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- La madre lleva por nombre Gala y dio a luz a una cría luego de más de 13 meses de espera. Este animal se encuentra en la categoría de vulnerable en el Libro Rojo de la fauna venezolana debido, en gran parte, a la caza furtiva de esta especie. Foto principal: Juan Antonio Sánchez Ocampo
El lunes 7 de marzo, en horas de la madrugada, el personal del Zoológico Leslie Pantin, en el estado Aragua, le dio la bienvenida a la cría de Gala, una danta (Tapirus terrestris) que también nació en ese recinto.
La cría de Gala, porque todavía no tiene nombre, pesó nueve kilos y midió 85 centímetros de longitud. También posee manchitas blancas por todo su pelaje que le ayudan a camuflarse en la maleza durante sus primeros meses de vida. En el zoológico están muy contentos con la noticia debido a que es la segunda cría que nace en los últimos seis años.
Este recinto está dedicado a la conservación de las especies autóctonas de la fauna venezolana. Algunas de ellas son endémicas y no se encuentran en ningún otro ecosistema del planeta más que en Venezuela.
En el país, la danta es uno de los mamíferos menos conocidos y amenazados por la caza furtiva. Este factor, junto a la destrucción de su hábitat, ha provocado su clasificación como especie “vulnerable” de extinción en el Libro Rojo de la fauna venezolana. Y es que los ejemplares que alguna vez habitaron el norte del Río Orinoco ya no están.
Su distribución histórica en Venezuela era amplia y abarcaba selvas húmedas en la sierra de Perijá y la cordillera de los Andes, donde, presumen, pudiera haber ejemplares que todavía subsisten. El Estado venezolano prohibió su caza con leyes que rara vez se aplican, por lo que hoy en día los esfuerzos por la conservación de las dantas recaen en otras manos.
Una pareja para Gala
El Zoológico Leslie Pantin está ubicado en Paya, muy cerca de Turmero. Fue fundado por el médico veterinario Leslie Pantin (1939-2006) y su esposa Ledia Contreras (1942), quienes construyeron un espacio dedicado a la concientización de las especies en extinción en Venezuela; así como a la reproducción de animales que conviven en un hábitat lo más parecido al natural. El legado de la familia hoy en día es encaminado por uno de sus hijos, Federico Pantin (1966) y Tuenade Hernández (1965), su esposa.
Fueron ellos dos quienes realizaron las primeras llamadas en búsqueda de una pareja para Gala. A finales de 2020, Federico y Tuenade cerraron un acuerdo para trasladar un ejemplar macho desde el Zoológico Bararida, en Barquisimeto, estado Lara, hasta la institución en Paya. El macho, llamado Terepaima, llegó en el periodo de reproducción. Se supo que Gala estaba en estado de gestación en el año 2021, cuando tenía nueve meses de embarazo. El ciclo regular de reproducción de las dantas oscila entre 13 y 14 meses aproximadamente.
Tuenade Hernández explicó para El Diario que en el zoológico siempre priorizan que los partos se lleven a cabo de la manera más natural posible para simular lo que sucede en su hábitat original.
En el caso de Gala, por ser su primer parto, el equipo del zoológico ha tenido que estimular al animal para que pueda alimentar a su cachorro. Normalmente, comenta Hernández, las dantas se acuestan para que el recién nacido pueda acercarse a ellas y amamantarse, pero esto no se ha podido lograr con Gala.
“El proceso muchas veces es complicado porque Gala es una madre primeriza. Evidentemente cada animal es distinto y al ser inexpertas muchas veces no saben cómo alimentar a sus cachorros. Hemos utilizado todas las técnicas posibles para evitar la alternativa de la alimentación artificial”, explicó la veterinaria.
El recurrir a la alimentación artificial podría acarrear otra serie de problemas. La cría puede presentar un cuadro de diarrea y deshidratación que pudiera comprometer su salud. Ante esta situación, la familia Pantin se mantiene monitoreando las 24 horas del día la evolución del cachorro.
Las dantas se reproducen aproximadamente cada tres años y la cría vive con su madre aproximadamente un año y medio hasta obtener la madurez suficiente.
La importancia de este nacimiento para el ecosistema venezolano radica en que la reproducción de estos animales no es tan frecuente; un solo nacimiento contribuye con el avance de la conservación y el estudio de las especies venezolanas en población cautiva.
Aprender para conservar
El Zoológico Leslie Pantin se ha consolidado como uno de los proyectos más exitosos en el resguardo y reproducción de muchas especies de la fauna en Venezuela. Su trabajo pasa por cuidar, mantener y liberar desde venados, zorros y hasta galápagos llaneros.
En los últimos años también ha contribuido con la preservación del caimán del Orinoco y el cardenalito, dos especies en peligro de extinción en el país. Actualmente cuentan con al menos seis proyectos de conservación de especies amenazadas de la fauna venezolana con una visión importante: la educación ambiental.
Hoy en día Federico y Tuenade ofrecen visitas guiadas en el zoológico al público en general. Allí, dentro del recinto, realizan charlas educativas sobre la biología de las especies de la fauna venezolana; además de concientizar sobre las consecuencias del tráfico de la misma. También conversan sobre el papel de los zoológicos en la recepción y rehabilitación de muchos animales; así como la importancia de conocer los límites del cuidado de la naturaleza.
Tuenade Herández considera que una de las principales tareas para el futuro de la protección de la fauna venezolana debería estar enfocada en una mejor educación ambiental, pues es muy difícil proteger lo que muchas personas no conocen. Es uno de los tantos objetivos que diariamente esta familia se traza en los esfuerzos por cuidar a las especies venezolanas en el país.
