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- El mandatario y su compañera serán los más jóvenes en ocupar el Palacio de La Moneda. Ambos provienen de la lucha estudiantil y el activismo, por lo que prometen traer a la agenda temas como el feminismo, la educación o los derechos de la comunidad LGBTIQ y los pueblos originarios
El 11 de marzo de 2022 Gabriel Boric Font se convertirá en el presidente más joven de la historia de Chile. Lo hará acompañado de su pareja, la antropóloga y activista Irina Karamanos, quien a pesar de no estar casada con él, aceptó la responsabilidad de ejercer como primera dama y directora del Área Sociocultural de la Presidencia.
Con 36 años de edad, Boric es también el segundo jefe de Estado más joven del mundo. Solo es superado actualmente por Giacomo Simoncini, quien a sus 27 años de edad es uno de los dos capitanes regentes de la Serenísima República de San Marino. No obstante, dado que este cargo se ejerce solo durante seis meses sin posibilidad de reelección inmediata, el mandatario chileno ostentará la marca a partir del 1° de abril, cuando termina el periodo de Simoncini.
Por su parte, Karamanos, de 32 años de edad, es la mujer más joven en convertirse en primera dama de Chile. Un cargo con el que inicialmente no se mostró cómoda, rehuyendo de su rol tradicionalmente protocolar y asociado a la esposa del presidente. Solo accedió tras consultarlo por varios días con Boric y se reunió el 28 de febrero de 2022 con la primera dama saliente, Cecilia Morel. Allí, Karamanos recibió toda la información sobre sus nuevas funciones y articularon el traspaso de las fundaciones bajo su jurisdicción.
“Hay que darle un giro diferente y más contemporáneo a este rol, despersonalizarlo, y esto va a significar cambiar también la relación con el poder y también cambiar la forma en que vemos la relación entre el poder y las mujeres que hacemos política”, declaró.
Adaptada al siglo XXI
Karamanos posee un grado en Ciencias Sociales por la Universidad de Heidelberg, Alemania. Allí se especializó en antropología y otras disciplinas como ciencias de la educación, gestión cultural, formación ciudadana, artes visuales y derechos lingüísticos. Es hija de Jorge Karamanos, un reconocido profesor y dirigente de la comunidad griega en Santiago de Chile; y de Sabine Adrian, una profesora del Goethe Institut y descendiente de inmigrantes alemanes.
Comenzó a tomar relevancia en el debate público como panelista en programas de opinión y columnista en medios de comunicación independiente, como la revista The Clinic. En el plano político, es miembro fundadora del partido Convergencia Social, el cual en 2018 surgió tras la fusión de varias organizaciones de izquierda descontentas con el Frente Amplio. Antes de eso, fue parte del Frente de Cultura del partido Movimiento Autonomista.
Al comienzo de las elecciones presidenciales, Karamanos encabezó una campaña de recolección de voluntades para inscribir a Convergencia Social, recaudando 34.000 firmas para la causa. Posteriormente promovió la candidatura de Boric desde el seno de la izquierda para las primarias de la coalición Apruebo Dignidad. Desde entonces tuvo un rol activo en la campaña de su pareja, como consejera y parte de su equipo político.
Militante del movimiento feminista chileno, Karamanos ha dedicado gran parte de su carrera a visibilizar problemas como la violencia de género, el machismo estructural y el derecho al aborto. De igual manera, es coordinadora de la plataforma Abrecaminos, dedicada a la lucha de las mujeres, así por la diversidad sexual y de género. La cientista social también ha expresado como opiniones personales una postura a favor de la legalización de drogas blandas como la marihuana, y la participación de movimientos sociales en la política. Aunque también ha tenido momentos en los que ha diferido del discurso izquierdista, al reconocer la necesidad de combatir la inseguridad y el crimen organizado en las calles.
Del movimiento estudiantil
Hijo de un inmigrante croata y una chilena de ascendencia catalana, Boric nació en la población de Punta Arenas, en la zona austral del país. Crecer tan lejos de la capital marcó en el joven político un fuerte sentido regionalista, haciendo de la descentralización una de las banderas de su próxima gestión. También es un férreo ambientalista, prometiendo durante su campaña incentivar el uso de energías renovables para frenar la contaminación.
Desde adolescente participó en la política, refundando la Federación de Estudiantes Secundarios de Punta Arenas. A los 18 años de edad se trasladó a Santiago para estudiar Derecho en la Universidad de Chile. En ese periodo se involucró con movimientos de izquierda, siendo en 2009 presidente del Centro de Estudiantes de Derecho y en 2011 presidente de la Federacion de Centros de Estudiantes de su universidad. Allí tuvo un papel protagónico durante la jornada de protestas para exigir educación pública y mayores oportunidades para los jóvenes, durante el primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014). Mismo quien ahora le entregará la banda presidencial durante su juramentación.
En 2013 se presentó como independiente en las elecciones legislativas y ganó un curul como diputado por la Región de Magallanes y la Antártida Chilena. Estuvo en ese cargo hasta 2021, cuando se separó de él para aspirar a la presidencia. Tras el estallido social de 2019, Boric integró el grupo parlamentario que firmó el Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución. Una iniciativa que al principio le valió fuertes críticas por los sectores más extremistas de la izquierda por colaborar con el gobierno de Piñera y diputados de derecha, pero del que luego nació la actual Convención Constituyente que hoy redacta la nueva Constitución del país.
A pesar de venir de la izquierda y ser dirigente de Convergencia Social, Boric se ha caracterizado por tener posiciones mucho más moderadas y conciliadoras que sus compañeros. Igualmente, no ha tenido problemas en condenar el sistemas autoritarios usualmente defendidos por las ramas radicales, calificando frontalmente como dictaduras a los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua. También se ha desligado de cualquier discurso revolucionario, optando más por un reformismo enfocado en el desarrollo tecnológico, economías sustentables y reivindicaciones a los colectivos desfavorecidos.
Amor y lucha
Boric y Karamanos se conocieron en 2016 en el Movimiento Autonomista, para entonces liderado por Boric tras su separación del partido Izquierda Autónoma. Sin embargo se hicieron pareja en 2019, mismo año del estallido social en Chile. Un romance que floreció entre mítines y marchas disueltas a fuerza de gases lacrimógenos por los carabineros.
Ambos han sido reservados respecto a su vida íntima, aunque en una entrevista con el presentador Don Francisco, Boric reveló que ambos usan la alcachofa como símbolo de su relación. De acuerdo al ahora mandatario, “trataba de sacar cada pétalo de la alcachofa para llegar a su corazón”. De ahí que en diferentes alocuciones se ha referido a ella como “Chofi”; mientras ella lo llama “Chofo”.
“Nos gusta imaginar un futuro en conjunto, además de vivir este presente tan vertiginoso que nos ha tocado. Por ahí pasa el amor. Nos decimos chofo y chofa, de alcachofa. Nos gustan mucho las alcachofas”, continuó. Por su parte, ella, a pesar de ser mucho más discreta, lo considera como su compañero de vida, más allá de cualquier plan de matrimonio.
Cabe destacar que ambos son agnósticos, además de afirmar que creen en la práctica de un amor sin etiquetas ni ataduras. “La monogamia no me hace sentido. Creo que la confianza es mucho más importante, pero si se decide no ser monógamos tiene que ser con acuerdo y reciprocidad”, comentó Boric en una entrevista a The Clinic en 2017.
Sin primera dama
La postura tan liberal de la nueva pareja presidencial sin dudas supuso un problema para los protocolos. Al igual que en la mayoría de los otros países del continente, el cargo de primera dama suele ser ejercido por la cónyuge del jefe de Estado, y casos excepcionales por su hija mayor. En Chile, solo ha estado vacante el cargo en cuatro oportunidades, dos de ellas en los gobiernos de Michelle Bachelet (esto al ser soltera, mas no por la inexistencia del cargo de primer caballero).
Al ser legalmente soltero, Boric pudo haber seguido el antecedente del presidente Jorge Alessandri (1958-1964) y prescindir de una primera dama; sin embargo, tras ser electo, consideró directamente eliminar el cargo al considerarlo algo retrógrado. Tiempo después, en enero de 2022, cambió de opinión. “Es una institución que tiene que ser modernizada, reevaluada, y para poder arreglarla hay que tomarla”, dijo. Sometió la decisión a consulta con Karamanos, quien al principio era reacia, pero luego aceptó por la posibilidad de impacto social que se puede generar desde allí.
Y que en los últimos años el puesto de primera dama no ha sido simplemente para el protocolo. Desde 1990, bajo el gobierno de Patricio Aylwin, se creó la Dirección Sociocultural de la Presidencia de la República. Esta instancia es generalmente ocupada por la primera dama (salvo en el caso de Bachelet) se encarga de coordinar la política social del mandatario. También dirige siente importantes organizaciones entre las que destacan la Fundación para la Promoción y Desarrollo de la Mujer, Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles y la Fundación Nuevos Tiempos.
Con la llegada de Boric a la presidencia, que coincide este año con el plebiscito nacional para aprobar la nueva Constitución, Chile se adentra en una era distinta. Una que busca romper con los esquemas del pasado. La pareja intentará cumplir la promesa de darle un aire fresco al gobierno, cuestionando y renovando todos los roles establecidos. A partir de este viernes, el futuro de Chile queda en manos jóvenes.
