- El economista considera que la privatización de empresas públicas a través del mercado de valores puede llegar a ser una buena noticia si ocurre de manera correcta
El alcance de la decisión del régimen de Nicolás Maduro de privatizar entre un 5 % y 10 % de algunas de las empresas en control del Estado venezolano aún está por definirse.
“Usted se podrá convertir en inversionista de CANTV, Movilnet, de la petroquímica, de todas las empresas mixtas del petróleo, de las empresas de gas (…), de las empresas (básicas) de Guayana”, fueron las palabras de Maduro el miércoles 11 de mayo durante un mensaje a la nación.
El economista Luis Oliveros comentó que el anuncio demuestra que desde el régimen está primando una visión pragmática en términos económicos. Por lo tanto, al menos por ahora, se está dejando de lado la tesis de que el “capitalismo es malo”.
“Hay que analizar que hay un cambio ideológico importante porque pasaron de defender unas expropiaciones y la nacionalización de empresas estratégicas, a hablar de que el capital privado puede entrar a empresas públicas y tener una participación accionaria”, indicó Oliveros en entrevista para Circuito Éxitos.
Falta de información

El economista señaló que tanto en el mercado de valores venezolano, como en el resto del mundo, se debe cumplir con una serie de requisitos para que pueda producirse una oferta pública de una empresa. Es así como se le denomina al proceso de ingreso al mercado bursátil de una compañía.
El primer requisito, y quizás el más importante, es que la empresa debe hacer públicas sus finanzas, lo que implica dar a conocer información de sus ingresos, egresos, activos y pasivos. En este sentido, Oliveros recordó que desde hace años el régimen ha impulsado una política de silencio con respecto al estatus financiero de las empresas del Estado.
“Si una persona tiene una empresa y quiere llevarla a cualquier bolsa de valores en el mundo, lo primero que le van a solicitar es información de la situación financiera de esa empresa. Eso en este caso es algo que no tenemos. Ojalá que esa noticia genere una publicación por parte de todos los entes públicos que van a participar”, comentó.
Transparencia y rentabilidad

Oliveros apuntó que la escogencia del mercado de valores para la privatización de las empresas pudiera ser vista como una buena noticia, ya que se trata de un mecanismo que ofrece transparencia acerca de cómo se realiza el proceso de privatización.
“Están utilizando la bolsa de valores, que es un instrumento bastante transparente; no están realizando asignaciones a dedo como tanto se ha criticado en el pasado”, indicó.
Afirmó también que pese a lo que puede llegar a pensarse acerca del beneficio de invertir en empresas que “están quebradas”, existen oportunidades que pueden ser sumamente rentables.
Dijo que es un error analizar el conjunto de empresas públicas tomando en cuenta únicamente la situación de compañías como CANTV y Movilnet, las cuales se encuentran en números rojos. “Maduro habló de empresas petroleras y petroquímicas y ahí puede haber oportunidad de negocio si la situación de la industria petrolera venezolana mejora”, explicó.
¿Cuál es la posición de la Bolsa de Valores de Caracas?

Luego de que se dio a conocer la noticia de la apertura del régimen al mercado de valores venezolano, desde la Bolsa de Valores de Caracas (BVC) calificaron la decisión como favorable.
“La Junta Directiva de la Bolsa de Valores de Caracas, institución con más de 75 años de actividad ininterrumpida, considera muy positivo el anuncio hecho por la Presidencia de la República, con respecto a la apertura del capital de ciertas empresas del estado al mercado de valores, ampliando la oferta que se hace de sus acciones”, indicaron a través de un comunicado.
Apuntaron que una medida de este tipo permitirá fortalecer el mercado de valores, lo cual es algo que aseguran que ha sido una petición de larga data al Estado venezolano. Recordaron a su vez que cuentan con un sistema transaccional sumamente eficiente que ha sabido responder de buena manera en momentos de alta volatilidad, como por ejemplo las subastas del espectro radioeléctrico llevadas a cabo por Conatel años atrás.