- Las autoridades eclesiásticas indicaron que más de 1.000 jóvenes voluntarios resguardarán la imagen mariana durante la caminata por Barquisimeto
El padre Rubén Darío Hernández, encargado del cordón de resguardo de la imagen de la Divina Pastora, informó el 12 de diciembre que más de 1.000 jóvenes acompañarán la procesión número 167 el 14 de enero por las calles de Barquisimeto, estado Lara.
“Va a ser una gran procesión, el equipo de acompañamiento resguardará a la sagrada imagen de la Virgen de la Divina Pastora hasta la catedral de la ciudad”, dijo el sacerdote para Mundo UR.
Agregó que hasta el momento se han realizado dos ensayos previos a lo que será el recorrido de la Patrona de Barquisimeto. El tercero se realizará 3 días antes de la procesión con el objetivo de afinar los detalles logísticos.
Récord Guinness para la procesión
Estefany Ferri, autoridad única de Turismo en Lara, informó en enero de 2024 que la Gobernación buscará establecer el próximo año el récord Guinness a la procesión de la Divina Pastora como la más grande de Latinoamérica.
Para lograr esta hazaña, la comunidad católica se prepara desde 2023 con el fin de solicitar la verificación que dura aproximadamente ocho meses.
“El primero se efectuó en la población de Santa Rosa y el segundo en la plaza Macario Yépez de Barquisimeto”, señaló el encargado del cordón de resguardo.
De acuerdo con el padre Hernández, estos ensayos sirven también como un espacio para el encuentro y espiritualidad de los jóvenes voluntarios que asumirán la responsabilidad este año.
Procesión de la Divina Pastora
Todos los 14 de enero, miles de feligreses de Venezuela se congregan en torno a una advocación mariana a la que consideran la protectora del estado Lara: la Virgen de la Divina Pastora.
Devotos de todas partes del país viajan a Barquisimeto para acompañar la procesión por las calles de la ciudad y pedirle o agradecerle a la Virgen su intercesión ante Dios.
Se trata de una de las manifestaciones marianas más grandes de Latinoamérica, al congregar a más de 3 millones de creyentes en el recorrido que sale de la basílica homónima ubicada en la población de Santa Rosa hasta la Catedral de Barquisimeto.
Son alrededor de siete horas de caminata por varias parroquias barquisimetanas, en la que algunos fieles llevan en hombros a la Virgen de la Divina Pastora que luce un vestido distinto cada año, con su típico sombrero, el Niño Jesús en sus piernas y en la mano izquierda un cayado pastoril y un cordero (de estos últimos detalles proviene su nombre).
Origen de la devoción mariana
De acuerdo con el periodista y escritor venezolano Luis Perozo, la devoción por la Divina Pastora comenzó en las calles de Sevilla, España, en 1703. El fraile capuchino Fray Isidoro aprovechó la ocasión para predicar en honor a esta Virgen en uno de los rezos.
La inspiración de su imagen tuvo su origen en un sueño, posteriormente contrató a un artista de la ciudad, Alonso Miguel de Tovar, para que le fabricara un lienzo con los detalles de la visión.
Posteriormente, el fraile sacó a la procesión de Sevilla el lienzo montado en un estandarte adornado con guirnaldas de flores y cintas, señaló Perozo en entrevista previa con El Diario.
A Venezuela llegó la imagen de la Divina Pastora de la mano de conquistadores y misioneros españoles, entre los años 1715 y 1724. Pero no fue sino hasta 1740 que la figura de esta Virgen se instaló en el templo de Santa Rosa en Barquisimeto.
El misterio que rodea esta imagen es que para esa iglesia se había encargado una de la Inmaculada Concepción, cuando el padre de la parroquia se dio cuenta del error, ordenó a unos indios llevar a la virgen hasta Barquisimeto, pero los historiadores reseñaron que el bulto se tornó tan pesado que ni los indios ni las bestias pudieron mover la caja que contenía la imagen en piezas de la Divina Pastora.
Luego de esto, consideraron que la imagen debía quedarse en Santa Rosa porque demostró ser ese su deseo. Así fue que a partir del 14 de enero de 1856, a las cinco de la mañana salió de Barquisimeto la primera peregrinación.
La procesión se dio en medio de la epidemia de cólera que azotaba varias partes del país, incluído el estado Lara. Ese día el presbítero José Macario Yépez pidió que la Divina Pastora saliera desde su templo con el objetivo de pedir la erradicación de la enfermedad.
Perozo indicó que otro suceso que ayudó a fortalecer la devoción por la patrona larense se remonta al año 1812, cuando el terremoto del 26 de marzo desplomó su templo por completo, pero su figura quedó intacta.