El youtuber español Frank Cuesta publicó un video el 13 de mayo para admitir que no es veterinario ni herpetólogo (rama de la zoología que estudia a los reptiles y anfibios) y que los animales de su santuario Libertad son comprados y no rescatados como afirmó durante años.
“He sido un personaje y poco a poco se me ha ido yendo de las manos por un grave problema de mitomanía y ego. Todos los animales que hay en el santuario son comprados, por lo tanto, podemos decir que es más una granja de animales que un santuario”, declaró Cuesta en su canal de YouTube.
El español fue detenido el 27 de febrero por posesión ilegal de animales salvajes protegidos, sin embargo, salió poco después en libertad bajo fianza.
Asimismo, Cuesta informó que no tiene cáncer, aunque admitió estar bajo tratamiento para controlar una mielodisplasia, una enfermedad en la que la médula ósea produce células sanguíneas anormales, lo que puede llevar a una reducción en la cantidad de glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas.
En el video, de poco menos de 3 minutos, el youtuber ofreció disculpas por haber engañado a sus seguidores y aprovecharse de la gente debido a su trastorno de mitomanía.

¿Qué es la mitomanía?
La mitomanía es un trastorno psicológico que consiste en un exceso de mentira patológica y narcisismo, de acuerdo con Sergio García, portavoz del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid.
“Esas mentiras son para conseguir algo, además se creen su propio delirio. Necesitan mentir para atraer la atención y la admiración”, afirmó García en declaraciones para la agencia EFE.
El experto agregó que en los mitómanos hay además un componente de narcisismo al querer ser el centro de atención por lo que se inventan una vida que no tienen.
De acuerdo con portales especializados consultados por El Diario, la mitomanía se diferencia de las mentiras ocasionales o situacionales, por el patrón persistente de falsedades.
El medio Terapify señaló que las personas con este trastorno psicológico no mienten únicamente para obtener ventajas concretas, sino que es una respuesta automática e incontrolable del paciente.
Las mentiras pueden variar en su complejidad y alcance, y van desde exageraciones sutiles de la realidad hasta la invención de historias elaboradas y fantásticas.
Una característica de la mitomanía es que, en la mayoría de los casos, la persona llega a creer sus propias invenciones, lo que puede dificultar la distinción entre la realidad y la ficción, tanto para el individuo que la padece como para quienes lo rodean.

Diagnóstico y tratamiento de la mitomanía
Los expertos del portal especializado Psicología y Mente indicaron que los mitómanos carecen de conciencia o entendimiento sobre el impacto negativo que sus mentiras tienen en los demás, aunque en algunos casos pueden experimentar culpa o ansiedad al ser descubiertos.
La mitomanía se reconoce como un patrón de comportamiento que puede estar asociado a diversas enfermedades mentales, como trastorno límite de la personalidad, narcisista y antisocial. También puede observarse en personas con baja autoestima, inseguridad y una necesidad patológica de atención y aprobación.
Mitomanía: síntomas y patrones que suelen ser recurrentes
De acuerdo con los medios consultados, el diagnóstico de la mitomanía es complejo, principalmente porque no constituye una categoría clínica independiente por lo que se requiere una evaluación psicológica exhaustiva para determinar el trastorno.

El tratamiento se centra en abordar las causas subyacentes que provocan en una persona la necesidad de mentir de forma patológica. Entre las terapias psicológicas que refieren los expertos están:
– Cognitivo-conductual para identificar los pensamientos y creencias disfuncionales que contribuyen al comportamiento
– Psicodinámica, sirve para explorar las raíces inconscientes de la necesidad de mentir
– Aceptación y compromiso es el primer paso de un mitómano para evitar caer en los pensamientos falsos
– Dialéctico-conductual funciona para abordar los trastornos de personalidad caracterizados por la impulsividad
– Terapia de grupo en la que el paciente pueda participar en un espacio seguro y compartir experiencias con una comunicación honesta
Los especialistas afirmaron que una vez que se logran avances en el tratamiento, es importante que el paciente siga en vigilancia para desarrollar estrategias que le permitan prevenir recaídas y mantener los cambios positivos a largo plazo. Esto puede incluir el desarrollo de un plan para afrontar situaciones de estrés o la tentación de mentir, así como el apoyo terapéutico continuo.