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- La sociedad se divide entre quienes apoyan la regulación de este oficio, los que quieren abolirlo y los que prefieren mantenerlo al margen de la ley
El oficio más antiguo de la humanidad es también uno de los más polémicos. El trabajo sexual es señalado, rechazado y hasta penado en algunos países, mientras las trabajadoras sexuales no cuentan con derechos ni condiciones laborales.
Algunas mujeres deciden dedicarse a esto motivadas por circunstancias económicas. Pero sea por las razones que sea, deben buscar individualmente la seguridad para una labor tan peligrosa.
Las trabajadoras sexuales suelen ser contratadas por agencias de acompañantes, locales dedicados a ofrecer estos servicios o por su cuenta. Si se van por las dos primeras opciones, la persona que las maneja podría cobrar una tarifa por proporcionar alojamiento y servicios de seguridad.
Los burdeles son el lugar donde algunas trabajadoras sexuales realizan sus actividades. En algunos países, son legales y están regulados por el gobierno. También los dueños del establecimiento imponen sus reglas, como la obligación de usar preservativos y presentar una prueba donde conste que no sufren de enfermedades de transmisión sexual.
Pero en otros casos, las llamadas sexoservidoras pueden trabajar en la calle, usualmente de noche, lo que hace que los peligros aumenten para ellas. Es por eso se organizan entre varias para protegerse entre sí o le pagan a un hombre para que las cuide, conocidos como proxenetas.
En general, los países que han legalizado el trabajo sexual implementan medidas para protegerlas y no permitir la explotación ilegal de estas mujeres.
¿Cómo funciona el sistema de trabajadoras sexuales en países donde es legal?
En países donde la prostitución está legalizada, el sistema de trabajadoras sexuales funciona de manera organizada y regulada. Las mujeres dedicadas al sexo están obligadas a registrarse y obtener permisos para trabajar, pero esto les tener acceso a una legislación para evitar la persecución.
Además, los gobiernos donde permiten este oficio suelen tener programas para garantizar que las trabajadoras sexuales estén informadas sobre la prevención de enfermedades de transmisión sexual y el uso de condones. También pueden recibir atención médica gratuita o a precios reducidos.
Sin embargo, a pesar de la legalización, siguen existiendo problemas asociados con la industria del sexo, como el tráfico humano y la explotación sexual.
En algunas naciones, las trabajadoras sexuales tienen acceso a servicios de salud y seguro social, lo que les permite recibir atención médica y otros beneficios laborales. Incluso hay sindicatos y organizaciones que las representan y defienden sus derechos.
La regulación de los negocios de trabajo sexual la impone el gobierno y las autoridades locales. Al igual que cualquier otro negocio, las trabajadoras sexuales y los establecimientos que ofrecen sus servicios requieren licencias y cumplir con ciertas regulaciones, que pueden variar según el país, pero algunas de las más comunes incluyen requisitos de salud y seguridad, límites de edad para los trabajadores sexuales y restricciones en la publicidad de servicios sexuales.
Beneficios y desventajas de la legalización del trabajo sexual
La legalización de la prostitución es un tema polémico en todo el mundo. Existen argumentos tanto a favor como en contra de esta práctica.
Beneficios:
-Protección de los derechos de las trabajadoras sexuales.
-Mejoras en la salud y seguridad
-Reducción de enfermedades sexuales
Desventajas:
-Explotación sexual
-Podría fomentar la trata de personas
-Estigmatización continua
Enfoques del trabajo sexual
Grupos religiosos y organizaciones feministas consideran que este trabajo es un problema para la sociedad y para las propias mujeres que lo ejercen. Algunos consideran que perjudica y explota a las sexoservidoras y además las reducen a objetos sexuales.
Existen varios enfoques con los que se maneja este tema en distintos países. Está el prohibicionismo, el abolicionismo y el neoabolicionismo, cada uno tiene una manera de tratar los casos.
-Prohibicionismo: se considera ilegal y se criminaliza a todos los involucrados. Este enfoque se aplica en países religiosos.
-Abolicionismo: permite la compra y venta de sexo, pero prohíbe todas las formas de organización, como el proxenetismo o el trabajo sexual forzado. Los países que practican este enfoque permiten el oficio de forma individual pero prohíben los burdeles o la acción en espacios públicos.
-Neoabolicionismo: este enfoque absuelve de responsabilidad a las trabajadoras sexuales pero considera un hecho delictivo que se pague por sexo. Aunque es contradictorio, en los países con esta postura se castiga al cliente si se comprueba que pagó por uno de estos servicios.
Países donde es legal
-Francia, Suecia e Irlanda
Practican el neoabolicionismo, es decir, que prostituirse es legal, pero ser cliente no lo es. En el resto de los Estados miembros de la Unión Europea la situación es variada.
-España
El oficio es legal, pero no hay regulaciones. Sin embargo, es calificado de delito el enriquecimiento con esta actividad por parte de un tercero (proxenetas, burdeles o agencias).
-Australia
En ciertas ciudades de Australia, el trabajo sexual es legal y regulado, mientras que en los estados del occidente, aunque es legal, no se rigen por ninguna ley.
-Alemania
La Ley de Protección de Prostitutas se aprobó en 2016 para ayudar a proteger los derechos de las trabajadoras sexuales y garantizar que todas cuenten con un certificado de registro y un permiso.
-Hungría
Este país tiene condiciones estrictas pero no está penalizado el trabajo sexual. Las sexoservidoras deben pagar impuestos, tener más de 18 años de edad, y hacerse pruebas de enfermedades sexuales y VIH al menos cuatro veces al año.
-Mozambique
Es legal y regulado el trabajo sexual, sin embargo las condiciones de pobreza de este país hace que proliferen formas irregulares para prestar el servicio, que en algunos casos incluye la prostitución infantil y el tráfico sexual.
-Grecia
Se permite el trabajo sexual como una oportunidad de empleo para mujeres mayores de 18 años de edad. Las mujeres que decidan dedicarse al oficio deben registrarse en una base de datos del gobierno y sujetarse a controles médicos periódicos.
-Los Países Bajos
En Ámsterdam abundan los burdeles legales. La industria del sexo está permitida y regulada en todo el país. Las trabajadoras sexuales deben ser mayores de 21 años de edad y presentar comprobantes de sanidad regularmente.
-Colombia
Este es uno de los pocos países de Latinoamérica donde está legalizado el trabajo sexual. El gobierno regula la industria y los burdeles solo están permitidos en las llamadas “zonas de tolerancia”.
-Perú
El gobierno regula el trabajo sexual, por lo que las mujeres dedicadas a este oficio deben registrarse en su municipio como si se tratara de un trámite normal y presentar un certificado de salud.
Los burdeles son legales pero deben contar con una licencia para poder operar y no ser penalizados.
-Panamá
El trabajo sexual es permitido incluso en calles y burdeles. Algunas de las mujeres que laboran con su cuerpo lo hacen en salones de masajes y hoteles. Las autoridades gubernamentales exigen que las sexoservidoras se hagan un chequeo médico semanal.
