Desde hace varias semanas empezó a desarrollarse una de las novelas más interesantes de los últimos tiempos en el beisbol: dueños de equipos vs. jugadores; donde —cabe acotar— el comisionado de Major League Baseball (MLB), Robert Manfred, ha desempeñado un papel estelar. 

El covid-19 no solo ha dejado al mundo con miles de contagiados, muertos y desempleados. También provocó que todos los deportes en el mundo fueran paralizados. Las Grandes Ligas no fueron la excepción. Suspendieron sus entrenamientos primaverales debido al aumento de casos en los Estados Unidos, que para esta fecha ya sobrepasan los 2.000.000 de contagios. 

Para ese momento se fijaron acuerdos entre los jugadores y los dueños de los equipos, con la finalidad de realizar —apenas se pudiera— la temporada 2020 respetando los salarios de los peloteros. 

Sin embargo, toda esta novela dramática ha dado más giros de lo que se esperaba. Ninguna de las partes ha querido ceder en sus condiciones y ha sido imposible conseguir un acuerdo para iniciar el beisbol de las Grandes Ligas.

Los peloteros cuidan sus contratos…y su bolsillo

Evidentemente, los jugadores de Grandes Ligas han dejado muy claras sus intenciones de que se respeten los salarios acordados. En ese sentido, han establecido en todas sus propuestas enviadas a MLB que se disputen la mayor cantidad de juegos en este 2020 y se amplíen los playoff de esta y la próxima temporada, con la intención de recuperar dinero que estarían dejando de ganar en ronda eliminatoria. 

Lógicamente y según lo que se ha planteado hasta ahora, los 162 juegos de ronda regular se verán recortados drásticamente. Los jugadores han propuesto disputar alrededor de 100 juegos con salarios prorrateados 100%, algo que no ha sido bien visto por los dueños de los equipos. 

Pese a que las organizaciones de Grandes Ligas no han aceptado ninguna opción por encima de 100 juegos, han cedido un poco con respecto al porcentaje que pagarían en cuanto a los salarios de los jugadores. Esto ha sido un punto a favor para los big leaguers

Sacando cuentas

Por ejemplo, un jugador como Miguel Cabrera ganaría 30.000.000 de dólares esta temporada si se completaran 162 juegos. Sin embargo, con una temporada de 60 encuentros a 80% de los salarios prorrateados —tomando en cuenta las opciones que han presentado los dueños— ganaría casi 9.000.000, con lo que estaría cediendo más de 70% de su salario base. 

¿Avaricia de los dueños?

De acuerdo con la revista Forbes, se ha demostrado que el beisbol es uno de los deportes más rentables y que más ganancias ha dejado en los Estados Unidos durante los últimos años. Algo muy distinto a lo que hace unos días resaltaba Tom Ricketts, dueño de los Cachorros de Chicago, quien aseguró que el beisbol no es tan rentable como muchas personas piensan. 

“La liga en sí no genera mucho efectivo. Creo que existe la percepción de que acumulamos efectivo y sacamos dinero y todo está en una pila que hemos recaudado a lo largo de los años. Bueno, no lo es”, aseguró Ricketts a ESPN

No obstante, actualmente su equipo está valorado en 3.2 billones de dólares y la familia Ricketts adquirió a los Cachorros por 700 millones en el año 2009, según información de Forbes. 

Estos datos sirvieron para caldear aún más los ánimos de fanáticos y peloteros, al tiempo que estos últimos defienden sus exigencias con más ahínco y no ceder con respecto al tema salarial.

¿Con tantas ganancias y rentabilidad es realmente necesaria la disputa en este punto o caen muchos dueños en la avaricia?

Manfred en tres y dos

La popularidad del comisionado de MLB, Rob Manfred, es otro de los puntos controversiales durante estas conversaciones.

Si bien la crisis actual es una de las más difíciles de manejar —por todo lo que implica— Manfred ha acertado poco, tanto en sus declaraciones como en sus intentos de lograr que inicie la temporada 2020. 

Hace días, el comisionado de MLB dijo a ESPN que estaba 100% seguro de que habría temporada. Unos días después cambió su versión e indicó que la probabilidad era baja. Un punto menos en su ya disminuida aprobación entre fanáticos y peloteros. 

No es la primera vez que Manfred trabaja con estos temas. En 1994, durante la huelga de beisbolistas, trabajó con los propietarios de los equipos como abogado externo. Posteriormente, ha representado a MLB en distintas ocasiones donde le ha tocado un papel negociador con la Asociación de jugadores de béisbol de las Grandes Ligas (MLBPA) en 2002, 2006 y 2011. Entonces, ¿qué pasó ahora? Con tanta experiencia en el manejo o resolución de crisis y negociaciones se podría haber pensado que Manfred saldría airoso en esta ocasión. 

Todo indica que el comisionado persistirá en sus intento de sacar adelante la temporada 2020 de MLB. Esta semana sostuvo una importante reunión con el director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de béisbol de Grandes Ligas, Tony Clark. En ella, se presentaron algunos acuerdos sobre el prorrateo al 100% de los juegos disputados (alrededor de 60-70, no más) pero aún no ha salido un acuerdo oficial entre las partes ni se ha informado la cantidad exacta de juegos propuesta por MLB en esta reunión. 

Al parecer, falta poco para ver humo blanco salir de las oficinas de MLB pero hasta que eso ocurra quedan muchos puntos por acordar. Mientras tanto, los peloteros han manifestado en sus redes: “¿Cuándo? ¿Dónde? Estamos listos”. ¿También estarán listos los dueños de las 30 organizaciones? 

Las preguntas que nos quedan abiertas en torno a esta novela para poder dar inicio a un nuevo capítulo del beisbol son: ¿quién debe ceder? ¿estamos a las puertas de una huelga de peloteros o disfrutaremos de beisbol este año?

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