Agencias de la ONU emplazaron a Trinidad y Tobago a salvaguardar los DD HH tras la muerte del niño venezolano

Raúl Castillo
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  • Ninguna madre quiere poner en riesgo la vida de sus hijos en un pequeño barco en alta mar. A menos que no tenga otra opción”, dijo Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe

Distintas agencias y programas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) emplazaron a Trinidad y Tobago a salvaguarda los derechos humanos de los migrantes venezolanos, luego de que un niño venezolano muriera este 6 de febrero en una embarcación en la que iban otras 20 personas, tras disparos de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago.

“Los Estados deben tomar medidas para garantizar que se respete siempre el derecho a la vida de las personas refugiadas y migrantes. Hacemos un llamado a las autoridades para que investiguen este incidente”, dijo Alberto Brunori, Representante Regional de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh).

En un comunicado conjunto, las agencias dijeron estar “profundamente consternados” por la muerte del bebé venezolano. Además del Oacnudh, el comunicado lo firmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés).

Además del infante asesinado, otras personas resultaron heridas por las balas que disparó la Guardia Costera de Trinidad y Tobago. Entre ellos, la mamá del bebé.

Las agencias aseguraron que mantienen “productivas relaciones” con las autoridades de Trinidad y Tobago, entre ellas la Guardia Costera. En ese sentido, reiteraron su compromiso para prestar asistencia técnica a ese país para que garanticen la protección y derechos humanos a las personas afectadas por la movilidad humana.

Salvaguardar los derechos

Las agencias de la ONU señalaron que los refugiados y migrantes venezolanos se ven en la obligación de recurrir a “arriesgadas travesías” marítimas y terrestres. Esto debido a la falta de rutas seguras y a las restricciones de viajes o sanitarias.

“Ningún niño o niña migrante debería morir jamás, ya sea viajando con sus padres o solo. Ninguna madre quiere poner en riesgo la vida de sus hijos en un pequeño barco en alta mar. A menos que no tenga otra opción”, dijo Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe.

Gough añadió que dos de cada tres venezolanos en movimiento son mujeres y niños. “Este trágico evento es un claro recordatorio de que ellos son los más vulnerables entre los vulnerables. Merecen especial atención, protección y seguridad, en cualquier lugar y en cualquier momento”, dijo.

En esa misma línea, Stein añadió: “Para evitar que tragedias como ésta vuelvan a ocurrir, se necesitan vías más seguras para las personas refugiadas y migrantes”. “Los sistemas que pueden garantizar la entrada segura y regularizada de refugiados y migrantes pueden disuadir a las personas de recurrir a los traficantes y, en última instancia, salvar vidas”, dijo.

Raúl Castillo
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