• La primera novela del escritor Eduardo Liendo fue analizada durante un conversatorio que reunió a cinco panelistas que conocen su obra a profundidad. Foto principal: Luis Vicuña

Cinco décadas, cinco miradas fue el nombre del homenaje que brindó la Biblioteca de Los Palos Grandes, municipio Chacao de Caracas, el 26 de agosto por los 50 años de la primera edición de El Mago de la Cara de Vidrio, la primera novela del escritor venezolano Eduardo Liendo. 

El enfoque de las cinco miradas buscó desglosar la temática de la novela, su importancia al momento de su publicación, la vigencia que tiene actualmente, lo visionario que fue el autor y cómo marcó a sus lectores. Para esto se convocaron a los panelistas Marisol de Macedo, docente; Javier Cedeño, periodista y editor; Eritza Liendo, escritora y profesora; Karina Ber, escritora; y Oscar Marcano, escritor y editor. 

El escritor Eduardo Liendo fue el invitado de honor de la tarde, quien escuchó atentamente cada una de las ponencias. Al final de la tarde él mismo ofreció su mirada de la novela, agradeció a quienes hicieron posible ese espacio y dedicó unas palabras a las personas importantes de su entorno.

Soy un hombre agradecido, vivo lo que algunos pensadores llaman en estado de gratitud hacia todos los lectores, los amigos y por eso no quiero poner el énfasis en algo en particular, salvo por cortesía elemental agradecer a los anfitriones de la biblioteca y de esta sala que tiene el nombre de mi gran amigo y hermano Eugenio Montejo”, dijo Liendo en su intervención.

Una novela innovadora con personajes entrañables

Ericka Pereyra moderó el evento y leyó un mensaje enviado por Alessandra Hernández, agente literaria de Liendo, quien está radicada en Argentina y no pudo asistir a la convocatoria, pero organizó todo a distancia. 

En el preámbulo de lo que hablarían los panelistas, Pereyra resumió de forma concisa qué encuentra el lector en El Mago de La Cara de Vidrio: humor, un retrato de la idiosincrasia del caraqueño, crítica social, política y a la enajenación de las personas por los medios de entretenimiento. 

La profesora Marisol de Macedo comenzó su charla recordando que en los 50 años que tiene la novela no ha dejado de leerse por niños, adolescentes y adultos dentro y fuera de Venezuela. “Eso se dice velozmente y algunos pensarán que es algo sencillo. Sin embargo es un lugar que pocos pueden alcanzar y que es una proeza de su autor sin lugar a dudas”. 

La docente comentó que su primer encuentro con la novela fue en su adolescencia, específicamente en bachillerato, y luego la retomó varias veces como estudiante universitaria y como profesional. Sobre la vigencia de la obra, la panelista habló sobre cómo “el mago” se transformó y multiplicó a través de las pantallas de celulares, tablets, computadoras y ahora la inteligencia artificial. 

De Macedo explicó que además de “el mago”, hoy en día se repiten una y otra vez los personajes de la obra de Liendo. Destacó la existencia de los nuevos Ceferinos que luchan contra la adicción al contenido digital y los Carlitos que nacieron rodeados de pequeños magos, es decir, de pantallas que afectan su realidad y desarrollo según los que se ha encontrado en diversos estudios recientes. 

Finalmente hizo una reflexión sobre cómo los nuevos magos con cara de vidrio no pueden convertirse en enemigos del ser humano, sino en una herramienta para la vida, siempre intentando evitar que se ejerza un control total sobre las personas. 

Foto: Luis Vicuña

La mirada de los jóvenes 

El periodista y editor Javier Cedeño fue el encargado de plasmar una mirada enfocada en los jóvenes, especialmente aquellos que conocieron la novela siendo niños o adolescentes. 

Para adentrarse en el tema contó una anécdota personal sobre su relación con el libro. La edición que está en su casa, dijo, tuvo originalmente otra dueña llamada Noralis Millán que pudo haber leído la novela en 1989. 

El relato de Cedeño aborda cómo ambos dejaron huellas en el libro con anotaciones, firmas y rayones, pero también habla de recuerdos sobre cómo se sintió identificado con los personajes creados por Liendo. 

Sin saberlo, en mi adolescencia ‘El Mago’ me ayudó a aceptar la relación que tenía mi padre con las carreras de caballos. Antes de leer la novela, yo veía a mi papá los fines de semana con su Receta Hípica para todos lados con los números que todavía no entiendo. Cuando llegué a la parte del libro que habla de las carreras de caballos supe que no estaba solo y que al igual que Ceferino jamás iba a entender esa Receta Hípica”, narró. 

Al finalizar su charla, Cedeño compartió comentarios que pudo recolectar de personas en redes sociales que habían leído la novela, después mostró un video con impresiones de cinco jóvenes profesionales, la mayoría de ellos periodistas.

Un discurso desde la experiencia y la devoción

La profesora Eritza Liendo advirtió a quienes la escuchaban que ella no es una estudiosa de la obra de Eduardo Liendo, sino una devota. “Lo mío por Eduardo es más que amor frenesí y un fanatismo absurdamente irracional para que quede claro”. 

Foto: Luis Vicuña

La también escritora contó que no participaba en un evento con Eduardo Liendo desde 2019, cuando ella y su esposo organizaron un homenaje lleno de arte y cultura. Poco tiempo después la profesora tuvo que tomar reposo en la universidad por un problema en la columna cervical y esa pausa se prolongó por tres años gracias a la pandemia por covid-19. 

Eritza Liendo relató que su regreso a la universidad coincidió con el 50 aniversario de El Mago de la Cara de Vidrio, por lo que aprovechó esa oportunidad para compartir su devoción con sus estudiantes. 

Destacó que toda la obra de Eduardo Liendo está compuesta por elementos de realismo fantástico y crítica social que, aseguró, se expresa de forma clara como una premisa en su ópera prima. 

“Liendo solo escribe sobre aquello que le apasiona, aquellos que los mueve: la cultura, la política, la ciudad y la multidimensionalidad del ser”, expresó. 

Añadió que en su obra, el escritor deja claro que el ser humano es un individuo capaz de transformar su personalidad durante su paso por el mundo. 

Una extranjera que tuvo a Eduardo Liendo entre sus maestros 

Foto: Luis Vicuña

La escritora Krina Ber se disculpó con los asistentes al evento por no poder hablar con tanta extensión sobre la novela. Esta disculpa no respondió a una falta de conocimiento, sino a una afección respiratoria que entre molestias y tos no me permitía hablar en voz alta por más de cinco minutos. 

Pese a esto contó a modo de anécdota que Eduardo Liendo fue uno de sus primeros maestros de literatura en español. Ella tomó un taller en el que él era el profesor y confesó que en ese momento se sintió extremadamente fuera de lugar porque se encontraba rodeada de personas mucho más jóvenes que ella y con un mayor dominio del idioma. 

Un consejo de Liendo durante ese taller la animó a seguir aventurandose en la narrativa en español. El escritor le aseguró que si bien su gramática estaba llena de errores, ella tenía una habilidad especial para narrar. Años después, Ber ganó múltiples premios de literatura venezolana, lo que reafirma lo acertado de la intuición del escritor. 

Entre la tos y detrás de un tapabocas negro también alcanzó a contar que había tenido la oportunidad de leer toda la obra del escritor, aunque fue hasta este año 2023 que se encontró con El Mago de La Cara de Vidrio. “Soy la única que no tiene el apoyo emocional ni la experiencia de haberla leído de adolescente. La leí ahora”, sentenció mientras miraba al resto de los panelistas. 

Como Ber sabía que no podría hablar por mucho más tiempo, le pidió a Ericka Pereyra que leyera un fragmento de un artículo que escribió para Prodavinci con motivo del 50 aniversario de la novela. 

En ese texto habló sobre lo difícil que es prever que un libro se convierta en un fenómeno de ventas, especialmente cuando se trata de la primera obra de un joven escritor. Se preguntó a sí misma cuántas veces le habrían consultado en entrevistas sobre cuál es el secreto del éxito de la novela. 

Coincide en el texto con elementos mencionados por otros panelistas como el humor y el retrato social al mencionar lo que ella cree son las virtudes de la novela. Aunque admite que no logró entender algunos elementos del contexto de la Venezuela de los años setenta por evidentes motivos. 

Palabras de cariño y múltiples homenajes

Oscar Marcano presentó la quinta mirada de la tarde, pero antes leyó un mensaje enviado por el poeta Rafael Cadenas, quien se excusó por no poder asistir al evento. Luego reveló un envío que hizo Alessandra Hernández desde Argentina: un retrato hecho por un artista venezolano en Malasia y un flayer del evento, ambos enmarcados en portarretratos amarillos. 

Foto: Luis Vicuña

El editor comenzó su discurso recordando la importancia de homenajear a un escritor que ha tenido la capacidad de atrapar a las audiencias más difíciles: las jóvenes. 

Desde El Mago de la Cara de Vidrio como músculo inaugural en el cual, cómo afirman muchos analistas de su obra, se anticipa todo su trabajo posterior. Eduardo ha publicado otros 12 libros, trabajo que tiene como característica común ese nivel de eficacia que las audiencias demandan cada vez más”, señaló el escritor. 

Concluyó con que El Mago de la Cara de Vidrio llegó a sus primeros 50 años con un balance “excepcional”, lo que incluye las más 20 ediciones publicadas y un lugar permanente en el imaginario venezolano. 

Un final emotivo

Eduardo Liendo pasó al frente de la audiencia con ayuda de su hija Olivia y los organizadores para poder dar sus impresiones sobre el homenaje. 

Foto: Luis Vicuña

La mayor parte de su intervención se fue en agradecimientos hacia quienes han hecho posible el éxito de su obra y la ejecución de este tipo de eventos. Quiso aprovechar la oportunidad para homenajear también a su esposa, Estela Murúa, quien falleció en julio del año 2022. 

Yo le debo algo más importante que la escritura, que fue que contribuyó al desarrollo de un hogar”, comentó.

Al cerrar su intervención, los presentes aplaudieron de pie al escritor y un ilustrador se acercó a él para entregarle un fan art de El Mago de la Cara de Vidrio con la ilusión de que el autor pudiera recibirlo. 

Foto: Luis Vicuña

La celebración de los 50 años de El Mago de la Cara de Vidrio terminó con un encuentro entre el autor y sus lectores, quienes de a poco se pusieron a su lado para saludar y posar para una foto que permitiera inmortalizar ese momento. 

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