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- Emilio Lovera, Luis Chataing, Verónica Gómez, entre muchos otros comediantes venezolanos, han sido víctimas de la censura en espacios para la libertad de expresión
El régimen de Nicolás Maduro se ha encargado de perseguir y asediar a todo aquel que no sea afecto a sus ideologías. Las víctimas no solo han sido diputados, dirigentes o líderes políticos, sino que también ha atentado contra el trabajo de distintos y humoristas venezolanos.
El pasado 20 de agosto el reconocido humorista Emilio Lovera anunció en sus redes sociales que las presentaciones que tenía pautadas para el 17 y 18 de agosto fueron suspendidas por orden del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat).
Lovera explicó a través de su cuenta de Instagram que la institución afecta al régimen lo señalaba de no haber pagado sus impuestos en el último año. “Deben saber que pertenecemos a la selecta élite de contribuyentes especiales. Incluso yo, como persona natural, que nos acosan fiscalmente en forma sistemática (…) El caso es que no se puede declarar lo que no se ha ganado”, escribió.
Explicó que en el último año no ha generado ingresos porque no ha podido trabajar como lo hacía regularmente, pues en junio del año pasado fue diagnosticado con cáncer de colon, una condición que no había hecho pública. Debido a complicaciones en el tratamiento, los especialistas le recomendaron retirarse de los escenarios hasta estar recuperado.
Sin embargo, esta no es la primera vez que la revolución atenta contra la libertad de expresión y el humor. En septiembre de 2017 Conatel anunció que abrió un procedimiento administrativo sancionatorio en contra de la emisora radial La Mega 107.3 FM, sacando del aire el programa Calma Pueblo, acusado de violar la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión y Medios Electrónicos (Resorteme).
El organismo del Estado aseguró que los conductores Verónica Gómez, Manuel Silva y José Rafael Guzmán (quien en ese momento se encontraba fuera del país por razones laborales), habían emplazado a un niño de 7 años a definirse como “opositor o chavista”, al tiempo que, según Conatel, lo etiquetaban de homosexual “por sus preferencias futbolísticas”.
Al año siguiente, el 6 de julio el ente regulador del Estado arremetió de nuevo contra La Mega. En esta oportunidad el ataque fue contra el programa Galanes de Radio, conducido por los comediantes Manuel Ángel Redondo y Rodrigo Lasarte.
El argumento que usaron en esa ocasión fue que se violaba la Ley Resorteme al emitir comentarios no permitidos en el horario supervisado. Por su parte, la conducción del programa emitió un comunicado en redes sociales en el que explicaron la situación.
El régimen venezolano se ha encargado de encarcelar y exiliar a dirigentes políticos, pero también ha dejado muy claro que todo el que haga un chiste o un comentario negativo hacia sus políticas debe ser silenciado.
El humorista venezolano Laureano Márquez no escapa de esta realidad. En el año 2015 el Seniat clausuró tres teatros donde Márquez, junto a Emilio Lovera, se presentarían con una obra titulada “Laureamor y Emidilio”. El organismo gubernamental argumentó en ese entonces que la medida se debía a “procedimientos de rutina”.
El comediante se ha caracterizado por criticar a la “revolución” en sus artículos de opinión y en sus shows.
“El humor se ha convertido en el reducto de la libertad en Venezuela”, afirmó recientemente Laureano Márquez en una entrevista para el medio El País. Relató que en distintas ocasiones ha tenido enfrentamientos directos con entes del Ejecutivo de Maduro.
“Ha habido multas por parte del gobierno, una vez la ministra de información nos amenazó con sanciones penales. Programas de televisión como La Hojilla se han ensañado conmigo un montón de veces” explicó Laureano.
El 10 de junio de 2014 el grupo de Nicolás Maduro le dio un golpe al humor venezolano con la salida del aire del programa que conducía el reconocido locutor y comediante Luis Chataing.
El programa Chataing TV se transmitía por Televen desde el año 2012, pero la televisora decidió cancelarlo de manera súbita. En declaraciones para un programa radial, Chataing declaró que le dijeron “Esto no aguanta más, ni siquiera puedes salir esta noche”. Y así fue, ese martes, en el horario del programa, una serie policial estadounidense sustituyó su transmisión.
En diversas oportunidades Nicolás Maduro ha declarado que su gobierno y sus seguidores son víctima de una “conspiración mediática” que busca desestabilizar al país, excusa que le ha funcionado para atacar a distintos medios y trabajadores.
¿Va a seguir sucediendo? Es lo más probable. Cada día hay más personas que se niegan a apoyar las políticas implementadas por quienes rigen el poder en Venezuela. Ante este panorama, mantienen un mismo método de acción: violar la libertad de expresión en prácticamente todas sus formas.
