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- El fortalecimiento de la presencia en redes sociales, una mayor proyección internacional a través de ferias y facilidades de pago a los coleccionistas son algunas de las estrategias empleadas por los espacios expositivos en el país para no detener su actividad, luego del cierre forzado por la pandemia. Las obras que quedaron expuestas pueden visitarse por previa cita, señalan los galeristas. Además, han surgido alternativas digitales como AWA VR
El silencio que habita en las salas expositivas es ahora más pesado. En su propio confinamiento, las obras de arte parecen dormir el profundo sueño de las esquinas en espera de aquellos que las vuelvan a contemplar. Cuando están por cumplirse los primeros seis meses del decreto de cuarentena hecho por el régimen de Nicolás Maduro como respuesta a la pandemia, las galerías en Caracas han potenciado sus plataformas digitales, mientras regresa la tan ansiada normalidad.
El uso de Instagram como “sala expositiva”, el potenciamiento de catálogos en sus páginas web, así como una mayor presencia en ferias y eventos digitales, han sido las principales estrategias de directores de galerías, curadores, investigadores y promotores de arte. Se niegan a detenerse y mientras combinan las muestras virtuales con las físicas, contrarrestan las bajas ventas con precios atractivos y facilidades de pago para los coleccionistas. Además, plataformas virtuales como Tráfico Visual mantienen al día las informaciones sobre el mundo cultural a través de podcast y videos en streaming.
Instagram para interconectarse
Para la galería Carmen Araujo Arte, ubicada en la Hacienda Parque Cultural La Trinidad, Instagram se convirtió en un espacio de “desbordamientos” en el que la imagen “dice y se dice” para convocarnos a todos, según sus publicaciones en esta red social.
Ha trabajado en formato de “revista” las posibilidades que ofrece la aplicación. Esto para difundir no solo la producción de sus artistas, sino también el debate sobre el arte contemporáneo.
Desde hace semanas publican una suerte de breves exposiciones que se fragmentan en siete partes y hablan de inquietudes a través de la imagen y la palabra. La muestra incluye piezas de Iván Candeo, Suwon Lee, Deborah Castillo, Camilo Barboza Soto, Antonio Briceño y Samuel Titán; con textos curatoriales de Lorena González, Sandra Pinardi y Gerardo Zavarce.
Desde lo digital también fortalece su presencia la galería GBG Arts. Este mes clausuró la muestra que había inaugurado mes y medio antes de la llegada de la pandemia al país: La imagen persistente. Contaba con piezas de Rafael Arteaga, Hecdwin Carreño, Jeanne Jiménez y Paul Parrella, curada por Carmen Alicia Di Pasquale, sobre la relación entre pintura e imagen. El cronograma incluía actividades para niños y conversatorios con los artistas, pero solo lograron hacer uno.
Al principio, recuerda, hubo mucho temor sobre el futuro del espacio y la permanencia de su nómina. Los encargados del montaje de piezas no trabajaron en un primer momento. El equipo de investigación y registro digital se mantuvo activo desde casa. “Somos una galería, si no vendemos no tenemos cómo pagar los salarios de los trabajadores ni el resto de obligaciones”, dice Benaim. Entonces decidió apuntar a su fortaleza: “Nosotros comenzamos como una galería virtual. No existía ninguna de este estilo. Yo estoy muy ligada al uso tecnológico y las herramientas online”.
Su principal medio de aproximación con el público es Instagram, en el que posee más de 21.000 seguidores. Lo maneja directamente la galerista; se encarga del contacto con los clientes, de responder los mensajes directos y resolver cualquier solicitud. Así, a partir del primer mes del confinamiento, aunque no con la constancia de siempre, la galería comenzó a vender. “Nosotros también le dimos al cliente facilidades de pago, financiamiento”, agrega.
GBG Arts trabaja actualmente con la curadora Lorena González en Tiempos de espera, su primera exposición virtual en redes sociales. En ella confluyen miradas heterogéneas sobre los diversos procesos de creación. En esta primera entrega participan más de 15 artistas, cifra que irá aumentando a medida que se sumen de forma orgánica otras investigaciones.
Benaim es optimista y prefiere hablar de lo positivo que tiene la herramienta digital: “Puedes llegar a todas partes del mundo en cualquier momento. Enviarle, por ejemplo, una exposición al curador del Museo de Arte Moderno (MoMA) por mensaje directo e invitarlo a conocerte. Los artistas siguen y tienen la necesidad de crear”.
Mirada hacia el mundo
Además de las redes sociales y la exhibición de sus catálogos en la página web, Beatriz Gil Galería se enfoca en fortalecer su presencia en plataformas de ventas por Internet como ArtSy. Un espacio que posee una base de datos de más de 1.000.000 de piezas y 100.000 artistas.
También apunta a eventos internacionales como la BAphoto Live, plataforma virtual de Buenos Aires Photo, una de las ferias de fotografía artística más importantes de Latinoamérica.
Participará en la sección Gallery Show –junto a otras 79 galerías– con los trabajos de Alexander Apóstol, Ángela Bonadies, Amalia Caputo y Marylee Coll, bajo el concepto curatorial de Ruth Auerbach. El evento se realizará del 1° al 15 de septiembre.
Y para el mes de diciembre espera poder participar en ferias virtuales de Miami.
Cuando comenzó el confinamiento, estaban recién inauguradas individuales de Emilio Narciso y Clemencia Labin, que permanecerán exhibidas al menos un mes más. Los clientes interesados pueden visitarlas, previa cita y con las medidas de seguridad requeridas. Además, como próximo proyecto presentará una muestra de pintura de Pedro Medina, joven creador de Maracaibo, tanto en físico como en digital.
Para el galerista local, reflexiona Gil, esta crisis sanitaria mundial ha planteado un cambio de actitud y esquema de trabajo. “Hay una negociación con el artista, que está dispuesto a trabajar desde la plataforma online. Porque hay que seguir, yo me niego a parar”.
El Salón de Jóvenes con FIA
D’Museo, en el Centro de Arte Los Galpones de Los Chorros, cerró al público el 13 de marzo a las 4:00 pm y no ha vuelto a abrir. “La autorización que da el gobierno para las semanas de flexibilización nunca ha incluido a la parte cultural”, señala para El Diario su directora, Zoraida Irazábal.
El programa expositivo anual de la galería incluía la exhibición de las obras ganadoras del Salón de Jóvenes con FIA 2019, tal como había ocurrido en sus últimas tres ediciones. Sin embargo aún no hay fecha para mostrar al público los trabajos, que en esta ocasión indagaron en el nomadismo y la condición disruptiva de la contemporaneidad. Asegura la galerista que cuando reabran las puertas, esta será la primera exposición.
D’Museo participa, además, en la producción de la edición 2020 del Salón, que impulsa la creación de artistas venezolanos emergentes, para la cual tampoco hay fecha todavía. “Iba a ser en los espacios de la Universidad Católica Andrés Bello, con la curaduría de Elizabeth Marín. Ya los proyectos están listos. No se ha suspendido, sino que estamos en conversaciones para saber cuándo se va a montar. En esta incertidumbre es sumamente difícil poner una fecha”, explica Irazábal.
Por los momentos, la galería recibe –también por previa cita– a los interesados en detallar las obras de las exposiciones que se quedaron calientes en sus paredes y rincones. Geodesia, de Eduardo Vargas Rico y la quinta edición de Arte Cercano, con piezas de Efraín Ugueto.
Y mientras la tormenta pasa, la presencia digital de D’Museo incluye proyectos como Los artistas siguen creando, que consiste en micros de 50 segundos –editados por Alexo Santiago– con testimonios de los artistas sobre sus líneas de investigación. Incluye a Reymond Romero, Ángel Marcano, Ricardo Arispe, Antonio Briceño, Carola Ramírez e Iván Rojas, entre otros. “Es un fenómeno interesante, para el que nos tenemos que educar, mentalizarnos que por los momentos y durante los próximos meses es lo que nos toca”, finaliza Irazábal.
Arte en realidad virtual
La plataforma expositiva AWA Cultura, creada por los artistas Athenea Cuotto, Ricardo Arispe y Eric Mejicano, lanzó a raíz de la cuarentena AWA VR. Una galería de arte contemporáneo que se puede visitar en formato de realidad virtual. Respeta los conceptos de museografía y espacialidad de las obras, y fue desarrollada en colaboración con La Incubadora Visual y con el apoyo de la diseñadora de interiores Alejandra Nieto.
La primera exhibición de AWA VR fue inaugurada en mayo y se titula Incubatio. Colectiva que parte de la fragmentación de muestras que se quedaron detenidas por la pandemia, así como de obras creadas en el camino, según explica Eric Mejicano. Cuenta con la curaduría de Humberto Valdivieso y las piezas de Vasco Szinetar, Aglaia Berlutti, Ricardo Arispe, Cori de Veer, Sebastián Llovera, Robert Montilla y Jesús Briceño.
Coordenadas digitales de las galerías
GBG ArtsnInstagram y Twitter: @gbgartsnFacebook: Galería GBG ARTSnWEB: www.gbgarts.com nnBeatriz Gil GaleríanInstagram: @beatrizgilgalerianTwitter: @beatrizgilgalnFacebook: Beatriz Gil Galería nWEB: www.beatrizgilgaleria.com nnD’MuseonInstagram: @galeriadmuseonTwitter: @GaleriaDMuseonFacebook: Galería D’Museo nWEB: www.dmuseo.com nnCarmen Araujo ArtenInstagram: @carmenaraujo.artenTwitter: @CaraujoArte nFacebook: Carmen Araujo ArtenWEB: www.carmenaraujoarte.com nnAWA CulturanInstagram y Twitter: @AWACulturanWEB: https://awacultura.comnn nnn
Se puede consultar en la página web de AWA Cultura , en la que se presentarán también otros cuatro proyectos expositivos. La infraestructura, señalan sus creadores, estará disponible también para cualquier iniciativa o institución interesada en adentrarse en este mundo virtual.
AWA Cultura se enfoca en la promoción, enseñanza, exhibición y comercialización de arte; e incluye programas como AWA Gallery, la escuela infantil AWA Kids y AWA Wall, que busca la conexión entre galerías y artistas independientes. Además, apunta Mejicano: “Ofrece un sinfín de posibilidades para conectar con el mundo. Salir del oscurantismo cultural de nuestro presente nacional viendo más allá de las limitantes físicas actuales. Es una válvula de escape ante tanta barbarie contemporánea. La abstracción intelectual digital no es excluyente de la experiencia física, sino complementaria”.
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