• Paula Schietekat fue víctima de abuso sexual y tuvo que huir de Catar para no ser detenida a pesar de no ser culpable

Un nuevo escándalo rodea el Mundial de Catar 2022. La economista Paola Schietekat, quien trabajaba en el Comité Organizador del Mundial de Fútbol, relató que sufrió de abuso sexual y tras acudir a las autoridades cataríes, estas la responsabilizaron a ella por el hecho y le impusieron recibir 100 latigazos y cumplir siete años de cárcel.

La agresión se produjo el 6 de enero de 2021, pero fue hasta la semana pasada que Schietekat relató lo que ocurrió en Catar y los días siguientes al ataque.

Esa noche, un conocido, que consideré amigo, de la comunidad latina en Doha, se metió a mi departamento en la noche, mientras yo dormía. Aclaro que, en Doha, mucha gente deja su puerta sin seguro y recae en la seguridad del edificio. Después de un forcejeo breve, pues su fuerza sobrepasaba la mía, terminé en el piso. Horas después, me salieron moretones en todo el brazo izquierdo, el hombro y la espalda”, contó la trabajadora mexicana.

Paola Schietekat detalló que tras el ataque tomó fotos de las heridas y avisó a su madre y a una colega del trabajo. Esa noche durmió en un hotel y acudió al día siguiente al consulado mexicano en el país asiático para realizar la denuncia formalmente.

Al día siguiente, Schietekat firmó la declaración de la agresión en la estación policial junto a los datos de su agresor. Ese mismo día, los funcionarios policiales la llamaron y tuvo que declarar de nuevo, pero esta vez junto a su agresor, quien alegó que era su novio y ella había dado su consentimiento.

Luego de la declaración, tuvo que dejar su teléfono para no permanecer detenida, y regresó a México por miedo a que le impusieran una condena.

“En Catar, tener una relación extramarital se paga con hasta siete años de cárcel, y en algunos casos la sentencia incluye 100 latigazos. De un momento a otro, mi denuncia ya no importaba. La policía refirió el caso a la fiscalía pública”, dijo la mexicana.

De víctima a culpable

Las autoridades cataríes absolvieron al agresor debido a que no había cámaras que grabaran el momento de la agresión, y además debido a que la relación fue extramarital, le impidieron regresar a Catar y a pagar por su representación legal.

Estadio de Catar 2022. 100 latigazos

 “La solución que me dieron mi abogada y el representante legal de mi agresor era relativamente simple: ‘cásate con él’. Para cerrar el caso que el Estado de Catar abrió en mi contra solo debía casarme con mi agresor”, explicó.

La mexicana señaló la falta de ayuda del Estado mexicano en su caso y que hasta el día de hoy nadie del gobierno ha emitido alguna postura.

Sí, horrible la sentencia de los latigazos, pero más horrible saber que tu embajada se sentaría a verlo sin hacer nada”, tuiteó la mexicana tras la falta de respuesta de las autoridades.

Esta no es la primera vez que la Copa del Mundo de Catar se ha visto envuelta en un caso de violación de derechos humanos.

Esclavitud en la construcción de estadios

Otro aspecto que genera suspicacia en cuanto a la celebración de la próxima Copa del Mundo son las constantes denuncias de los trabajadores inmigrantes, por las condiciones que tienen que soportar en Catar.

Mundial de Catar
Foto: EFE

La cadena Sport Inside elaboró un documental que muestra los testimonios de los empleados, quienes se quejan por la falta de pagos, las precarias condiciones de los alojamientos y el sometimiento que imponen sus jefes. De hecho, tienen sus pasaportes retenidos para que no se puedan marchar.

El medio alemán envió a un periodista encubierto con una cámara oculta, en vista de que los profesionales de la comunicación no pueden hacer reportajes en Catar si no cuentan con una autorización del gobierno. Para acceder a las declaraciones de los trabajadores, se dirigió hacia un mercado donde es común hallar a cientos de obreros provenientes de Nepal, Bangladesh e India.

Amnistía Internacional (AI) comunicó en abril de 2017 que los migrantes procedentes de Nepal, Bangladesh e India, que trabajan en la remodelación del estadio Jalifa y en el ajardinado y zonas circundantes de la Aspire Zone, son explotados. 

“Algunos son objeto de trabajo forzado. No pueden cambiar de trabajo, no pueden salir del país y suelen tener que esperar meses para cobrar sus salarios’’, detalla el informe.

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