Cientos de venezolanos se congregaron el domingo 19 de octubre frente a la plaza de San Pedro del Vaticano para presenciar un momento que habían esperado por generaciones: la canonización de José Gregorio Hernández y la elevación a los altares de la madre Carmen Rendiles.

Muchos viajaron durante días, algunos con promesas cumplidas y otros con la esperanza de nuevas bendiciones. “Hoy, Venezuela celebra un día muy especial. Para mí es un honor hacer este proyecto, sobre todo llevar este mensaje de fe”, expresó Yeyson Paredes, peregrino andino que caminó durante 45 días con la imagen del médico de los pobres en Venezuela.

Antes del inicio de la ceremonia, los devotos entonaron el Himno Nacional de Venezuela y el “Alma Llanera”, lo que unía sus voces en un gesto de identidad y devoción. Además, desde la fila de acceso, podían observar las imágenes de San José Gregorio Hernández y Santa Carmen Rendiles desplegadas en la fachada de la Basílica de San Pedro.

Durante la ceremonia, las banderas tricolor ondeaban entre cantos y oraciones. “Es una emoción muy grande, muy bonito. Estamos muy felices y dándole gracias a Dios por esta oportunidad que nos ha regalado de poder estar aquí”, contó Eritza, venezolana residente en España desde 2021, quien viajó especialmente a Italia para presenciar la ceremonia.
Entre los asistentes también se encontraba la hermana María Rocío. Ella relató su propia experiencia de sanación gracias a la intercesión del nuevo santo. “Tuve un accidente y me recuperé por la gracia de José Gregorio. Hoy solo puedo agradecer y pedir que esta canonización llene de bendiciones a todos los feligreses”, afirmó.

Al finalizar la misa, los devotos se reunieron en los alrededores del Vaticano para compartir sus relatos personales. Algunos hablaron de regresar con nuevas fuerzas, inspirados por el ejemplo de humildad y servicio del nuevo santo venezolano.
El papa Francisco proclamó santos a José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles

La canonización fue proclamada por el papa durante una misa solemne en la plaza de San Pedro, acto litúrgico en el que la Iglesia reconoce oficialmente la santidad de una persona y la inscribe en el calendario de los santos. En este caso, el rito incluyó la lectura del decreto papal y la inserción de los nombres de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles en el libro de los santos. La ceremonia reunió a miles de fieles y delegaciones que siguieron el oficio desde la plaza y por transmisión en vivo.
El camino a la canonización combinó la constatación de la vida virtuosa de ambos y la evaluación de hechos atribuidos a su intercesión, por lo que el proceso romano examinó testimonios, pruebas y, en el caso de milagros presentados, estudios médicos y teológicos antes de que el Santo Padre aprobara la proclamación.

En el caso de José Gregorio Hernández, su beatificación previa y la amplia devoción popular fueron factores relevantes en la causa que culminó con el reconocimiento pontificio.
Por su parte, la congregación de Santa Carmen Rendiles, las Siervas de Jesús de Venezuela, preserva su legado mediante la adoración eucarística, la cual inspira a las nuevas generaciones incluso antes de su enaltecimiento.
La canonización tiene un valor simbólico y pastoral, y consagra oficialmente a dos figuras profundamente vinculadas al servicio de los pobres y al cuidado de la salud y la espiritualidad en Venezuela. Aunque para muchos fieles venezolanos ya consideraban a José Gregorio Hernández como santo en sus corazones, para muchos devotos, la declaración significa un referente de identidad y esperanza en momentos de dificultad social y espiritual.
El equipo de El Diario también realizó una cobertura especial desde Isnotú, cuna del santo venezolano en el estado Trujillo, y cubrió los detalles de la ceremonia oficial desde el Vaticano. Para conocer los detalles, ingresa aquí.