- La nave experimentó un desmontaje no programado, aunque la empresa calificó el incidente como un aprendizaje
El gran cohete Starship de la empresa SpaceX despegó el jueves 20 de abril con éxito desde su base en la costa de Texas (EE UU) para su primer vuelo de prueba, antes de transportar personas y carga a la órbita terrestre, la Luna y Marte.
No obstante, minutos después del despegue, el cohete explotó en el aire por motivos todavía por determinar aunque los ingenieros de la compañía señalaron que daban por buena la prueba.

El supercohete, formado por una nave (Starship) y un propulsor (Super Heavy Rocket) completamente integrados, pudo despegar en este ocasión después del intento fallido del 17 de abril, cuando los técnicos de la compañía del multimillonario Elon Musk desistieron al detectar que una válvula de presurización estaba congelada.
La ventana de lanzamiento de 62 minutos se abrió a las 8:28 am (hora de Texas) y en esta ocasión el Starship sí pudo despegar sin contratiempos, aunque no logró su recorrido.
El incidente fue un aprendizaje
El dueño de SpaceX, el multimillonario Elon Musk, reaccionó de forma inmediata en su cuenta de Twitter para felicitar a su equipo y animarlo a seguir trabajando en el proyecto.
La empresa compartió otro mensaje similar, pero más extenso, sobre lo que representó el incidente.
“En una prueba como esta el éxito proviene de lo que aprendemos, y la prueba de hoy nos ayudará a mejorar la confianza de Starship mientras SpaceX busca hacer que la vida sea ‘multiplanetaria'”, indicó la compañía, que a pesar de la explosión consideró positivo lo ocurrido sobre el cielo de su base llamada Starbase y situada en la costa texana del Golfo de México.

Próximos pasos
SpaceX señaló que los ingenieros de los equipos “continuarán revisando los datos y trabajando” para nuestra próxima prueba de vuelo, aunque, de momento, no hay información precisa sobre qué ocurrió para que el cohete explotara sin estar previsto.
A pesar de que en los primeros momentos del despegue parecía que todo iba de acuerdo con lo previsto, el cohete empezó a dar vueltas sobre su eje y en vez de separarse, tal y como estaba previsto en la primera etapa de vuelo, la nave terminó explotando y sin finalizar los 90 minutos de travesía antes de amerizar cerca de Hawái.
Musk ya había dejado claro previamente que la prueba tenía un 50 % de probabilidades de fracasar. Los propios comentaristas de SpaceX, durante la transmisión en directo, mostraban entusiasmo a pesar de que no todo salió como estaba programado y el cohete explotó.

La misión de hoy tenía previsto el despegue, un recorrido y amerizaje de la primera fase del cohete, el Super Heavy, en el golfo de México, mientras que el Starship lo iba a hacer en Hawái.
La nave tenía que haberse separado, pero Starship y Super Heavy estallaron todavía juntos tras comenzar a girar sin control durante unos segundos antes de convertirse en una bola de fuego.
Con información de EFE.