta regla. Desde las crónicas del Nuevo Mundo en la que los conquistadores españoles mezclaban la realidad de sus exploraciones con historias fantásticas, la literatura venezolana encontró en la novela una forma de expresión que se mantiene hasta nuestros días, en la que han destacado notables figuras como Teresa de la Parra, Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri o Adriano González León.
La más icónica

Aunque coronar a una obra con el título de la novela más icónica de la literatura venezolana puede ser un ejercicio complejo y hasta un tanto arbitrario, lo cierto es que gran parte de ese reconocimiento, en opinión de académicos y expertos, podría recaer en un autor: Rómulo Gallegos. El escritor y expresidente de Venezuela es considerado como uno de los grandes novelistas de las letras latinoamericanas.
De acuerdo con la página web del Premio Nobel, a lo largo de su vida, Gallegos acumuló 16 nominaciones a su galardón de Literatura, estando en ocho oportunidades en la lista de opciones de la Academia Sueca. En 1967 incluso llegó a estar en el cuadro final, aunque el jurado terminó eligiendo al guatemalteco Miguel Ángel Asturias.

Aunque Gallegos legó importantes obras como Reinaldo Solar (1920), La trepadora (1925), Canaima (1935) o Sobre la misma tierra (1943), el consenso general apunta a Doña Bárbara (1929) no solo como su novela cumbre, sino también como una de las más importantes en la historia del país.
El escritor y cofundador del portal La Vida de Nos, Héctor Torres, está de acuerdo con esta afirmación. En entrevista para El Diario, aludió al valor que por sí sola tuvo Doña Bárbara como fenómeno literario en su tiempo, y también en adaptaciones cinematográficas como la filmada en México en 1943, con María Félix como protagonista, ayudaron a consolidar una referencia para el mundo sobre lo que era la cultura venezolana.
Gentilicio

El editor y fundador del portal especializado Letralia, Jorge Gómez Jiménez, no tiene dudas en reconocer a Doña Bárbara como la gran novela venezolana. En entrevista para El Diario, destacó que este mérito no viene solo de ser la obra más conocida internacionalmente del país, sino también una de las que mejor reflejó su idiosincrasia.
“Quizás pesa sobre ella un aliento didáctico —cosas de su época— que en algunas páginas es demasiado evidente, pero creo que son contundentes los aspectos positivos, como la estructura que dosifica la información para ir revelándonos la realidad a medida que avanzamos, o el delineado de unos personajes sólidos, perfectos”, acotó.
Una opinión similar tiene Lenis Rojas, directora del portal Ficción Breve Venezolana y coordinadora de contenido de La Vida de Nos. “Creo que la novela más icónica de Venezuela es Doña Bárbara, porque incluso sin haberla leído, los venezolanos podríamos nombrar a sus personajes y hacernos una idea de lo que allí se cuenta. Seguramente a esto han contribuido las adaptaciones cinematográficas, pero también la construcción arquetípica de sus personajes”, explicó.
Nuevos mundos

A pesar del consenso alrededor de Doña Bárbara, existen novelas de otros autores que también son consideradas como icónicas. Por ejemplo, Torres destaca El mago de la cara de vidrio, de Eduardo Liendo y Piedra de mar, de Francisco Massiani, como obras que marcaron época. “No quisiera dejar de mencionar a País portátil (de Adriano González León), como una novela que nos puso en el contexto de los premios internacionales, en tiempos en que la presencia de nuestra literatura en esos predios no era muy común”, agregó.
Un ejemplo de esto lo expone el escritor y poeta Yéiber Román. El finalista del Premio de Poesía Joven Rafael Cadenas y el Premio de Cuento Julio Garmendia consideró a la novela de Liendo como la más icónica de la literatura venezolana. “A mí me encantó esa novela la primera vez que la leí. Me sorprendió que la novela haya estado tan adelantada a su época con el tema de la tecnología y de una posible idiotización como consecuencia de ella”, apuntó en entrevista para El Diario.
País portátil

Gómez coincide en resaltar la importancia de la novela de González León, matizando las similitudes entre País Portátil y Doña Bárbara como registro de una Venezuela en dos tiempos: antes y después del boom petrolero.
“Mientras que Gallegos retrata su momento, Adriano arma un rompecabezas maravilloso cuya base es la Venezuela de los años sesenta, pero que en un acto de prestidigitación avanza a través de diversas épocas desde el siglo XIX y nos dice: esto, y no sólo el presente, somos nosotros. Como obra literaria me parece superior”, resalta.
Nuevas voces

La novela es un género que se mantiene en constante evolución, a la par de las sociedades que se plasman en sus historias. En este sentido, la literatura venezolana, pese a los altibajos que ha sufrido el país en las últimas décadas, se ha mantenido como un crisol de historias en las que caben múltiples realidades sobre la misma tierra. Y aunque el tiempo aún estará por determinar su valor para la posteridad, actualmente existen varias novelas con potencial de convertirse en clásicos en las próximas décadas.
Para Gómez, una novela venezolana contemporánea que recomienda es The Night (2016) . La obra de Rodrigo Blanco Calderón ganó en 2018 el III Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa. “Me parece que es la que mejor resume la Venezuela contemporánea, es una obra muy bien escrita con múltiples tramas que se entrelazan en un intento de explicarnos cómo llegamos, como sociedad, hasta aquí”, comentó.
Torres, quien es autor de libros como Caracas Muerde (2012) y La vida feroz (2016), agrega Falke (2006), de Federico Vegas. “Salió en un momento muy valioso donde los lectores venezolanos comenzaban a volcar su interés hacia nuestra literatura, y el tema, su tratamiento, y la aceptación del público, hizo que fuese una novela muy importante dentro de ese proceso”, destacó.
En el caso de Rojas, aporta a la lista Doña Inés contra el olvido (2018) y La escribana del viento (2013), ambas de Ana Teresa Torres. En general, recomienda toda la novelística de la autora ganadora del Premio Anna Seghers, de Alemania. Román incluye Santiago se va (2015), de José Urriola. “La leí en dos o tres días. Apenas la terminé, busqué Fisuras, la continuación. Santiago se va podría tener una construcción narrativa muy experimental y, sin embargo, eso no impide que uno se enganche a la historia. A medida que avanza, se vuelve cada vez más original”, argumenta.