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- Es un poco parecido a Los Sims, pero en un barco, con la excepción de que estos son animales que han muerto recientemente
Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota One Good Thing: Spiritfarer is an adorable video game about life and death original de Vox.
Un cierto tipo de videojuego activa mi completista interior: Es del tipo que me hace querer ver todo, hacer todo, coleccionar todo. La gente que hace juegos lo sabe y a menudo encuentran maneras de explotar esa tendencia en los jugadores -haciendo muy muy difícil conseguir esa puntuación del 100 por ciento de “¡lo has hecho todo!”- o de comentar ese deseo de forma oblicua.
No sé si alguna vez he encontrado un juego que tome esta tendencia y la use para hacer un comentario sobre la naturaleza de la vida y la muerte, o al menos no tan bien como el nuevo juego Spiritfarer, que está disponible en todas las plataformas principales. (Lo jugué en el Nintendo Switch.) Thunder Lotus Games, el estudio que lo creó, lo describe como “un acogedor juego de gestión sobre la muerte”, y vaya, sí lo es.
En Spiritfarer, juegas a Stella, que es, en esencia, una versión en videojuego de Caronte el barquero que lleva a los muertos a través del río Estigia en la mitología griega. Ella pilota un barco que ayuda a transportar varios espíritus, representados como animales adorables, a través del mar que se encuentra entre esta vida y la siguiente. Si quieres que un segundo jugador se una a ti, aparece como el gato de Stella. Todo es muy bonito.
Como se menciona en la descripción, Spiritfarer es un “juego de gestión”, lo que significa que gran parte de la acción del juego consiste en hacer que tu barco sea tan acogedor y útil como puedas para los espíritus que lo montan. Pescas, haces artesanías y recolectas, y los objetos que pones en tu barco, con suerte, harán que tus espíritus se tranquilicen al enfrentarse a la incertidumbre de lo que vendrá después de esta vida. Hay un enfoque particular en la recolección y preparación de alimentos. Incluso si estos espíritus están en camino a la otra vida, todavía tienen que comer, y todos tienen sus comidas favoritas. Esa mezcla de lo sobrenatural y lo mundano impregna el juego.
Pero la palabra “acogedor” también es exacta, y no en un sentido estricto. Intentas construir un lugar donde estos espíritus se sientan como en casa mientras viajan a tu lado. Intentas construir algo cálido, algo que dure para siempre.
Pero, por supuesto, nada dura para siempre.
El principal problema de los juegos de gestión para mucha gente es que te dan una caja de arena interminable para jugar, y luego no proporcionan un sentido real de la historia o la dirección. (Para un ejemplo muy famoso, consideremos Los Sims o SimCity.) Para ser claros: me encantan los juegos de gestión. La mayoría de los juegos a los que juego son de gestión. Pero hay un número limitado de veces que puedo jugar a través del popular juego de agricultura Stardew Valley antes de que empiece a cansarme de lo limitados que parecen ser sus límites, por lo mucho que conozco cada rincón de su mundo.
Spiritfarer es diferente. Es, deliberadamente, un juego sobre cómo las estructuras que construyes no deben durar para siempre. No vas a poder recargar este juego y seguir jugueteando para siempre. En un momento dado, tu barco llegará al otro lado, los espíritus se bajarán, y el pequeño espacio que has pasado construyendo se sentirá mucho más solitario por no tenerlos a tu lado.
La estética extravagante del juego lo mantiene atractivo en lugar de opresivo. El hecho de transportar animales a la otra vida hace que la historia sea lo suficientemente abstracta como para que funcione, al tiempo que te proporciona una conexión emocional con esos personajes. Y el estilo artístico recuerda mucho a las películas del pionero de Studio Ghibli Hayao Miyazaki (Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro, etc.).
Spiritfarer es también maravillosamente empático. Normalmente no me gustan las historias en las que todo el mundo se lleva bien y el mundo no presenta una oposición significativa. Y eso es cierto en Spiritfarer. Es bastante deliberadamente de bajo conflicto. No te vas a encontrar de repente luchando contra piratas o algo así (aunque ocasionalmente lucharás contra los demonios internos de tus pasajeros). Pero la oposición que domina el juego es la que domina todo lo que hacemos: Algún día, todo esto terminará, y no sabemos realmente qué sigue. No es de extrañar que uno de los elementos principales del juego te permita abrazar a los animales a los que ayudas a encontrar su camino hacia algo nuevo (pero solo si quieren ser abrazados). Todo el mundo se lleva bien aquí, pero el mundo es incierto y difícil de soportar. Suena familiar, ¿verdad?
Hasta cierto punto, Spiritfarer me parece un gran juego para este momento, en el que todos sentimos diversos grados de confusión y frustración por la forma en que el mundo parece estar desintegrándose ante nuestros ojos. Sí, eso es porque la calidez del juego lo convierte en el escape perfecto del momento presente, pero también porque te obliga a pensar en algunas de las cosas que hacen que este momento sea tan sombrío, aunque sea de forma oblicua.
Ha habido otros juegos que me han hecho pensar en el ciclo de la vida y la muerte. Me viene a la mente el famoso juego independiente Passage, en el que juegas a un pequeño hombre pixelado que avanza sin cesar a través de un paisaje del que finalmente te das cuenta que es la historia de la vida del hombre, que culmina en la muerte. Pero lo que me encanta de Spiritfarer es que de vez en cuando me preguntaba en voz baja qué pensaba que estaba haciendo. ¿Por qué estaba tratando de hacer todo? ¿Por qué intentaba completar cada tarea? ¿Por qué, cuando yo mismo iba a subir a ese barco algún día, no estaba disfrutando de este momento, de este viaje, de este océano?
No lo sabía, así que dejé que el juego procediera a su elegante final. Y luego lo empecé todo de nuevo.
Spiritfarer está disponible en Microsoft Windows, macOS, Linux, PlayStation 4, Nintendo Switch, Xbox One y Google Stadia.
