180 migrantes viajan en barco desde Panamá a Colombia por no poder establecerse en EE UU: los detalles

Las autoridades panameñas buscan evitar la trata de personas y trayectos clandestinos
Tahiana González
7 Min de lectura

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180 migrantes embarcaron el jueves 27 de febrero en tres barcos que salieron desde un puerto de Panamá con destino a la frontera con Colombia. Esto significa una nueva ruta oficial para agilizar de forma segura el flujo migratorio de retorno a Suramérica, tras no alcanzar su meta de establecerse en EE UU después de las restricciones impuestas por el presidente Donald Trump.

A las 6:00 am, tras horas de preparación, las tres embarcaciones partieron con destino a La Miel, cerca de la frontera colombiana, en una ruta en la que, a diferencia de otros casos, no se hacen escalas en pequeñas islas del Caribe panameño.

Asimismo, en estos barcos también viajan medio centenar de niños, la mayoría de Venezuela. 

Fuentes oficiales confirmaron a la agencia de noticias EFE los detalles del viaje y explicaron que continuarán la ruta por mar hasta la tarde del 27 de febrero, para atracar en un lugar seguro sin aparentemente descender de los barcos, para llegar el 28 de febrero a su destino a La Miel, donde luego desde ahí tomarán otras embarcaciones hacia Necoclí, ya en Colombia.

180 migrantes viajan en barco desde Panamá a Colombia por no poder establecerse en EE UU: los detalles
EFE/ Bienvenido Velasco

El uso por las autoridades de migración de Panamá de estas grandes embarcaciones de madera y cubiertas, capacitadas para cubrir largas distancias, es aparentemente un nuevo método para tratar de controlar el flujo de retorno hacia el sur de una manera más segura, después de que el 21 de febrero naufragó una lancha en la que viajaban 21 migrantes de Venezuela y Colombia, en el que murió una niña venezolana de 8 años.

Esta vía marítima se debe, además, a que al contrario de México o el resto de países centroamericanos en su camino al sur, en Panamá los migrantes se topan con la barrera de la selva del Darién, sin vías ni pasos por carretera hacia Colombia, por lo que para evitar adentrarse en esa jungla con peligros naturales y criminales, optan por continuar su trayecto en embarcaciones, aunque hasta ahora lo hacían en pequeñas lanchas.

Nervios antes de embarcar

Algunos migrantes explicaron a EFE que hay temor por el trayecto y las condiciones climáticas, sin embargo, esperan que el viaje “salga bien”.

“Ha sido un poco confusa a la vez y hay nervios, hay temores, pero confiando en la voluntad de Dios, que se haga primeramente la voluntad de Dios y que todo salga bien”, reconoció a EFE la venezolana Kimberly Pereira poco antes de embarcar.

Acompañada de su hijo pequeño, Pereira reconoce que les preocupa el mar, sobre todo después de “la lancha que se volteó” la semana pasada.

180 migrantes viajan en barco desde Panamá a Colombia por no poder establecerse en EE UU: los detalles
EFE/ Bienvenido Velasco

“Nos da miedo, temor. Está lloviendo, las precipitaciones que se ha enfrentado, viento fuerte, entonces sí es difícil en el mar por tantos niños, tantas personas, pues venimos cansados, entonces es difícil el estar en el mar”, relataba la mujer, nerviosa.

El ministro de Seguridad Pública de Panamá, Frank Ábrego, había adelantado en una rueda de prensa el 25 de febrero que algunos de los migrantes habían estado haciendo el trayecto marítimo de manera irregular o clandestina, contratando ellos directamente los botes a través de páginas que les ofrecen el servicio.

Añadió, que tomaron las medidas necesarias para regularizar y evitar que sigan ocurriendo este tipo de traslados considerados como “tráficos de seres humanos”, ya que, explicó, son retenidos contra su voluntad y les exigen dinero.

“Lo importante aquí es que ese transporte no toque ninguna población en el eje carretero nuestro. Igualmente no queremos que sea así en la parte marítima, sino que es un viaje totalmente garantizado que estas personas suben a un bus, se bajan en un destino controlado por nosotros y efectivamente se haga así en la parte marítima”, subrayó. 

La migración de retorno

Las medidas migratorias del presidente de Donald Trump han llevado a los extranjeros que esperaban poder llegar a Estados Unidos optar por su retorno a su países de origen e incluso buscar rutas a otras naciones para estabilizarse. 

De acuerdo con un reportaje de la agencia EFE, más de dos centenares de viajeros, incluidos niños y la gran mayoría venezolanos, estuvieron el fin de semana del 22 de febrero en una localidad cercana al Puerto de Cartí, en la comarca indígena panameña de Guna Yala, prestos a tomar una embarcación con destino al sur.

Algunos de ellos expresaron que no se arrepienten de haber intentado llegar hasta Estados Unidos, aunque el retorno ahora se les haga más complicado debido a los costos de traslado. 

Otros migrantes habían intentado hacer una segunda migración, como fue el caso de la venezolana Karla Castillo, de 36 años, quien había salido desde Chile, donde estuvo por cinco años, y piensa retornar.

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Foto: EFE/ Bienvenido Velasco

Las medidas migratorias de Donald Trump 

Luego de su toma de posesión, el gobierno de Donald Trump ha tomado varias medidas para frenar el ingreso de migrantes, como la eliminación del Estatus de Protección Temporal (TPS), el parole humanitario y de la aplicación CBP One, que permitían a los extranjeros poder vivir y trabajar en el país. 

Sumado a ello, se han realizado deportaciones y detenciones de migrantes sin documentos, entre ellos venezolanos. 

Hasta el momento, se han trasladado a Venezuela 609 ciudadanos en tres vuelos de repatriación que salieron desde México y Honduras. En el último viaje, ocurrido el 24 de febrero, un avión de Conviasa aterrizó con 242 migrantes, entre los que había mujeres, niños y adolescentes.

Tahiana González
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