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- Los sujetos atacaron a los colaboradores de la candidata opositora y obligaron a abandonar el lugar. Un día antes hicieron lo mismo durante un acto de campaña en La Guaira
Personas afectas al oficialismo sabotearon el 15 de julio una actividad de campaña de la candidata María Corina Machado en el sector Baloa de Petare, municipio Sucre (Miranda). Un grupo, con pancartas y tambores, hostigó a los seguidores de la opositora y activistas del movimiento Vente Venezuela, quienes habían llegado antes para preparar la logística del evento.
Machado tenía planeado hacer un recorrido por Barrio Unión, sin embargo, al verla los atacantes tomaron una actitud mucho más violenta. En los videos difundidos en redes sociales, se aprecia cómo gritaban e intentaban agredir físicamente a la dirigente, mientras sus seguidores trataban de protegerla. Finalmente, la actividad se suspendió y Machado se retiró en su vehículo, el cual fue golpeado y perseguido por la turba.
De acuerdo con el portal Monitoreamos, los oficialistas serían miembros de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
“La violencia se derrota con fuerza y organización”, declaró Machado a la prensa tras lo sucedido. Le pidió disculpas a los vecinos de Petare por no poder visitarlos, además de desligarlos de las acciones del grupo violento. De hecho, aseguró que próximamente intentará visitarlos de nuevo, así como a otros sectores populares de Venezuela.
“Yo sé que mucha gente puede pensar que eventos como el de hoy van a desestimular la lucha, y es todo lo contrario. Esto lo que nos da es más razones. Seguiremos recorriendo toda Venezuela hasta el último rincón de nuestro país, porque este territorio es de los venezolanos”, dijo.
Segundo ataque
Es el segundo día consecutivo que una actividad de Machado es interrumpida por ataques de grupos chavistas. El 14 de julio realizó un recorrido por el estado Vargas, cuando un grupo de personas, vestidas de rojo, bloqueó el paso de su caravana y les lanzó objetos en Catia la Mar.
Seguidores de Vente Venezuela y funcionarios de la Policía estadal de Vargas impidieron que la situación pasara a mayores e impidieron que los oficialistas agredieran a la candidata.
“Lo que acabamos de vivir aquí es la demostración de lo que está pasando en toda Venezuela. El régimen que se sabe minoría recurre a la violencia y los ciudadanos que sabemos que somos la inmensa mayoría, tenemos la fuerza. Unos poquitos violentos superados por una gran mayoría”, aseguró Machado en un video desde su vehículo al salir del lugar.
Pese al ataque, la aspirante presidencial logró terminar su actividad en Maiquetía. Desde allí llamó a sus seguidores a difundir su mensaje a más personas, sin dejarse intimidar por las amenazas del oficialismo. “Si ellos creen que con amenazas, golpecitos o con groserías van a parar este país, se equivocan. El efecto es exactamente el contrario”, apuntó.
Contra Capriles
Al igual que Machado, el candidato Henrique Capriles también fue objeto de ataques por parte de simpatizantes del chavismo. El 29 de mayo el exgobernador de Miranda estaba en una actividad en Los Teques cuando fue increpado por un grupo de personas, presuntos trabajadores de la Gobernación, actualmente a cargo del oficialista Héctor Rodríguez.
Posteriormente, el 3 de junio, el candidato de Primero Justicia estuvo en recorrido en Valencia, estado Carabobo. Mientras caminaba por la parroquia Rafael Urdaneta, un grupo de oficialistas, la mayoría mujeres, interceptó su marcha. Una de ellas le dio una bofetada a Capriles, mientras el resto agredió a los opositores que intentaban resguardar al dirigente. Capriles responsabilizó por la acción al gobernador de Carabobo, Rafael Lacava.
El excandidato presidencial de 2012 y 2013 sufrió su tercer ataque en 10 días el 8 de junio. En esa ocasión estaba en el municipio Girardot, en Aragua, cuando un grupo de militantes del PSUV atacó la concentración, nuevamente intentando agredirlo físicamente. En sus redes sociales, Capriles afirmó que era un grupo pequeño, pero organizado, incluso con personas armadas.
“Sabemos que su objetivo es sembrar terror en las comunidades y evitar que los graves problemas económicos y sociales que atraviesan sean conocidos y por tanto denunciados públicamente. Sin embargo, debemos resaltar la gravedad de este último episodio con personas portando pistolas y participación política de funcionarios policiales”, escribió.
