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- Los estudiantes de la escuela Los Colores de La Música conversaron con el equipo de El Diario sobre lo que desean para el futuro y lo que quieren para su país
Los niños venezolanos sueñan con convertirse en profesionales y ser exitosos en el futuro, pero también manifiestan preocupaciones genuinas hacia temas como la economía, la contaminación y las guerras.
Al menos esas fueron algunas de las respuestas que plantearon los niños de la escuela Los Colores de la Música, en Caracas, a la pregunta que le hizo el equipo de El Diario de ¿Con qué sueñan?
Algunos, por sus estudios actuales, quisieran dedicarse a la música o la cultura. Aunque otros sueñan con desarrollar una carrera más tradicional como la Medicina o la Educación.
Varios de estos alumnos tienen una visión clara de cómo quieren que sea Venezuela en el futuro. Que haya libertad, una buena economía y bienestar para los niños son parte de sus sueños.
Qué quieren ser en el futuro
Juan Andrés Pérez, de 12 años de edad, estudia violín y quisiera hacer de eso en el futuro su carrera profesional. Otra expectativa que tiene a largo plazo es desarrollarse como director de orquesta.
Las estudiantes Carla Suarez, de 7 años, y Giovanna Hernández, de 8 años, tienen muy claro que su sueño es hacer una carrera en la música. La primera mencionó que le gustaría ser cantante profesional, mientras que la segunda quisiera seguir el paso de sus mentores y convertirse en maestra de música para seguir formando a nuevos talentos.
Valentina González, quien es parte del grupo que se presentó en una muestra académica el jueves 13 de julio, quisiera dedicarse a la arquitectura para sumarse a la lista de destacados arquitectos venezolanos.
“Sueño ser vioolista profesional, además de ejercer mi carrera como médico siendo pediatra”, respondió Valery Valero, de 12 años de edad.
El sueño de Valery de convertirse en médico pediatra lo comparte Lía Hernandez, de 8 años de edad, quien además se está formando como violinista.
La vocación por ayudar a los demás desde un futuro puesto de trabajo es algo que también transmite Dorek Brito, de 7 años, quien aseguró que su sueño es ejercer como un bombero. Agregó que espera poder dedicarse en paralelo al piano.
Por su parte, Anthuan Brown, de 9 años, se proyecta con una carrera en el deporte. Expresó que le gustaría dedicarse al béisbol profesional.
No todos los niños de esta escuela saben con exactitud lo que quisieran ser en el futuro, tal es el caso de Ezequiel, de 6 años de edad: “Aún no lo sé bien, pero podría ser algo relacionado con la música”, respondió.
Una Venezuela libre, estable y feliz
En su cotidianidad los niños de Colores de la Música quisieran ver las calles de Venezuela más limpias, pero también les interesan cambios de fondo desde lo social y lo económico.
Juan Andrés comentó que uno de sus deseos para Venezuela es que la economía mejore y que haya mayor seguridad. Mientras que Valería mencionó que espera en el futuro mayor estabilidad y progresión social.
Anthuan también resaltó la importancia del progreso económico en el país que sueña para el futuro. Valentina, por su parte, aseguró que su deseo es que Venezuela sea libre.
“Yo sueño para Venezuela que ya no haya contaminación para que los niños sean felices y que no haya basura tirada en la calle”, expresó Lía para El Diario.
La imṕortancia de un país libre de contaminación y con conciencia por el aseo urbano es algo que también comentó Carla en la entrevista. Además, alumnos como Giavanna, Dorek y Ezequiel desean que Venezuela sea un espacio seguro para que los niños puedan crecer felices y rodeados de cultura.
Sin guerras ni contaminación
Las demandas de la mayoría de estos niños para el futuro que quieren en el mundo son concretas: sin guerras ni contaminación.
Dorek, Carla y Anthuan hicieron énfasis en su sueño de un planeta menos contaminado, en el que la conciencia ecológica pueda ser una de las bases de las sociedades futuras.
Sobre los conflictos bélicos actuales, Valeria comentó que lo mejor para el mundo sería que acaben y que tanto la ṕaz como la estabilidad social perduren en el tiempo. Lía compartió esta idea y enfatizó en que las guerras son un problema tanto para adultos como para los niños.
Valentina enfocó su sueño en que exista una verdadera paz mundial y que no sea únicamente una consigna de la política internacional.
Para estos pequeños músicos también es importante que el mundo sea seguro para los niños, que crezcan en ambientes con estabilidad, llenos de música y rodeados de sus seres queridos. “Yo sueño para el mundo un espacio con armonía y tranquilidad”, comentó Ezequiel.
Al terminar las entrevistas, los estudiantes de Los Colores de la Música regresaron a sus ensayos previo para la muestra académica de fin de curso, aunque antes se tomaron un momento para desear por adelantado un feliz Día del Niño para todos los venezolanos.
