Las autoridades de Perú encontraron sin vida a los 13 trabajadores de la mina de oro Poderosa, en la provincia de Pataz, en el departamento de La Libertad, quienes permanecieron secuestrados durante varios días.
De acuerdo con medios locales, que tuvieron acceso a fuentes del Ejecutivo peruano y a familiares de las víctimas, los trabajadores presuntamente fueron ejecutados por sicarios en un socavón del yacimiento, ubicado en el norte del país.
Los cuerpos recuperados por la Policía Nacional de Perú presentaban disparos en la cabeza y el cuello, además de estar maniatados. Algunos medios peruanos, como Epicentro TV y el programa Panorama, difundieron imágenes del operativo.
Algunos familiares de las víctimas también confirmaron al canal América Televisión que los 13 trabajadores, quienes brindaban servicios de seguridad en la mina Poderosa, fueron hallados muertos.
Secuestro de los mineros en Perú
El 3 de mayo, representantes de la mina Poderosa reportaron que un grupo de mineros ilegales, coludidos con criminales, secuestraron a los 13 trabajadores que brindaban servicios de seguridad en la zona.
La compañía expresó su preocupación y solidaridad con las familias de las víctimas, lamentando que el clima de violencia siga escalando en la región y afecte a quienes desarrollan sus actividades laborales en el área.
Detalló que el delito ocurrió después de que un grupo de criminales atacara una operación minera con el fin de tomar el control de la misma. La zona donde opera la mina fue recientemente declarada en emergencia por el gobierno debido al aumento del crimen organizado, que ha provocado varios ataques contra mineros y su infraestructura.
“Llama poderosamente la atención que la semana pasada la Policía Nacional de Perú haya movilizado a más de 800 efectivos para un operativo que, lamentablemente, no contempló mayores interdicciones de bocaminas ilegales ubicadas en la zona en la que se produjeron los hechos”, agregó el comunicado de la empresa que coordina la mina Poderosa.
Emboscada en otro campamento minero
El 3 de mayo, una emboscada de presuntos mineros ilegales contra los trabajadores del campamento minero Aracoto, ubicado en la misma región del secuestro y asesinatos, dejó ocho heridos, entre ellos dos policías.
La Policía Nacional de Perú reportó que los trabajadores y los efectivos policiales fueron emboscados en sus vehículos cuando ingresaban a la planta procesadora de la minera Caravelí.
A raíz del enfrentamiento con armas de fuego, seis de los trabajadores y dos policías resultaron heridos de diversa gravedad y posteriormente fueron trasladados en helicóptero a dos centros de salud.
“Tomamos las acciones inmediatas para atender a los heridos de este enfrentamiento ocasionado entre un grupo de delincuentes que trató de tomar un campamento minero en el distrito de Tayabamba”, declaró a medios peruanos el gerente regional de Salud, Aníbal Morillo.
Esta emboscada se registró en otro distrito que pertenece a la provincia de Pataz, declarada en emergencia por los hechos de violencia desatados por la minería ilegal.
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