- La hipersensibilidad ante sonidos sorpresivos es más común en niños con autismo que con otros diagnósticos | Foto:
El ruido repetitivo de los fuegos artificiales es parte del ambiente navideño en muchos países y para muchas personas es parte de las tradiciones decembrinas. Sin embargo, para algunos niños ese sonido puede generar un fuerte malestar.
Los niños con alteraciones del neurodesarrollo y los bebés prematuros pueden ser extremadamente sensibles al ruido de los fuegos artificiales, por lo que las festividades de Navidad y Año Nuevo se convierten en un mal momento para ellos.
Rusdeiba Agelvis, especialista en neuroeducación e integración sensorial, explicó que este malestar se presenta principalmente en niños con trastorno del espectro autista (TEA), trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y bebés prematuros con problemas en el desarrollo sensorial.
“Para estos niños, los estímulos auditivos son percibidos como más intensos y desagradables, lo que provoca una respuesta de estrés o incomodidad. En el caso del autismo, esto particularmente puede desencadenar una fuerte crisis conductual que afectará a todo el núcleo familiar” explicó Agelvis en entrevista para El Diario.
La especialista indicó que para entender cómo estos niños perciben el ruido, es necesario conocer los conceptos de procesamiento sensorial e integración sensorial.
El procesamiento sensorial se refiere a cómo nuestro cerebro recibe e interpreta la información que ingresa por los sentidos: la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato y también el sentido de movimiento y posición del cuerpo (sistema propioceptivo y vestibular). El cerebro detecta y responde a todos los estímulos del entorno”, expresó.
Mientras que la integración sensorial es la capacidad del cerebro para organizar y combinar la información de los diferentes sentidos de manera coherente y útil. Esto ayuda a responder de forma adecuada al entorno y a las situaciones que se presentan en la cotidianidad.
“Por ejemplo, cuando cruzamos una calle, utilizamos la integración sensorial para combinar la información visual para ver el semáforo y el tráfico; la auditiva para escuchar las cornetas y posibles frenazos de los carros; y propioceptiva para saber la posición de nuestro cuerpo y para tomar decisiones seguras como no pasar entre dos carros que están muy juntos. Esto es especialmente importante en el desarrollo infantil”, detalló.
¿Cómo atender una crisis provocada por el ruido de los fuegos artificiales?
La experta detalló que una crisis causada por el ruido de los fuegos artificiales puede incluir llanto persistente, autolesiones y heteroagresiones (a una persona o población específica). Asimismo, comentó que la conducta del niño dependerá del compromiso neurológico que tenga, por lo que varía dependiendo de cada caso.
Indicó que la sobre reactividad sensorial en la parte auditiva es más común en niños con autismo. No obstante, aclaró que la reacción de taparse los oídos ante ruidos sorpresivos es algo que puede estar presente en niños con otros diagnósticos o que tengan alguna alteración en el procesamiento sensorial.
Agelvis comentó que si el niño comienza a reaccionar de forma adversa al ruido, lo primero que deben hacer los padres es verificar si su conducta es repetitiva o solo ocurrió la primera vez que escuchó el estruendo.
“Se debe proporcionar un entorno calmado y seguro. Se puede intentar llevar al niño a un lugar más silencioso, ofrecerle objetos de confort, como un peluche si le agradan, y hablarle suavemente para tranquilizarlo. En caso de que el niño tolere audífonos, se pueden utilizar audífonos con cancelación de ruido o con música suave para bloquear los ruidos fuertes”, comentó..
En caso de que el niño no tolere los audífonos, se puede usar como alternativa un poner música suave en cornetas a un volumen que logre enmascarar el ruido de los fuegos artificiales.
Otras herramientas que pueden aplicar los representantes son el uso de juguetes sensoriales que le ayuden al niño a reducir el nivel de ansiedad y aplicaciones móviles para la relajación o meditación. También se pueden apoyar en el uso de tapabocas para minimizar el olor a pólvora si al niño no le molesta la sensación de la mascarilla en el rostro.
¿Qué son los juguetes sensoriales?
Los juguetes sensoriales son objetos diseñados para estimular los sentidos de los niños como el tacto, el oído, la vista, la vista, el gusto y el olfato. Esto le brinda diversión y tranquilidad a los niños, mientras desarrollan sus sentidos.
¿Cómo preparar al niño y a la familia?
Si el niño ya tiene un diagnóstico o sus padres y representantes saben que tiene alguna alteración del neurodesarrollo, la familia puede anticipar y prepararse para actuar de la mejor forma durante las fiestas decembrinas y la exposición a los fuegos artificiales.
“Es crucial anticiparle al niño qué es un fuego artificial mediante videos, explicándole en qué ocasiones lo puede escuchar. Es importante mantener las recomendaciones de su especialista tratante”, agregó Agelvis.
La licenciada sugiere que este escenario se puede plantear con el terapeuta que atienda al niño para que le ofrezca recomendaciones a la familia. Alegó que lo ideal es conversar con un terapeuta ocupacional formato en integración sensorial, especialmente si se trata de niños con autismo.
La especialista en neuroeducación, destacó la importancia de sensibilizar a familiares y amistades sobre las dificultades sensoriales que pueden tener los niños.
“Es importante educar a familiares y amigos, porque estas situaciones incluyen problemas que van más allá de los sonidos, también pueden ser olores, sabores y texturas que tengan un gran impacto en el niño”, explicó.
Agelvis señaló que se pueden compartir con esos invitados a las fiestas navideñas y de Año Nuevo información y recursos que les expliquen la importancia de crear un ambiente respetuoso para todos durante la época.
“Organizar reuniones familiares para discutir cómo todos pueden contribuir a un entorno más acogedor también puede ser útil. Afortunadamente, cada día se sabe más sobre estas alteraciones sensoriales y cómo pueden afectar a los niños”, añadió.
La experta aclaró que adaptar el ambiente de la fiesta para que los niños con alteraciones del neurodesarrollo no debe implicar el fin de la diversión para el resto de los invitados. Aconseja llegar a un consenso entre los integrantes para que las festividades sean agradables para todos.