- A pesar de que la producción nacional de esta bebida tiene sus seguidores, hay una amplia competencia en el mercado provocada por la importación
José Luis Ortuño comenzó hace seis años en su casa un proyecto que hoy está materializado en un local en Caracas llamado Cheers Factory. Allí junto con su socio, Fritz Wagner, produce y vende cerveza artesanal, con la aspiración de que esta bebida se convierta “en parte de la cultura del venezolano”.
En su pequeña fábrica ubicada al lado del establecimiento reciben a los interesados en conocer el proceso de preparación. Allí elaboran cinco tipos diferentes de cerveza con los que buscan conquistar al público venezolano, acostumbrado a “cervezas suaves” con “bajo contenido de alcohol”.
El objetivo, prosiguió, es ofrecer al cliente una bebida que sea “una introducción a este mundo de las cervezas artesanales”. Esto sin dejar de lado lo que le gusta al venezolano: “mucha cantidad” en un “período corto de tiempo”.
Para introducir al público que no está acostumbrado a esta bebida, recomiendan a aquellos que acuden al local comenzar con una “Honey Blonde”, una cerveza rubia caracterizada por ser bastante suave y, al mismo tiempo, muy compleja, con miel, jengibre y concha de naranja.

Entretanto, para los paladares conocedores, está la IPA, con un color intenso, un amargor fuerte y predominante y mucho aroma. De las cinco, es “la que más se vende”, algo que cree está relacionado con “ese crecimiento de la cerveza artesanal” en el país.
Un sector en desarrollo
El crecimiento de Cheers Factory ha sido, en estos seis años, “lento pero bastante constante”, afirmó el cofundador de esta marca. La compañía también produce vinos, hidromiel, kombucha y, próximamente, alimentos fermentados, productos que venden en el local, por redes sociales y a través de “socios comerciales”, bodegones y restaurantes.
Ortuño forma parte de un sector que, en las últimas dos décadas, “ha ido tomando un auge” que -indicó- se ha “acelerado muchísimo” en “los últimos tres (o) cuatro años”.

Para Cheers Factory, ambos productores tienen “un plan de crecimiento y expansión bastante ambicioso”, con el que -agregó- buscan que la cerveza artesanal “se convierta ya en parte de la cultura del venezolano”.
“Eso es lo que nosotros queremos, masificar”, afirmó.
Importación y competencia
El presidente de la empresa Cervecería Tovar, Kilian De Fries, dijo a EFE que hay un “movimiento artesanal importante” en el mercado venezolano, donde hace “unos 20 años no había ninguna cerveza artesanal” y “poco a poco ha habido más”, además de que “se ha construido cultura”.
Sin embargo, De Fries aseguró que el sector está “bastante afectado” por la importación de marcas internacionales con un “muy bajo arancel”. Con esto, los productos locales “tienen dificultad de competir”, lo que “desincentiva” la actividad.

Señaló que los cerveceros artesanales tampoco tienen una legislación que los proteja, y son regulados por una ley “muy restrictiva” para ellos enfocada, principalmente, en los grandes empresarios.
Actualmente, está en discusión por parte de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) “una ley que va, en principio, a estimular el desarrollo de los artesanales”, quienes han participado en algunos encuentros, donde han manifestado “las problemáticas del sector” a fin de “buscar salida a esos problemas”.
De Fries, con 24 años en el mercado, está convencido de que las condiciones van a mejorar y el sector venezolano se sumará a ese movimiento “espectacular” que hay en el mundo.
Mientras tanto, agregó, seguirán trabajando para “culturizar, sorbo a sorbo”, al venezolano, presentándose como una “opción importante” y “diferente”.
Con información de EFE.