- Seis noches seguidas de tiroteos y un operativo mixto policial se robó la tranquilidad de los petareños. En El Diario te contamos lo que podría estar detrás de estos conflictos
El barrio más grande de Venezuela y el segundo de América Latina ha sido el centro de las noticias en las últimas dos semanas. Las ráfagas de disparos dieron paso a noches de terror interminables para los petareños.
Este viernes 8 de mayo, las calles de Petare y sus accesos amanecieron repletos de funcionarios de la Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), la Guardia Nacional (GN) y Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (que pertenece a la GN), todos dispuestos a dar con el paradero de los delincuentes que controlan la barriada más grande del país, en la que viven aproximadamente 1.000.000 de personas.
Extraoficialmente se pudo conocer que al menos ocho personas fallecieron en los enfrentamientos que se produjeron durante el operativo de búsqueda. Helicópteros sobrevolaban la zona y las tanquetas impedían el acceso a Petare desde La Urbina y otros sectores aledaños.
Razones políticas
El abogado penalista e investigador sobre crimen organizado Luis Izquiel comenta, en entrevista exclusiva para El Diario, que la incursión policial en Petare puede deberse a motivos políticos debido a que “llama la atención” el hecho de que este operativo de búsqueda se realizó después que Nicolás Maduro vinculara a Wilexis (líder de la banda delictiva que controla el barrio José Félix Ribas) con la Administración para el Control de Drogas (DEA).
“Nicolás Maduro lo relacionó con la DEA, pero se sabe también que en 2019 este delincuente habría permitido manifestaciones de los habitantes de ese sector a favor de la juramentación de Juan Guaidó como presidente encargado”, explica Izquiel.
El especialista señala que ese sería el detonante que desencadenaría una persecución policial que se intensificó con la participación de las FAES , lo que generó protestas vecinales en contra del accionar de los cuerpos de seguridad.
Izquiel califica de “grave” que se escoja a qué líder de bandas, de cualquier barriada caraqueña, se enfrenta con las fuerzas de seguridad del Estado dependiendo de si está alineado o no con el régimen de Nicolás Maduro.
Izquiel afirma que todo indica que los delincuentes que se enfrentaban a la banda de Wilexis no son de Petare. A su juicio, se trata de un hecho llamativo, pues da la impresión de que la banda que pretende tomar el control territorial que actualmente ostenta Wilexis estaría apoyada por “personas muy poderosas”.
Asegura que esta banda rival habría sido introducida a esa zona con la intención de desplazar a Wilexis y colocar en su lugar a una banda que sí esté alineada con las ideas de control social que tiene el régimen de Maduro.
El investigador señala que actualmente en el país se está produciendo una “enfermedad social”. “La gente ha asumido el liderazgo de estos pranes y grandes pandillas en sectores populares. Por eso la gente tiende incluso a apoyarlos como se ha visto en algunas oportunidades”, afirma.
Señala que este tipo de pandillas sirven para “proteger” a los habitantes de las barriadas, garantizan la resolución de problemas y evitan que delincuentes de menor cuantía agredan a gente de la zona. También detalla que estas bandas cuidan también a las personas de la incursión de pandillas de barrios aledaños.
“Además, parte del botín de los secuestros, extorsiones y droga, es gastado dentro del barrio en actos que estos delincuentes suelen organizar, como por ejemplo ayudas económica”.
Izquiel afirma que el operativo realizado en Petare este viernes 8 de mayo no representa una solución para la situación delictiva que enfrenta el barrio. A su juicio, la solución pasa por una presencia permanente de funcionarios policiales en la zona que garanticen la seguridad de los habitantes.
Lo que ocurrió en Petare antes del operativo
El líder de la banda que domina el barrio José Félix Ribas, identificado como Wilexis Acevedo, es quien tiene el control, desde 2018, de la zona más grande de Petare. Sin embargo, el conflicto armado inició cuando el jefe de otra megabanda reclamó el control territorial del sector. Esta segunda banda estaría el mando de alias “El Gusano”.
La noche del 30 de abril de 2020 fue la primera de seis días de tiroteos sin cesar que arrebataron el sueño de los habitantes y despertaron el miedo en cada uno de ellos. Después de casi una semana de enfrentamientos, no hubo pronunciamiento oficial del régimen de Nicolás Maduro.
El terror invadió a los habitantes de las diferentes zonas, calles y callejones. Incluso balas perdidas llegaron hasta las ventanas de urbanizaciones vecinas como La Urbina, Lomas del Ávila y Terrazas del Ávila.
El silencio reinó en los organismos del régimen hasta el domingo 3 de mayo, cuando se llevó a cabo la presunta incursión armada a Venezuela a través de las costas de Macuto, estado Vargas. Según lo que afirman los voceros del régimen, se trataría de un plan cuya finalidad sería derrocar a Nicolás Maduro.
Entre las numerosas acusaciones del régimen destaca una en particular, bajo este contexto: Nicolás Maduro acusó a Wilexis de estar alineado con la Administración para el Control de Drogas (DEA), de Estados Unidos, con el objetivo de crear una distracción en Petare y poder realizar la llamada Operación Gedeón en La Guaira.
Maduro basó su acusación en el supuesto testimonio de José Alberto Socorro Hernández “Pepero”, supuesto exnarcotraficante y colaborador de la DEA, quien aseguró que el antisocial fue reclutado para esa operación.
La respuesta del líder de la banda delictiva no tardó en hacerse pública. Medios de comunicación difundieron un audio en el que aclara que no está involucrado con la DEA y además que no apoya a ninguna tendencia política del país.
“Nosotros no somos políticos, yo estoy luchando por la tranquilidad del barrio José Félix Ribas”, dijo Wilexis en el audio para luego agregar que no ha tenido contacto con nadie que esté fuera del país.
“Tampoco hablamos mal de Maduro. Es importante, no estamos en contra de Maduro. Estamos a favor de la paz y la tranquilidad”, aseguró.
Un día después de que la respuesta de Wilexis se hiciera pública, se llevó a cabo el operativo mixto en José Félix Ribas, cuyo objetivo era la búsqueda y captura de los líderes de las bandas que dominan la zona, específicamente de Wilexis.
Los recientes hechos en Petare se suman a la lista de actos delictivos que carecen de respuesta judicial o policial. El silencio sigue reinando entre las autoridades y el poder de las megabandas cada vez es mayor. Mientras tanto, la comunidad vive con miedo constante y a la expectativa, pues no saben en qué momento la ráfaga de balas volverá a resonar.