34 años de la muerte de Baudilio Díaz: el accidente que acabó con una leyenda del beisbol

• El receptor insignia de los Leones del Caracas murió a los 37 años de edad en su casa, dejando un legado que se extendió más allá de la pelota venezolana

La leyenda de Baudilio Díaz aún permanece en la memoria de los fanáticos más entusiastas de los Leones del Caracas. Durante 15 temporadas, el pelotero se mantuvo como uno de los grandes referentes del equipo, inmortalizando el dorsal número 25 de su camiseta. Como receptor, era una muralla que atrapaba strikes y outs en la goma. Como bateador, una máquina con un récord de jonrones que pasaron décadas antes de ser superado.

Su carrera, así como su vida, terminaron abruptamente el 23 de noviembre de 1990, luego de sufrir un accidente mortal en su casa. Ya estaba cerca de su retiro, pues tenía 37 años de edad, y marcó una de las mayores tragedias que el deporte venezolano había sufrido desde la muerte de Néstor “Látigo” Chávez en 1969, o la de Gonzalo Márquez en 1984. 

Maestro de la LVBP

Díaz nació en Cúa, estado Miranda, el 23 de marzo de 1953. Ese mismo año el Caracas se coronaba campeón por primera vez bajo la denominación de Leones, pues antes eran Cervecería Caracas. Precisamente con el conjunto capitalino hizo su debut a los 18 años de edad, para la temporada 1971-1972. Al año siguiente, en 1973, sería parte de su décimo título en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP).

Se convirtió en el catcher insignia del equipo, haciendo dupla con el lanzador Urbano Ramón Lugo padre para lograr hazañas como el no hit no run a Tiburones de La Guaira en el Universitario el 6 de enero de 1973. 14 años después, volvió a repetir el mismo logro, ahora con pitcheo del hijo de su compañero, Urbano Rafael Lugo, el 24 de enero de 1987. Lo hizo nuevamente ante Tiburones en el mismo estadio, en la final que consagraron nuevamente campeones.

Llegó a conquistar cinco títulos con el Caracas, y también demostró ser un bateador temible. Durante toda su carrera, siempre leal a su equipo, acumuló un promedio de .283, con 491 hits, 231 carreras anotadas, 73 dobles, 6 triples, 55 jonrones y 276 carreras impulsadas. 

El 12 de enero de 1980, en un partido regular y nuevamente contra La Guaira, Díaz conectó un cuadrangular que hizo estallar en euforia a sus compañeros en el dugout. Había roto el récord de más jonrones en una misma temporada, con 20, superando la marca que había dejado el estadounidense Bob Darwin con el Magallanes justamente en 1973. Aquel hito no fue superado hasta 2013 por Alex Cabrera.

En las Grandes Ligas

En Venezuela, Díaz era conocido con el apodo de El Cambao, mientras que en Estados Unidos simplemente le decían Bo. Debutó en 1977 con los Medias Rojas de Boston, siendo el venezolano número 27 en las Grandes Ligas. Ese mismo año se pasó a los Indios de Cleveland, en donde fungió como receptor suplente de Ron Hassey, llegando a titular cuatro años después.

Su momento de brillar llegó en 1982, cuando lo transfirieron a los Phillies de Filadelfia.  Allí logró su mejor desempeño con un registro de 151 hits, 69 carreras anotadas, 18 jonrones y 85 carreras remolcadas. Al año siguiente llevó a los Phillies hasta la Serie Mundial, donde quedó subcampeón frente a los Orioles de Baltimore. En 1986 ingresó a los Rojos de Cincinnati, donde jugó sus últimas temporadas para cerrar con un average de .225, 885 hits y 87 cuadrangulares.

El accidente

En 1989 Díaz anunció su retiro de las Grandes Ligas, pero decidió ponerse la careta una vez más con los Leones, equipo para el que no jugaba desde aquella final histórica de 1987. No obstante, lo que auguraba ser su temporada final con el equipo que lo vio crecer se volvió complicada debido a sus constantes roces con el mánager Phil Regan.

En plena temporada, Baudilio sostuvo una discusión con el estadounidense, pues le pidió hacer de catcher para los lanzadores de reserva del bullpen, algo que consideró denigrante, dado su estatus como grandeligas y que no le correspondía jugar en ese momento. Molesto abandonó la práctica y se fue del estadio. Fue la última vez que vistió el uniforme de su equipo. 

El 23 de noviembre de 1990, los Leones tenían un juego, pero Baudilio no se presentó. Ese día tenía previsto reunirse con los directivos del equipo para negociar su regreso, pero prefirió quedarse en su casa, en la urbanización La Tahona.  El pelotero quiso aprovechar la tarde libre para arreglar una antena parabólica que estaba fallando, pero mientras intentaba ajustarla, se resbaló y el aparato se desprendió de su base y le cayó encima. 

Murió de forma instantánea por politraumatismos en la cabeza y el tórax. Al día siguiente, la foto de los bomberos bajando del techo su cuerpo envuelto en una sábana blanca acaparó los titulares de la prensa. 

Legado

Bo Díaz entró al Estadio Universitario para el último encuentro con su fanaticada en una carroza fúnebre cubierta de flores. Andrés Galarraga y el entonces presidente de la LVBP, Oscar Prieto Párraga, encabezaron el cortejo que cargó su ataúd hasta el puesto de receptor que solía ocupar en el diamante. Con el himno nacional, le dieron el adiós. 

La repentina muerte del pelotero no opacó el gran legado que dejó para los Leones del Caracas y el beisbol venezolano. Ese mismo año los Leones del Caracas retiraron el número 25 que vistió por más de una década en su honor. Posteriormente, en 1991, ingresó al Salón de la Fama del Deporte Venezolano, que reconoce a los atletas más destacados del país de todas las disciplinas.

También ingresó en 2006 al Salón de la Fama del Museo del Beisbol Venezolano, ubicado en Valencia, estado Carabobo. De igual forma, la Confederación de Beisbol Profesional del Caribe (CBPC), organizadora de la Serie del Caribe, aprobó su exaltación a su Pabellón de la Fama en Puerto Rico en febrero de 2020. 

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