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- Los auriculares de venta libre por fin están llegando. Sin embargo, los precios más económicos y una mayor accesibilidad pueden tardar en materializarse | Ilustración: Juan Bernabeu
Esta es una traducción hecha por El Diario de la nota ‘A New Frontier’ for Hearing Aids, original de The New York Times.
El mundo de la salud auditiva cambiará el 17 de octubre, cuando las nuevas regulaciones de la Administración de Drogas y Alimentos (FDA por sus siglas en inglés), anunciadas en agosto, conviertan los auriculares de calidad en un producto de venta libre.
Pero no será una transformación rápida, al menos al principio, como esperaban los defensores, las empresas de tecnología y las personas con pérdida auditiva de leve a moderada.
“Finalmente, sucedió después de todos estos años”, detalló el doctor Frank Lin, director del Centro Coclear para la Audición y la Salud Pública de Johns Hopkins, y partidario desde hace mucho tiempo de las regulaciones, que el Congreso de Estados Unidos autorizó hace cinco años.
“Más del 90 % de los adultos con pérdida auditiva tienen necesidades que pueden ser satisfechas con prótesis auditivas de venta libre”, indicó. Durante décadas, la venta de este tipo de auriculares estuvo restringida a audiólogos autorizados y otros profesionales; lo que ha hecho que se mantengan los altos precios (los auriculares recetados pueden costar entre 4,000 y 5,000 dólares) y su acceso es limitado. En cambio, las regulaciones brindan “un camino libre para que las nuevas empresas ingresen a este campo”, señaló Lin.
Pero, agregó en seguida, esto “puede ser el Salvaje Oeste durante los próximos años”.
Barbara Kelley, directora ejecutiva de la Asociación de Pérdida Auditiva de Estados Unidos, coincidió con él: “Es una nueva frontera y es confusa. Necesitamos tiempo para ver cómo se estabiliza el mercado”.
En un escenario ideal, una persona podría entrar en casi cualquier farmacia o tienda y comprar un par de auriculares sofisticados por unos pocos cientos de dólares, sin récipe médico. Pero el cambio no se materializará de inmediato, dicen los expertos.
En 2017, el Congreso le dio a la FDA tres años para desarrollar estándares para auriculares de venta libre seguros y efectivos. Sin embargo, la agencia tardó cinco años, y la larga demora y la continua oposición de la industria hicieron que los fabricantes tuvieran miedo de invertir, explicó el doctor Lin.
La escasez relacionada con la pandemia y los errores en la cadena de suministro tampoco han ayudado.
Hasta ahora, los fabricantes y minoristas han dicho poco sobre nuevos productos, precios y distribución, pero han surgido algunos detalles.
Best Buy, por ejemplo, abrirá centros auditivos en más de 300 tiendas a finales de octubre. Los clientes podrán utilizar una herramienta de evaluación auditiva online y elegir entre nueve marcas de venta libre con la ayuda de miembros del personal de ventas, quienes recibirán capacitación especializada. Los precios oscilarán entre 200 y 3,000 dólares, según detalló la compañía.
Sony ha anunciado una asociación con WS Audiology Dinamarca, uno de los cinco grandes fabricantes de auriculares, pero no ha revelado detalles. Bose Corporation y Lexie Hearing presentarán unos auriculares de venta libre autoajustable por alrededor de 900 dólares, muy por debajo de los precios tradicionales, pero “sigue siendo un precio que la gente pensará dos veces”, comentó Kelley.
Es probable que los precios bajen con el tiempo, “como todo lo demás en la electrónica de consumo”, especialmente a medida que aumenta la competencia, dijo Lin. Por ahora, muchos de los productos de venta libre disponibles ya se han ofrecido online, pero es probable que las empresas presenten nuevos dispositivos en enero en el Consumer Electronics Show de Las Vegas.
El mercado potencial es enorme. La pérdida auditiva autopercibida de leve a moderada, la condición para la cual estos dispositivos están diseñados, afecta a aproximadamente a una cuarta parte de las personas de 60 años de edad, la mitad de las de 70 y las tres cuartas partes de las mayores de 80.
Las personas con pérdida auditiva de leve a moderada pueden experimentar problemas para entender conversaciones cuando están en grupos, cuando hay ruido de fondo y cuando están hablando por teléfono. Es posible que tengan que pedirle a los demás que hablen más alto o que repitan lo que dicen, y que suban el volumen de la televisión.
La pérdida de audición no tratada puede aumentar los riesgos de aislamiento social y depresión y contribuir con las caídas. La Comisión Lancet sobre Prevención, Intervención y Cuidado de la Demencia lo identificó como el mayor factor de riesgo potencialmente modificable para la demencia.
Sin embargo, un estudio de 2018 que involucró a estadounidenses mayores de 70 años de edad encontró que, aunque el uso de auriculares había aumentado durante varios años, solo el 18,5 % los poseía y los usaba, con tasas aún más bajas entre los encuestados afroamericanos y de bajos ingresos.
El precio ha sido un gran obstáculo, aunque no el único. El Medicare tradicional no cubre las prótesis auditivas. Los planes de Medicare Advantage generalmente incluyen algo de cobertura auditiva, pero los beneficiarios todavía siguen pagando el 79 % de los costos con dinero de sus bolsillos.
La expansión de Medicare tradicional para incluir beneficios de audición, visión y dentales fue parte de la Ley Build Back Better de la Administración del presidente Joe Biden, que fue aprobada por la Cámara de Representantes el año pasado, pero se hundió en el Senado.
Por lo tanto, el eventual advenimiento de una variedad de auriculares de bajo costo, disponibles sin intermediarios, presenta oportunidades para millones de personas. Algunos dispositivos requerirán teléfonos inteligentes y tecnología Bluetooth para personalizar sus funciones; otros serán más sencillos, con opciones de amplificación preestablecidas. La mayoría serán recargables, lo que eliminará en gran medida la necesidad de manipular baterías diminutas.
“Estoy muy entusiasmado con esto”, confesó Jan Blustein, profesora de políticas de salud en la Universidad de Nueva York y autora de un artículo reciente en The Journal of the American Geriatrics Society. “Las barreras en el sistema actual son demasiado grandes. La gente necesita acceso a esos dispositivos”.
Pero en estos primeros meses, advirtieron ella y otros defensores, los consumidores deben mantener expectativas realistas y proceder con cautela. Contrariamente a la analogía ampliamente utilizada, adquirir prótesis auditivas no es como comprar lentes.
La mayoría de los ojos envejecidos no han sufrido ningún daño; simplemente ya no desvían la luz con tanta eficacia. Los lentes correctivos resuelven el problema y, con la prescripción correcta, a menudo brindan una visión casi perfecta. Pero con la audición en los adultos mayores, “ha habido daño en el oído interno con la edad y la exposición al ruido”, explicó el doctor Lin. “Las células que envían sonidos al cerebro mueren y no pueden regenerarse”.
Con el tratamiento adecuado, “la audición mejorará”, dijo Blustein. “Pero no esperes volver a ser como eras antes de desarrollar problemas de audición”.
Además, encontrar el dispositivo correcto y nivelarlo con el “ajuste acústico” correcto, aumentando las frecuencias que un usuario necesita amplificar, puede requerir varios intentos. “No es escalar el Monte Everest, pero es complicado”, dijo Blustein, quien también usa prótesis auriculares. “Realmente tienes que perseverar”.
Eso hace que las políticas de devolución sean importantes. La FDA decepcionó a los defensores de los consumidores dejando que los estados, los fabricantes y los minoristas establecieran sus propias políticas. Pero la agencia exigió que las políticas de devolución se especificaran claramente en el paquete. Dado que el cerebro de un usuario puede tardar varias semanas en adaptarse al sonido amplificado, los consumidores deben buscar una política de devolución de al menos 30 días.
Queda por ver cómo se adaptarán los audiólogos. Para muchos, la venta de prótesis auriculares ha sido su principal fuente de ingresos. ¿Con qué facilidad alterarán sus prácticas para proporcionar principalmente pruebas, educación, asesoramiento y apoyo, mientras que los clientes compran dispositivos sin récipe?
Algunos usuarios se sentirán cómodos ajustando sus nuevos auriculares utilizando herramientas online, pero otros querrán orientación sobre cómo elegir, ajustar y aprender a vivir con sus dispositivos. Es posible que necesiten ayuda a medida que surjan problemas, como la obstrucción del cerumen del oído y la reparación del dispositivo. Y dado que los audífonos tienen una vida útil de tres a cinco años, añadió Lin, los usuarios eventualmente tendrán que pasar por el proceso nuevamente, tal vez varias veces.
Algunas empresas que le venden directamente a los consumidores, como Eargo, brindan amplios servicios de soporte de forma remota, pero ¿eso satisfará a la mayoría de los compradores mayores? El doctor Lin dijo que esperaba que “muchos audiólogos vean a los pacientes, dediquen tiempo a evaluarlos, asesorarlos y educarlos, y no tener que venderles un dispositivo de 4.000 dólares”.
Para ayudar a los consumidores a navegar por el nuevo terreno, la Asociación de Pérdida Auditiva de Estados Unidos ha publicado una lista de consejos. Wirecutter ha publicado una guía útil sobre audífonos de venta libre y la actualiza con frecuencia (Wirecutter es un servicio de recomendación de productos propiedad de The New York Times Company). Hearing Tracker, un sitio web publicado por el audiólogo Abram Bailey, también evaluará los dispositivos de venta libre.
El mes pasado, la Escuela de Salud Pública Bloomberg de Johns Hopkins creó HearingNumber.org para ayudar a las personas a determinar su nivel de pérdida auditiva y conocer las opciones de tratamiento. Por ahora, su herramienta de evaluación requiere un teléfono inteligente o tablet Apple.
Pero como casi todo lo demás relacionado con esta transformación esperada, eso cambiará en los próximos meses, puntualizó Lin, quien pidió un poco de tiempo.
Traducido por José Silva
